VALÈNCIA. “Ojalá que esta sea la última exposición que se haga con este enfoque”. Con esta frase se presenta Ocultas e ilustradas. Crecimiento y éxito de las ilustradoras en València, un proyecto expositivo que aterriza este viernes en La Nau con el objetivo de reconstruir la historia de la ilustración valenciana en clave femenina, rescatando algunos de los nombres olvidados y conectando distintas generaciones. Comisariada por Cristina Chumillas, MacDiego y Melani Lleonart, la exposición reflexiona sobre los distintos significados que tiene el término ‘oculta’ en este sector, desde aquellas mujeres que tenían que firmar con pseudónimo hasta aquellas que, aún siendo exitosas comercialmente, no tienen el reconocimiento que merecen. Entre una realidad y otra, reconstruyen los huecos de una historia compuesta de muchas historias. O, mejor dicho, por muchos nombres y apellidos que merecen ser divulgados.
La muestra viaja hasta el siglo XVI, en los que las grabadoras firmaban como 'hija de' o 'señora de', hasta un inicio del siglo XX donde destacan nombres como Manuela Ballester, Pitti Bastolozzi o Juana Francisca. El auge de las agencias de publicidad en los años 80 impulsaron firmas como Fina Fuertes o Ada Sinache, un foco que hoy se posa sobre creadoras como Carla Fuentes o María Herreros, por mencionar algunas del más de medio centenar de artistas participantes. En un año en el que la conversación en torno al feminismo está más presente que nunca, reunimos en la galería de arte Pepita Lumier a tres de las participantes del proyecto expositivo y pilares, cada una en su ámbito, del mismo: Núria Tamarit, Paula Sanz y Consuelo Arizmendi.
La joven Núria Tamarit se hizo este año con el premio València de Novela Gráfica por Dos monedas, siendo esta la primera vez que se concede. Habitual de eventos como el festival de autoedición gráfica Tenderete, también fue galardonada en el 34 Salón Internacional del Cómic de Barcelona por Nimio, fanzine generado junto a Anabel Colazo, Pau Ferrando, Maria Ponce y Luis Yang. Por su parte, Paula Sanz ha firmado ilustraciones para publicaciones tan prestigiosas como Vogue, WWD o The New Yorker. Especializada en la ilustración de moda, es uno de los nombres a tener en cuenta en un mercado que se juega a nivel global. El contrapunto lo pone Consuelo Arizmendi, quien desarrolló una corta carrera en los años sesenta, para empresas como Editorial Valenciana o la agencia de publicidad Sucro.
Con trayectorias -y posturas- bien distintas, conversan sobre un supuesto cambio de paradigma, el papel de la mujer en el el ámbito profesional o los roles de género en el propio contenido del cómic y la ilustración. Lo hacen, además, pocas horas después de que se anunciara que la valenciana Ana Penyas se convertía en la primera mujer ganadora del Premio Nacional de Cómic por la novela gráfica Estamos todas bien. Comenzamos.
-Núria Tamarit: Esta ese tema en el ambiente todo el rato, si es mujer o no [quien gana un premio]. Desde luego hay una intención por dar visibilidad, y la exposición [de la Nau] es síntoma de eso.
-Paula Sanz: Yo nunca he encontrado un mal momento para las mujeres en el mundo de la ilustración. Es un mundo muy de mujeres, de hecho Ana Juan fue Premio Nacional de Ilustración. Quizá porque me dedico a la ilustración de moda, pero nunca he sentido la falta de oportunidad. Esta ola de reivindicación es necesaria en muchas profesiones, pero es cierto que en nuestro gremio yo no lo he vivido.
-Núria Tamarit: Nunca sabes si un trabajo no te lo han dado, hay mucha desinformación. Te queda lo que existe. La desigualdad está relacionada con las oportunidades que tienes a lo largo de tu carrera, de manera que puesto que hay machismo tienes menos oportunidades y eso hace que progreses más despacio.
-Consuelo Arizmendi: Yo empecé en 1959, pero no le dedicaba todo mi tiempo. Recuerdo a otras mujeres, como Pilar Mir, que trabajaban muchísimo. Había buenas dibujantes, la diferencia es que los hombres tenían todo el tiempo para prepararse y las mujeres teníamos otras obligaciones. Aunque en mi casa eran muy progresistas, sí estaba en la sociedad la idea de que si no te casabas eras una fracasada. Lo de ahora me suena de otra galaxia.
-Consuelo Arizmendi: Antes sí, pero creo que las chicas de hoy no estáis ocultas.
-Paula Sanz: Esta exposición presenta circunstancias muy diferentes: la gente que comenzó en los años 60 o 70 y a partir de los 90. ‘Oculta’ se refiere a esa primera etapa. Es un tema que he hablado con mis amigas ilustradoras y todas coincidimos, quizá sea en la ilustración de moda, en que vivimos en un mundo de mujeres, gente con la sensibilidad muy afín, también muchos gays.
-Consuelo Arizmendi: Es cierto que a las mujeres de antes de la guerra no las han hecho visibles, como Manuela Ballester. A las mujeres que escribían en la generación del 27 no las hemos conocido hasta ahora, entonces sí que de alguna manera hemos estado ocultas.
-Núria Tamarit: Entiendo que en el caso de la ilustración de moda está relacionado, y no debería ser así, con las mujeres. De hecho, puede que haya habido discriminación de cara a hombres que quieran trabajar en moda. Es todo lo contrario, del mismo modo que en la ilustración infantil. Por otro lado, existen sectores como el de superhéroes que se presupone de hombres y hoy en día sigue pasando que hay dibujantes de cómic chicas que quieren dibujar superhéroes y se les dice: tú dibuja manga, que superhéroes es de tíos. Hasta esta nueva ola de Marvel y creadoras como Natacha Bustos no se ha abierto este campo. Tiene que ver con los géneros. Este año el Premio Nacional de Ilustración [María Rius] es una persona que ha dibujado los libros infantiles de una generación, pero la gente no la conocía. También es una cuestión de memoria histórica. Están pero no las conocemos.
-Consuelo Arizmendi: También está el caso de María Pilar Sanchis que, en cuanto se casó con González Alacreu, dejó de dibujar. No estaba bien visto en ciertos sitios.
-Núria Tamarit: A la hora de dibujar mujeres sí me planteo representar distintos cuerpos, razas... no caer en un estereotipo de belleza, incluso en la paleta cromática. Pienso que al representar más tipos de cuerpos estoy educando a gente más joven que yo que después quiera dibujar.
-Consuelo Arizmendi: Eso está muy bien. Yo empecé estudiando dibujo clásico y tengo muy integradas esas 'medidas ideales'.
-Paula Sanz: Dibujar gente delgada es lo más aburrido del mundo, pero es lo que pide el cliente. Ahora sí demandan que haya variedad de razas, que nadie fume -es curioso, porque sí se permite en fotografía-. Pocos clientes piden cuerpos más redondos, y me encanta que me lo encarguen. Por más que digan que todos los conceptos de belleza están cambiando en moda, la ilustración va un paso atrás… Quizá me pidan modelos mayores en unos años. También depende del país para el que trabaje, por ejemplo en Japón siempre piden que estén muy tapadas y nada insinuantes; en Estados Unidos variedad de razas...
-Núria Tamarit: En mi caso me llaman porque saben lo que hago, solo me han pedido modificar cosas al trabajar para libros de texto infantiles. Me han dicho: quítale las tetas a esta vaca…
-Consuelo Arizmendi: ¡Que no sea provocativa! [ríen]
-Núria Tamarit: En València hay un ambiente de ilustración, cómic y fanzine gracias a librerías como Futurama, Bartleby, Estudio 64 o museos como MuVIM y el IVAM, también la Facultad de Bellas Artes, el festival Tenderete... hay muchas personas en estos momentos haciendo fuerza. En otras ciudades, al no existir estos puntos de reunión, no existe esa conexión.
-Paula Sanz: En mi caso nunca he trabajado en València, pero es cierto que fuera mucha gente me dice: ¿Qué pasa en España que salen ilustradores como setas? Además siempre ha sido conocida la tradición valenciana de cómic, hay gusto natural aquí por esto.
-Núria Tamarit: Ana Juan es uno de los grandes referentes.
-Consuelo Arizmendi: Yo estaba desvinculada y ahora he empezado a ver a todas estas jóvenes por Internet y me he quedado boquiabierta. Son fabulosas.
-Paula Sanz: Espacios como Pepita Lumier han hecho que mucha gente que no es capaz de entrar a una galería de arte, que les da miedo, entre gracias a una expresión artística que normalmente no estaba en galerías, una expresión que el público entiende y con la que se siente identificado.
-Núria Tamarit: Es necesario un museo. Hace poco hubo en el MuVIM una exposición de grabado japonés que era la hostia. Es importante porque se pone en valor la profesión. Creo que hay más acercamiento ahora [al cómic y la ilustración], la gente está más acostumbrada. Hay una mayor educación visual.
-Núria Tamarit: Que dibujen mucho... pero sin pasarse. Hay que moverse, ir a los sitios, conocer al sector. Hay tanta gente que tienen que acordarse de ti. Parecen cosas contradictorias, pero el mix es la clave.
-Consuelo Arizmendi: La clave es trabajar, trabajar y trabajar y, luego, adaptarse.
-Núria Tamarit: ¡Justo iba a decir lo contrario! Que nunca se adapten [ríe]
-Paula Sanz: Hay que dibujar, pero también leer, viajar, ver cine... si dominas técnicamente el dibujo pero no llegas a tener un mundo interior y un discurso propio, ¿de qué sirve saber dibujar? No es solo técnica.
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