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Maite Ibáñez: "En muchas ocasiones, Cultura ha sido la 'maría'. La del PSPV es una apuesta decidida

  • Foto: MARGA FERRER.
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VALÈNCIA. “Me ven como una de ellos”. Esta frase se cuela prácticamente al final de nuestra conversación con Maite Ibáñez, técnico de gestión del centro cultural La Nau, crítica de arte y, ahora, número tres en la lista del PSPV al Ayuntamiento de València. Efectivamente, no es extraño toparse con Ibáñez en la inauguración de alguna galería de arte, en un festival de cine o en el teatro. Maite, la omnipresente, es una habitual de los círculos culturales de la ciudad, convirtiéndose así en la gran baza del partido liderado por Sandra Gómez para recuperar el área. Recuperar, efectivamente, pues en este primer gobierno de La Nau -y quizá último- se quedó fuera de la gestión cultural, que se reparte Compromís y València en Comú. Con Ibáñez daban un golpe sobre la mesa y esto se reflejó en su primer acto como número tres -junto a Gómez y al propio ministro de Cultura, José Guirao, en la EASD-, que sumó entre el público a numerosos gestores culturales no habituales en los actos políticos. 

Ibáñez habla de la necesidad de una "relectura" del Palau de la Música, del que quiere potenciar sus salas expositivas, o de La Mutant/Las Naves, aunque no son los grandes contenedores culturales el centro de su discurso, que nada por la ordenación de la acción urbana y la necesidad de generar una única concejalía de Cultura, como punto de partida. Precisamente, esta misma semana en una entrevista con Culturplaza, la edil María Oliver planteaba lo mismo y apuntaba a las "distorsiones" generadas por una división que la lleva a compartir área con Pere Fuset y Glòria Tello, esta última coordinadora de la misma. Pocos días después de que Gómez la situara como número tres, Maite Ibáñez se sienta con Culturplaza para analizar el presente de una València que, tal y como dice, "tiene capacidad de hacer más".

-En el selfiematón dijo que su biografía se llamaría Es cuestión de tiempo, ¿por qué es ahora el momento de pasar a la administración? 
-Políticamente hemos pasado una primera fase, a través del pacto de La Nau, que ha roto la barrera anterior, ha puesto los pilares. El proyecto que plantea Sandra Gómez conecta conmigo, con mi mirada de una ciudad creativa y abierta. Estar en el número tres es muy simbólico, porque significa que se cuenta con la cultura de una manera destacada. Es una manera diferente de hacer política. Hasta ahora, en muchas ocasiones, Cultura era la 'maría'. Esta es una apuesta decidida. Se ha empezado a ver en la parcela que tiene Sandra Gómez en el Ayuntamiento que, aunque no lleva Cultura directamente, ha tratado de potenciar las industrias culturales en su parcela de trabajo. Tenemos una visión de la cultura en un sentido transversal. Es un motor de innovación, económico, de cambio... Una de las propuestas es introducir a València dentro de la red de ciudades creativas de la Unesco, queremos conectarla con otras ciudades que conectan con esta filosofía. 

Foto: MARGA FERRER.

-Actualmente el PSPV no ostenta la gestión directa de ninguna concejalía de cultura, que se reparte Compromís y València en Comú. 
-Históricamente, y me traslado al año 89, cuando nació el IVAM o el Palau de la Música, el socialismo ha demostrado que sabe gestionar cultura. La gestión está ahí. Queremos apostar por una única concejalía de Cultura que permita una coordinación más efectiva de todo el valor cultural que tiene la ciudad. Hablamos de los festivales, del patrimonio, de las dotaciones... a través de un plan de estrategia cultural, como tienen en Madrid o Barcelona, que permitirá fomentar esa coordinación. Tenemos que plantear una visión más coherente de la ciudad. Por ejemplo, cuando se celebra el día de los museos, cada uno hace su programación, pero no hay una conexión dentro de la ciudad que traslade la imagen de lo que ocurre en València. No se trata de hacer, sino de dejar hacer. Coordinar esa acción, ordenarla. También por lo que respecta a dotaciones. Hay espacios útiles que están en desuso y otros que, bajo mi punto de vista, no están activos como debería.  

-¿Como cuáles?
-Hay espacios como las Atarazanas o el Almudín que son magníficos y necesitan una mayor visibilidad y conectividad. Están desaprovechados. 

-Las Atarazanas, en concreto, acoge distintas propuestas expositivas de carácter puntual, siendo su objetivo final ser una de las tres sedes del Museu de la Mar.
-Pero, hasta que llegue, ese espacio tiene que tener uso y ese uso tiene que estar ordenado. Aquí también integraría, aparte de los concursos públicos, el trabajo de las universidades. Sabemos que esta última edición de PAMPAM! se hizo en las Atarazanas. Podría ser muy interesante que los artistas y comisarios noveles tengan un espacio para exponer. No queremos tener espacios en desuso y desconectados. Esto también pasa por nuestra idea de descentralizar la oferta. Hay una frase que me gusta mucho: la diferencia entre un gestor y un soñador es tener un plan. Nosotros soñamos, pero con propuestas reales. Una de las propuestas es que, al menos, haya un técnico de cultura en cada distrito. Esto es fundamental para activar el empleo de los profesionales y para poner en valor lo que ocurre en los barrios. Lo que ocurre en los barrios no puede estar sustentado en el trabajo de los festivales, que es muy interesante y ayudan a dinamizarlos, pero no podemos basar solo en ellos esa activación ni tampoco en actividades puntuales. Durante todo el año tiene que haber una calidad en la gestión. 

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