Con más de 16 semanas de gestación, abren la boca y sacan la lengua si escuchan música con un dispositivo emisor situado en la vagina de la madre
BARCELONA (EP). El Institut Marquès de Barcelona ha descubierto que los fetos de más de 16 semanas de gestación abren la boca y sacan la lengua –movimientos de vocalización previos a la adquisición del lenguaje– si escuchan música con un dispositivo emisor situado en la vagina de la madre.
La investigación pionera Fetal facial expression in response to intravaginal music emission, publicada en la revista británica Ultrasound, ha sido presentada este martes en rueda de prensa por la investigadora Marisa López-Teijón, el catedrático Alberto Prats y el director científico del Institut Marquès, Alex García-Faura.
El estudio, realizado sobre más de 106 pacientes que se encontraban entre las semanas 14 y 39 de gestación, analizó a tres grupos utilizando distintos tipos de estimulación fetal: la vía abdominal, la vaginal –a 54 dB– y las vibraciones sonoras no musicales emitidas también desde la vagina.
Tras compararlos, constaron que el único incremento de estos movimientos de boca y lengua fue el del grupo de música emitida por vía vaginal, no solo en número de fetos –el 87% respondieron–, sino en la frecuencia de movimientos, porque sacaron la lengua una media de cinco o más veces.
Según López-Teijón, el estudio ha encontrado "la fórmula para que los fetos oigan como los adultos y que les llegue el sonido de forma eficaz", puesto que vive insonorizado en el vientre de la madre y escucha los sonidos como un susurro y de forma distorsionada.
"La música activa circuitos cerebrales primitivos implicados en la comunicación y el lenguaje", ha expresado la investigadora, que ha negado que pueda ser perjudicial y ha aconsejado utilizar el aparato entre 10 y 20 minutos –mañana y la noche– sin interrumpir el ciclo del sueño.
El dispositivo Babypod se conecta al móvil y está patentado por los investigadores y cedido a una empresa electrónica que ha impulsado su comercialización por 120 euros; según la investigadora, "no es un producto sanitario" y no tiene contraindicaciones.
Prats ha expresado que la música provoca movimientos porque activa circuitos del tronco del encéfalo relacionados con la comunicación y el lenguaje, por lo que los sonidos disonantes –las vibraciones– no activan estos circuitos y no generan esta respuesta.
Este hallazgo ayudará a que las ecografías sean más eficaces y rápidas: "Al introducir movimientos permite ver todas las estructuras y se acorta la exploración", además de que estimula sensorialmente al feto, lo que es mejor cuanto más precoz, según López-Teijón.
El dispositivo emisor también permite descartar la sordera fetal, supone una reducción del estrés de la madre, y abre una importante línea de investigación pre y postnatal.