VALÈNCIA. Imaginemos un espacio tópico, atávico. Una estación de servicio en una carretera nacional por donde solo circulan camiones pesados y nostálgicos del diésel. En el bar de la estación —con nombre de señor de esta España nuestra, o de animal de caza mayor— hay una vitrina sobre la barra del bar con ensaladilla de microcultivos bacterianos, anchoas enhiestas y un recuerdo de salpicón. Otras dos vitrinas —no aptas para productos alimentarios— contienen CDs que nadie compra y navajas con la cabra de la Legión, el escudo del Real Madrid, la Cruz Templaria, unicornios, frases patrióticas, tías en bolas o un Pikachu poco fitness.
En el exterior, además de manchas de combustible y latas de cerveza y cajetillas chafadas, están la inspiración de Texacco, una banda nueva —que no nóvel— integrada por Alberto Correcto (Megaphone ou la morte/ El futuro peatón), Violeta Ausina (Mar/Orxata sound system), y David Pascual (Mr.Perfumme, escritor y músico de bandas como Jackson Milicia), a los que se han unido posteriormente Juan Clavel (Golden Peluco) y Santi Serrano (Carmina Burana).
“Con letras inspiradas en la España negra y las gasolineras, Texacco pretende ser la música ideal para volver de una reyerta en el parking de una discoteca”, dicen los componentes. Jesus and Mary Chain, Vainica Doble, Sonic Youth, Violent Femmes y otras otras referencias muy locas con las que echarse a la carretera sin cerrar el agua y la llave de gas del unifamiliar de tus suegros.
–¿Por qué Texacco y no ExxonMobil o Phillips 66?
–Alberto: Siempre hemos sido mucho más de Nokia que de Exxon y ya existen varios grupos que se llaman Nokia (que fue nuestra primera opción, en concreto era Nokia 383). También somos mucho más de Panasonic que de Philipps. Philipps nos parece una marca que dura pocos años y las pilas de los mandos Phillips se acaban enseguida, y eso nos molesta bastante. Al final pensamos que lo más próximo a nuestra visión postcapitalista fuera un nombre de una gasolinera. Si todo desapareciese después de un cataclismo, como en Mad Max, todes sabemos que solo quedarían las gasolineras en pie, y eso nos invita a llamarnos de esta manera porque queremos que nuestro nombre sea recordado incluso cuando ya no exista el mundo tal y como lo conocemos.
Violeta: ¿Es Texacco, pero no era Texxaco? Todavía no me queda muy claro…
–¿Cómo ha sido el proceso de creación de los cinco temas que tenéis grabados o en premezcla?
–A: La pandemia invitó a que nos pusiéramos a hacer cosas y una noche surgió la idea de hacer un grupo y en ese momento nos pareció la mejor decisión que habíamos tomado en años. En mi caso, si no fuera por Violeta y Perfumme, mi salud mental durante la pandemia se hubiera visto bastante mermada. Al final es un trabajo conjunto que en momentos de soledad como el que ha supuesto en mi caso, ha sido de gran ayuda y me he ahorrado mucho dinero en psicólogos. Durante la pandemia la comunidad de músicos comenzamos a compartir material para grabar con el fin de dotarnos los unos a los otros de recursos para hacer música mientras estábamos obligados a estar en casa y eso ayudó mucho a la creación. También es cierto que la evolución tecnológica ha promovido que el músico pueda grabar en muy buenas condiciones desde su casa y en soledad. No es otra cosa que un reflejo de ese individualismo en el que estamos todes metidos que con la pandemia se ha potenciado y del que estoy convencido que hay que huir, porque soy de los que piensan que la creación musical está muy ligada a la costumbre popular de unirse con semejantes para compartir experiencias.
David: A mí no me ha ahorrado dinero en psicólogos. Yo voy.
V: A mí me engañaron diciéndome que seríamos los Warhouse valencianos y mira, ahora me paso el día consolándoles.
–¿Qué es lo más estúpido que aporta cada uno de los miembros al grupo?
–A: En mi caso audios de whatsapp con melodías de voz que envío a Perfu y Vio por lo general, durante la madrugada. A esas horas me siento como Phil Collins cuando le dijo a su esposa e hijas y a Peter Gabriel “eh, voy a cantar en solitario”. Pierdo la vergüenza y se me ocurren unas melodías preciosas que merecen tener un destinatario.
–D: Yo digo cosas como “esa parte debería sonar como una manifestación de lavadoras” o también “que suene más a parque acuático por la mañana”.
–V: Estúpido no sé si es, pero aporto capas y capas de coros que a veces convierten los temas en una especie de canción de cuna chunga. Luego me arrepiento y quiero quitarlos, no siempre lo consigo.
–¿Habéis vuelto alguna vez de una reyerta en el parking de una discoteca?
–D: A mí me dieron un navajazo en Spook y en la ambulancia sonaba Mónica Naranjo. Fue una experiencia muy intensa y muy bonita.
–A: No, porque mi musculatura acojona bastante y nadie se atreve a increparme. Además ahora que hago boxeo, todavía acojono más porque se me ha puesto mirada de tigre.
–¿En qué área de servicio de la España peninsular haríais un bolo y quienes serían vuestro teloneros?
–A: Nos ha enviado un whatsapp Nick Cave porque está como loco por tocar con nosotros en Sueca. Lo estamos valorando porque dicen que Nick es un poco violento y tal, y podrían saltar chispas y despertar al tigre. Cosa que nadie quiere.
–V: En la gasolinera Galp, N-332 justo antes de llegar a Favara. Con los campos de arroz a los dos lados. De teloneros la banda municipal de Favara haciendo covers de Vainica Doble.
El primer videoclip de Texacco es Virgen de la periferia, la pieza guionizada, dirigida y animada por el realizador audiovisual Marc Guardiola, cuenta la historia de tres personajes que rompen con su crisis existencial, de forma poética, gracias a la Virgen de la periferia, patrona de navajas. Con un estilo que imita las tradicionales litografías de los carteles de la época art decó, estos personajes nos llevan por sus anhelos y fantasías.