No se me ocurriría mejor manera de finalizar este mes de enero que hablando de una de las pocas instituciones que nos otorgan estabilidad, seriedad, solvencia, respeto y orgullo a millones de españoles. Felipe VI, Rey de España cumplió ayer 50 años y lo celebró de una manera muy especial.
La vida te sitúa o resitúa según las circunstancias que surgen. Unos son/eran gente principal y otros no tanto, aunque creyeran lo contrario. Unos abdican, a otros los retiran o destronan e incluso algunos reviven y otros quieren revivir. Y a la hora del homenaje, balance o regreso reclaman para sí honores que a lo mejor no les corresponden.
Don Felipe se juega su destino en el Principado. Si Cataluña corta su cordón umbilical con el resto de España, la monarquía habrá dejado de tener sentido. La Corona será como un par de zapatos rotos y desgastados que habrá que tirar a la basura. Después de la independencia de Cataluña llegaría la República
Superado el bloqueo político, llama a construir la España de las próximas décadas desde el diálogo, la convivencia y el respeto Elogia el esfuerzo y la actitud de la sociedad en estos años difíciles, convencido de que con estos valores no se puede temer al futuro