La ópera 'L'isola disabitata' está dirigida por Emilio Sagi, que la recupera desde que fue compuesta en el siglo XIX por Manuel García para sus alumnos de canto de París
VALÈNCIA. Constanza y su hermana Silvia se quedan en una isla desierta tras ser aparentemente abandonadas por el esposo de la primera, Gernando. Ambas piensan que este las ha dejado allí, a su suerte. Pero la realidad es que Gernando ha sido secuestrado por unos piratas. Un grupo de marineros observan lo sucedido desde su barco, pero piensan que las dos hermanas también han sido raptadas, así que Constanza y Silvia se quedan en la isla durante un total de trece años, hasta que Gernando, libre al fin, se dirige allí con la esperanza de que su mujer siga viva. Lo hace junto a su amigo Enrico, que rápidamente se enamora de Silvia.
Esta es la historia que cuenta L’isola disabitata, una ópera de cámara con música del compositor Manuel García y libreto de Pietro Metastasio. Fue estrenada en el año 1831, y permaneció prácticamente en el olvido por casi dos siglos hasta que el director de escena Emilio Sagi la recuperara en 2010. Ahora, la ópera llega a València de la mano de los alumnos del Centre de Perfeccionament de Les Arts, con dirección de escena, claro está, del propio Sagi.
L’isola disabitata ha sido presentada durante la mañana del jueves en el Teatre Martín i Soler del Palau de les Arts. A ella, además del director escénico, han acudido el director artístico de Les Arts Jesús Iglesias Noriega y el elenco de cantantes de ópera del Centre de Perfeccionament compuesto por Larisa Stefan (Constanza), Evgeniya Khimutova (Silvia), Jorge Franco (Gernando), Oleh Lebedyev y Max Hochmuth (que se alternan en el papel de Enrico). La ópera podrá verse los días 13, 16, 19, 21 y 24 de febrero en el Teatre Martín i Soler. El director de escena dirige este montaje del Teatro Arriaga de Bilbao en coproducción con el Teatro de la Maestranza de Sevilla, con escenografía de Daniel Bianco, vestuario de Pepa Ojanguren e iluminación de Albert Faura.
El director de escena Emilio Sagi explica que L’isola disabitata es una ópera perfecta para promocionar a jóvenes cantantes como son los que integran en Centre de Perfeccionament. Se trata de una pieza que Manuel García compuso en el siglo XIX precisamente para sus alumnos. Era una persona muy polivalente, puesto que también fue cantante, productor, director de escena y maestro de canto. Este último oficio fue el que le llevó a componer la ópera que hoy Sagi dirige en Les Arts. “Cuando escogimos esta obra -cuenta- vimos que Manuel García había escrito un total de cinco piezas para que sus alumnos de París las interpretaran. De hecho, las hacía en su propio salón”.
La implicación del compositor con sus alumnos era enorme, algo que queda demostrado en la gran dificultad de interpretación de L’isola disabitata. Sagi reconoce que “se dio cuenta de la verdadera dificultad de interpretar a los personajes cuando comenzaron los ensayos y vio que los alumnos de Manuel García debieron tener un enorme potencial”.
Así lo confirman, por otro lado, los propios actores. Larisa Stefan, que interpreta al personaje de Constanza, señala que su papel es de “una enorme complejidad técnica y vocal”. Afirma que ha tenido que profundizar ya no solo en el canto, sino en los sentimientos del propio personaje para poder alcanzar todos los matices de su papel. “Se trata de una persona que era muy feliz. Quería mucho a su hermana y a su marido pero, de pronto, le llega la tragedia. Durante años tiene que afrontarla, pensando que su marido la ha abandonado. La interpretación de todo esto tiene muchísimos detalles”, explica.
De igual forma, Jorge Franco (quien interpreta a Gernando) habla del “fuerte componente pedagógico de la ópera”. Ese era precisamente el objetivo de Manuel García, puesto que al fin y al cabo compuso L’isola disabitata para dar clase a sus alumnos, pero los cantantes del Centre de Perfeccionament no se imaginaban hasta qué punto sería así. “Combina muchos tonos de canto. Tienes que estar todo el tiempo concentrado para estar fino, si no puedes cargar tu voz con mucha facilidad, y al final no sale bien”, reconoce el cantante.
Emilio Sagi, cuya experiencia escénica abarca títulos de ópera y zarzuela de todos los estilos tanto en España como en el extranjero, resalta que le interesaba mucho tratar la idea de una isla desierta. Sin embargo, no lo ha hecho mediante la estética que se esperaría: no hay arena, ni rocas, ni agua, ni palmeras. El montaje es muy poco narrativo y nada realista. En su lugar, la escenografía de Daniel Bianco está compuesta por montañas y montañas de sillas. De esta manera, buscaba hacer ver al público que “muchas veces todos vivimos un tiempo en una isla desierta”. Las sillas son, en este sentido, elementos presentes en todos lados, allá adonde uno vaya. Una forma de naturalizar esa ‘isla desierta’ que puede llegar a ser “no tener a nadie o que nadie te ame”, explica el director. Con el vestuario de Pepa Ojanguren ocurre lo mismo. Sagi explica que “no ha querido que los cantantes lleven trajes muy vistosos de plumas, sino que ha buscado una estética mucho más sencilla -o como él dice, “fashion”- que recordara a la moda ibicenca hippie de los años 60”.
El director de escena también ha hecho hincapié en la alegría que le produce haber sido escogido para dirigir a los alumnos del Centre de Perfeccionament. Jesús Iglesias Noriega explica que L’isola disabitata “supone diversos ejes para que los miembros del Centre muestren sus capacidades y su desarrollo. Permite desarrollar el potencial”.
Tanto Iglesias como Sagi resaltan que L’isola disabitata es accesible para todo tipo de público. Iglesias destaca que “el hecho de que sea una ópera rara por su complejidad musical y su escenografía poco narrativa, no quiere decir que sea de difícil comprensión para el público”. Por su parte, el director de escena critica esa idea de que “la ópera es reacia a la modernidad”. Según él, la sociedad debe romper con este estigma y, de hecho, opina que “el público valenciano es melómano y que -desde su experiencia-, suele tener interés en conocer cosas que normalmente no son del todo conocidas”.
Subraya que esta es precisamente una obra propicia a romper con ese estigma: “Los cantantes son gente joven que tienen mucho tirón. Es una buena manera de conectar con un público joven”.
Según ha remarcado el director artístico de Les Arts, el centro continuará esta temporada con acciones que permitan exportar su programación más allá del edificio diseñado por Santiago Calatrava dentro de la vocación autonómica del actual proyecto artístico.
Los artistas del Centre de Perfeccionament y el equipo técnico del teatro viajarán a Castellón para interpretar L’isola disabitata. El próximo 4 de marzo, el Teatro Principal de Castellón acogerá una representación con la que se busca ampliar la presencia de Les Arts en la capital de La Plana junto con acciones ya consolidadas como los recitales del Centre de Perfeccionament en el Museo de Bellas Artes y los conciertos de la Orquestra de la Comunitat Valenciana en el Auditori.
Asimismo, el Calderón de Alcoy se convertirá el próximo 7 marzo en el primer teatro de la provincia de Alicante que albergue una representación de un montaje de Les Arts. La localidad alicantina, capital cultural valenciana de 2021, cerrará el ciclo de funciones de esta ópera de Manuel García.