VALÈNCIA. Tras meses de bloqueo, la macrolicitación para los nuevos cinco culturales de València dan un paso en firme con la propuesta de adjudicatarias por parte del Ayuntamiento, el penúltimo paso de lo definitivo y ya con ningún cambio previsible a la vista. Con todos los sobres abiertos y varias ofertas presentadas en todos los lotes, ya se conoce cuál sería la empresa que gestionará a partir de este otoño los cinco espacios (se preveía la formalización del contrato en septiembre, pero se ha retrasado varias semanas).
En el caso de la Nave de Ribes, el lote con más presupuesto, será Salzillo la empresa que se hará cargo. Con una puntuación de 73,10 puntos sobre 100 posibles, ha sacado más de cinco puntos de diferencia sobre el resto de ofertas, si bien en la puntuación sobre el proyecto, Cercavila le superó precisamente por cinco puntos. Cabe recordar que la bajada económica sobre la oferta inicial suponen 35 puntos de los 100, y que se otorgan automáticamente a la oferta más baja, mientras las demás suman puntos a partir de una regla de tres. Así, las puntuaciones finales del resto de ofertas presentadas son Cercavilla, con 67,04 puntos; Rebombori Cultural, con 59,37 puntos; y Yapadú, con 56,78 puntos. Salzillo es una empresa de origen murciano que gestiona varios espacios culturales en varias comunidades autónomas, incluida la Comunitat Valenciana, además de dedicarse a contratos públicos de otras muchas naturalezas.
La misma empresa se hará cargo también del espacio del Escorxador, al que menos ofertas se presentaron porque conlleva la creación de un archivo de barrio que añadía mucha complejidad a la licitación. Hector Císcar, una oferta presentada como persona jurídica, no pasó el corte de la puntuación mínima sobre el proyecto, por lo que ni siquiera se ha valorado su oferta económica. De esta manera, la empresa murciana se hace con la licitación con un total de 74,90 puntos sobre 100 y sin competidor.
También en el Cabanyal, el centro cultural con vocación de ser refugio de los colectivos del barrio ubicado en la Calle de la Reina, 121, ha resuelto su lote en favor de Pro21, la empresa de gestión cultural que destacó en la primera fase de la valoración del proyecto, con 47 puntos. De hecho, si bien la oferta de Rebombori presentaba una bajada económica muy acentuada (si bien dentro de los parámetros permitidos), no ha podido compensar la diferencia de puntos. Así, Pro21 lograría la adjudicación con 68,34 puntos sobre 100; quedarían detrás Rebombori, con 61 puntos; y Salzillo con 47,27 puntos. También quedó fuera desde la primera fase la oferta presentada por Hector Císcar.
El chalet de Abben al-Abbar, que también acoge las oficinas de La Mostra de València, correrá a cargo de la gestión de Amundsen, la gestora cultural responsable de citas como VLCNegra o Torrent Històrica. Ha ganado tanto en la fase de proyecto como en la oferta económica, distanciándose con mucha diferencia del resto de ofertas presentadas. Tanto Héctor Císcar (otra vez) como Yapadú quedaron fuera al puntuar 3 y 2 puntos en el proyecto presentado; Salzillo sí pasó hasta la apertura de la oferta económica, que lo dejó finalmente con 64,78 puntos. Amundsen ha llegado a los 81.
Finalmente, Rebombori Cultural es la oferta mejor puntuada para gestionar l’Alqueria d’Albors. La bajada económica ha sido determinante en este lote. La oferta ganadora ha quedado con 61 puntos; Amundsen con 59,34 puntos; Salzillo con 51,07 puntos; y Cercavila con 45,51 puntos.
De esta manera, ningún lote queda desierto y todos los espacios tendrán empresa que los gestione en cuestión de un par de meses. Este será el final de una proceso muy largo, que ha sufrido numerosos retrasos. Tras meses con algunos de los centros culturales terminados y con la obra entregada (el caso paradigmático es la de la Nave de Ribes), el primer intento de licitación se tuvo que paralizar porque los pliegos no recogían la última actualización del convenio colectivo sectorial. Con un incremento de más de un 20% en todos los lotes, el pasado mes de marzo se publicaba finalmente esta licitación. En medio, varias asociaciones y colectivos vecinales pidieron la co-gestión de los espacios, algo que la ahora ex-concejala Glòria Tello rechazó rotundamente.
José Luis Moreno, concejal de Cultura, confirmó en una entrevista con este diario que la fórmula elegida por el anterior equipo de gobierno se mantendría, y que, en todo caso, harán propuestas para que su programación se adapte a las necesidades de cada barrio: "Aunque se presentan con una propuestas de programación, se queda abierta una ventana para que el Ayuntamiento también pueda sugerir. Según cada barrio, veremos las necesidades que hay para potenciar estos centros".
En el caso de las Naves de Ribes, actualmente el Ayuntamiento cede un 50% de su agenda a Teatre Escalante, proyecto sin sede física desde 2017 y dependiente de la Diputació de València. Este convenio no solo se mantendría, sino que podría incluso ampliarse: "He detectado que el Ayuntamiento se quedó una parte temporal superior a las necesidades que tiene. Es posible que, en un futuro, renegociemos ese convenio para darle más espacio al Escalante por la sencilla razón de que tienen muchas programación y para nosotros es un espacio nuevo que aún podemos cubrir más o menos", adelantó Moreno.