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encuentro en las naves

Los mediadores culturales generan un código de buenas prácticas

28/06/2016 - 

VALENCIA. La organización entre los profesionales de la mediación cultural ha ido a la cola de otros sectores, una situación que se está tratando de revertir y cuyo epicentro se encuentra en Valencia. Teniendo en cuenta que la Asociación Valenciana de Educadores de Museos y Patrimonios (AVALEM) fue creada en 2012, primera y -entonces- única entidad de este tipo en el ámbito nacional, es en estos últimos años cuando está trabajando por acabar con la situación de "desierto" fruto de la crisis económica y unas instituciones públicas que no consideraban como prioritaria la educación como complemento necesario de la exhibición, explica el presidente de la entidad y profesor de Educación Artística de la Universitat de València, Ricard Huerta.

La pasada semana Las Naves acogió el primer encuentro Profesional de Mediación Cultural de la Comunitat Valenciana, en la que los trabajadores locales sumaron fuerzas con la Asociación de Mediadoras Culturales de Madrid (AMECUM) y el colectivo Pedagogías Invisibles. El objetivo: generar un decálogo de buenas prácticas con el que defender la profesión y que, en última instancia, sea aplicado por instituciones públicas y privadas en aras de generar una estructura estable que apoye de manera sistemática la labor de los profesionales de la mediación cultural. "Desde el inicio de la crisis la cosa va empeorando a nivel laboral pero mejorando en el ámbito de la formación. Sin embargo, ahora hemos pasado de la desafección del panorama político local y la profesión a un acercamiento muy grande desde las pasadas elecciones", indica Huerta. 

Foto: Guillermo A. Espi.

Precariedad y personal no cualificado

Esto, entre otras cosas, se materializará en la creación de un convenio entre la asociación y el Ayuntamiento de Valencia en el que ya se está trabajando de cara a otoño de 2016 y que, entre otras cosas, ampliará la creación de talleres y actividades en los múltiples espacios expositivos de propiedad municipal y que quiere aplicar criterios de profesionalidad y transparencia en la contratación de educadores. "Tenemos representación, ahora falta que se hagan políticas justas. Cuando se contrata a profesionales lo primero que se exige es un baremo que traiga a la persona más eficaz, pero esto no ha sido lo habitual. No puede ser que la educación se deje en manos del primero que pasa", indica el presidente de AVALEM, que denuncia la "abrumadora situación de precariedad" que, si bien, se repite más allá de los muros de la Comunitat.

Siendo Valencia "referente" con la creación de la primera asociación, que espera liderar la generación de una federación estatal, y el postgrado en Educación Artística y Gestión de Museos, dirigido por el propio Huerta y el catedrático Román de la Calle, que suma quince ediciones, tiene sentido que lidere un proceso que también quiere sumar a Generalitat y Diputación. Si bien, no fueron pocos los representantes de distintos contenedores culturales, públicos y privados, los que participaros de un encuentro histórico en el sector. De esta forma, las mesas de trabajo contaron con representantes de instituciones culturales como Álvaro de los Ángeles y José Agustín Martínez, subdirector general de Actividades y técnico de didáctica del IVAM; Estrella Rodríguez, responsable del Departamento de Didáctica del Museo de Bellas Artes de Valencia; Rafael Company, director del MuVIM, y Nelo Cerdà y Rosa Albiach, educadores del museo; Paco Tamarit, director del Museu Valencià d’Etnologia; Bienvenido Simón, de la Fundación Chirivella Soriano; Joan Feliu, del Museu d'Art Contemporani de Vilafamés; Marc Ribera, del Museo del Azulejo Manolo Safont. 

Foto: Guillermo A. Espi.

También participaron en el encuentro José Luis Pérez Pont, gerente del Consorcio de Museos, y José Campos, coordinador de didáctica; Tono Herrero, del área de museos y monumentos del Ayuntamiento de Valencia, y Ana Bonmatí, del Vicerrectorado de Cultura de la Universitat de València. La base del documento que se generará con la conclusiones extraídas del encuentro, sin embargo, no parte de cero, pues se inspira en uno similar que surgió de Congreso de Museos y Educación Artística celebrado en 2005 en el MuVIM. Más de una década después éste ni se ha aplicado ni está actualizado.

"El decálogo parte de profesionalizar el trabajo, exigir una situación laboral digna y ver para qué sirve el arte y la educación, también en terrenos no formales. Ahora se retoma para enfrentarse a una situación diferente, especialmente en cuestión de coparticipación, tanto con entidades públicas o privadas". En los últimos meses la asociación ha participado en la implementación de estas prácticas en espacios como el Colegios del Arte Mayor de la Seda y, actualmente, el Museo Fallero, una "visibilización" que no existía anteriormente. "Ahora generamos un interés a las instituciones y, además, hemos conseguido que en galerías privadas, como Shiras o Luis Adelantado, incluyan actividades, cosa que hace años era impensable".

Objetivo: 20% del presupuesto para actividades

Teniendo en cuenta la cantidad de espacios, físicos y efímeros -como pueden ser festivales urbanos como Russafart o Intramurs-, que gestionan arte, uno de los objetivos a cumplir incluidos en el decálogo es que las instituciones que lo acepten destinen una partida fija dentro del presupuesto de la exposición, en este caso Huerta lo sitúa en el 20%, para actividades educativas. "No puede ser que de un presupuesto de 100.000 euros, una vez montada la muestra, se busque de donde sea 2.000 euros para un taller. Eso no es serio [...] Un museo tiene sentido por sus usuarios, no sólo por su colección, que tiene una importancia relativa". Así las cosas, también prevén la celebración de un nuevo encuentro en octubre y una jornada similar pero centrada en las empresas de mediación cultural de cara a 2017. 

Foto: Guillermo A. Espi.

Y es que todavía queda mucho por trabajar. La comunicación se ha retomado con las instituciones, sí, pero la situación laboral sigue siendo deficiente, tal y como explica Isabel Puig, expresidenta de AVALEM. "Se ha conseguido mucho en estos cuatro años, ha sido un trabajo lento, pero firme. Tal vez la asignatura pendiente, sea sensibilizar a los mandos políticos sobre la realidad de la mediación y sus profesionales, desgraciadamente muy precaria todavía", afirma.

"Respecto a esta realidad de la profesión, yo sí veo una evolución, miro a mi alrededor y no hay festival que se precie, o evento cultural que le dedique un espacio de su programación. Las galerías de arte contemporáneo también se han sensibilizado respecto a la importancia de esta labor, colaborando muchas de ellas con profesionales de la mediación. Esto ha supuesto un impulso colectivo, una sensibilización mayor, pero aún queda mucho por hacer", indica Puig que, del mismo modo, destaca que AVALEM ha servido de semilla para la creación de Amecum, un modelo que ya se está pensando en replicar en Cataluña y Andalucía. Las buenas prácticas son solo el principio.

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