VALÈNCIA. La primera fase del Parque Central de València se estrenó hace tres años. Se hizo pese a no haberse finalizado algunas actuaciones que, si bien no eran primordiales, también formaban parte del espacio: la Sociedad Parque Central tenía por urbanizar 4.000 metros cuadrados en un extremo del Parque -que ya se están finalizando-, pero también quedó en el aire dotar de contenido las naves industriales que dan la bienvenida al jardín. Tarea esta última que, pese al tiempo transcurrido, sigue sin desatascarse en el Ayuntamiento de València.
Para las tres naves atribuidas el arquitecto Demetrio Ribes que presiden la entrada del parque urbano, la administración tenía previstas diferentes usos, pero actualmente sólo se ha abierto una de ellas. Se trata de una de las dos naves gemelas pequeñas del complejo, que se estrenó a principios de 2020 como espacio sociocultural de la Universitat Popular, organismo dependiente del consistorio. El resto de construcciones, sin embargo, siguen en el limbo tres años después de la apertura del parque.
La otra de las naves hermanas se abrirá como un nuevo espacio cultural, dependiente de la concejalía de Cultura del consistorio. El departamento, que dirige Gloria Tello todavía no ha estrenado el espacio, que se llamará Ribes Espai Cultural. Todo pese a que hace dos años, las obras de rehabilitación y de adecuación estaban casi finalizadas y la intención era abrir las puertas en mayo de 2020. Y aunque el estallido de la pandemia de coronavirus pueda haber retrasado algunos plazos, lo cierto es que han pasado dos años con las actuaciones finiquitadas al 99%.
El motivo no es otro que, como publicaba Culturplaza la pasada semana, la ubicación del sistema de geotermia necesario para poner en marcha la dotación cultural y que debe estar centralizado en la tercera nave del complejo, donde se ubicará un polideportivo todavía sin construir. Así, mientras que la Universitat Popular decidió en su nave instalar un sistema provisional para abrir sin tener que esperar al polideportivo, la concejalía de Cultura tardó hasta junio de 2021 para tomar esta decisión.
Así, tras esta demora, las obras se preveían realizar a lo largo de otoño, para que se entregasen a final de 2021 y poder abrir el centro cultural. Pero no ha podido ser porque los trabajos no han finalizado. Según explican en el departamento de Tello, las obras están a la espera de un suministro cuyo abastecimiento está sufriendo problemas. Una vez llegue dicho suministro, una válvula, las actuaciones acabarán en dos semanas. Los detalles de la gestión del centro, Ribes Espai Cultural, se desconocen por ahora más allá de que se externalizará.
Pero más tiempo habrá que esperar para ver en funcionamiento la tercera nave en cuestión, la de mayores dimensiones del complejo industrial, donde se ubicará un polideportivo municipal. El proyecto, impulsado desde la concejalía de Deportes, que encabeza Pilar Bernabé, se empezó a redactar en 2018, pero esta tarea sufrió varios retrasos por la reformulación del proyecto entre otras cosas, debido a la ubicación de la mencionada instalación eléctrica.
La iniciativa cuenta con más de 4.200 metros cuadrados de suelo útil y pretende ofrecer múltiples servicios. Se ha proyectado en el interior de la nave una cancha tanto para balonmano como para fútbol sala, y una sala multiusos para actividades deportivas. Además, se ha incluido salas de musculación, un spa, un tatami para artes marciales, un baño turco, e incluso una piscina. También habrá una cafetería, además de los necesarios vestuarios.
No fue hasta verano de 2020 cuando la iniciativa pasó por la Comisión de Patrimonio para que los técnicos municipales le dieran el visto bueno al estar integrado en un Bien de Relevancia Local (BRL). Y la idea en la concejalía que encabeza Bernabé era licitar las obras en 2021 por valor de unos 2,5 millones de euros para empezarlas cuanto antes y poder finalizarlas este año.
Pero también aquí los planes consistoriales parecen haberse trastabillado, pues fuentes del departamento de Deportes confirmaron a este diario que el concurso público para adjudicar el contrato de la obra no se ha lanzado todavía. De manera que, teniendo en cuenta los plazos administrativos por los que suelen discurrir este tipo de obras, no es probable que las actuaciones finalicen antes de la segunda mitad de 2023.