VALÈNCIA (EP). Les Arts arranca este jueves su temporada lírica con el Réquiem de Mozart en un montaje en el que Romeo Castellucci transforma la angustia ante la muerte en una fiesta por el final de vida y que supone el debut de James Gaffigan tanto como director musical del auditorio como al frente de la batuta en este escenario. El director artístico del Palau de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, acompañado del propio Gaffigan y de la directora de escena asociada, Silvia Costa, han presentado en rueda de prensa esta coproducción de Les Arts, que debía haber inaugurado la pasada temporada pero que la pandemia obligó a posponer por su gran complejidad escénica.
Sin embargo, el coronavirus no ha obligado a "sacrificar nada" desde el punto de vista artístico de la propuesta original estrenada en 2019 en el Festival de Aix-en-Provence, aunque el protocolo sanitario sí que ha impuesto cambios para asegurar la seguridad como obligar a los 46 músicos, 40 integrantes del coro y 12 bailarines a actuar con mascarilla. Las excepciones son los solistas, actuaciones puntuales de determinados personajes para preservar la expresividad y el dramatismo que exige su papel o para los músicos de viento en el momento en que tocan.
Gaffigan ha destacado que el resultado es una de las producciones "más emotivas" en las que nunca ha trabajado. "Sin la música, solo lo que se ve en el escenario ya emociona, pero cuando se le añade la música de misa de difuntos inacabada de Mozart, que es una obra maestra, verdaderamente estremece". "El público saldrá realmente conmovido", asevera. Además, elogia el gran papel del Cor de la Generalitat al tener que cantar con mascarilla y seguir "una coreografía muy compleja" a pesar de que muchos de ellos carecen de experiencia previa en el campo del baile.
Por su parte, la directora de escena asociada, Silvia Costa, comenta que Mozart, al componer esta obra en sus últimos días, quería celebrar el final de la vida humana y ahora Castellucci plantea una propuesta en la que afronta una misa fúnebre no con el dolor propio por extinción, sino que la llena de "luz" y la convierte en "una fiesta del final". Costa recalca que esta angustia vital recobra ahora mayor importancia porque todos la hemos sufrido en esta pandemia. Sin embargo, Castellucci dota a estos momentos finales de "alegría" porque en el final siempre hay un renacer.
El montaje se abre con una mujer mayor sola en escena que se acuesta y la cama se la traga. Todo queda en negro y termina en negro y durante toda la obra se proyecta en el fondo del escenario un listado con todo aquello que ya no está, nombres de animales, plantas, religiones o espacios, y que "muestran el efecto de extinción y la debilidad del ser humano". Pero la coreografía del Cor de la Generalitat hace de estos momentos "una fiesta a través del baile, una danza folcklórica que no busca la belleza estética sino que representa el renacimiento del mundo".
Por su parte, el director de Les Arts de València, Jesús Iglesias Noriega, ha destacado que este estreno supone "un capítulo importante porque es un paso más hacia esa normalidad que ansiamos recuperar". Al respecto, ha explicado que Cultura estudia con Sanidad cómo trasladar las nuevas medidas de desescalada aprobadas ayer, pero ha matizado que el incremento del aforo no será posible para el Réquiem sino que se aplicará cuando "esté claro y operativamente sea posible".
Réquiem es una coproducción de Les Arts con Festival d'Aix-en-Provence, Adelaide Festival, Theatre Basel, Wiener Festwochen y La Monnaie / De Munt con Romeo Castellucci como artífice de la dirección de escena, escenografía, vestuario e iluminación. Silvia Costa (directora de escena asociada), Evelin Facchini (coreografía) y Piersandra di Matteo (dramaturgia) completan el equipo creativo. En el apartado de solistas, Les Arts reúne a Elena
Tsallagova, Sara Mingardo, Sebastian Kohlhepp y Nahuel Di Pierro, así como el niño soprano Juan José Visquert de la Escolania de la Mare de Déu dels Desemparats".