Su primera herramienta es Aspirio, un software que pone en contacto a marcas con artistas para encargar creaciones sonoras a medida. Hablamos con el fundador de la empresa, un músico norteamericano que vino a la capital del Turia para estudiar en el campus de Berklee
VALÈNCIA. La importancia del sonido como vehículo de comunicación no para de crecer. La expansión bestial de la cultura del podcast y la omnipresencia en nuestras vidas del streaming y los altavoces inteligentes son solo algunas de las señales que ponen de relieve esta tendencia.
Dicen los que saben de estas cosas que las marcas prestan cada vez más atención a su identidad sonora, y que quieren que esta sea lo más reconocible y original posible. En un mundo digital saturado de estímulos, necesitan diferenciarse de sus competidores a través del lenguaje más universal y con mayor huella emocional que existe. En consecuencia, existe en estos momentos una demanda creciente de canciones, jingles y logos sonoros hechos a medida por un músico para una marca, como alternativa a otras opciones como pagar a un artista conocido por el uso de una de sus canciones en un anuncio, o pagar por el uso de sonidos pregrabados disponibles en las bibliotecas musicales (lo que se conoce como library music).
El audio branding no es nuevo, ni mucho menos. Todos tenemos incrustado en el cerebro el sonido que acompaña a los inicios de sesión de Windows o el de desbloqueo de un Iphone. Sin embargo, parece ser que la pandemia despertó un nuevo interés por este campo mercadotécnico, que supone también una interesante vía de ingresos complementaria para los músicos. El problema es que este tipo de oportunidades no suelen estar al alcance de los artistas emergentes, que no saben cómo conectar con las marcas y no tienen contactos ni en la industria musical ni en la de bienes de consumo. En este punto de la historia es donde entra en escena Aspirio Technologies, una herramienta de software ideada por un músico y empresario norteamericano residente en Valencia Devonte Lemonte, conocido artísticamente como Mogul Da Savant.
En 2016, Devonte Lemonte estaba preparando su TFM para el Master de Economía enfocado a la industria musical que había cursado en la sede valenciana de Berklee. Había comenzado a trabajar en el desarrollo de una plataforma de distribución musical, pero un suceso imprevisto le hizo cambiar de idea. “Estaba de compras y entré en la tienda de H&M en la calle Colón, y de repente me di cuenta de que la canción que estaba sonando en el hilo musical era mía. Era una canción que había vendido hacía tiempo a una agencia de marketing, y por la que no iba a recibir derechos de autor. Pensé que era probable que se estuviese utilizando en muchas otras tiendas. Para mí fue un shock. En vez de enfadarme, hablé con mi tutor en Berklee y decidimos reorientar mi proyecto”, explica.
Ese fue el origen de Aspirio, una idea surgida en el entorno académico y progresivamente transformada en una herramienta tecnológica especializada en conectar a músicos de todo el mundo con marcas que buscan una identidad sonora acorde con sus objetivos y sus valores. Su desarrollo se ha producido gracias a su integración en diversas aceleradoras; entre ellas Lanzadera y el programa de mentores SkyLab financiado por Cámara Valencia. En 2022 obtuvieron el primer puesto en la Startup Cup de Valencia. En total, han recaudado cerca de 200.000 euros entre inversores y subvenciones.
Desde esta plataforma, y con la intermediación de expertos que actúan de forma similar al A&R o captador de talento de un sello discográfico, los músicos reciben encargos para desarrollar canciones, jingles o sonidos mucho más sutiles (onomatopeyas, ruidos abstractos, logos sonoros melódicos) pensados para adaptarse a los requerimientos de la empresa que los contrata.
Desde 2020 hasta la actualidad, Aspirio ha distribuido 350.000 euros entre los artistas de su catálogo (que son cerca de 15.000, aunque solo 400 son proveedores recurrentes; es decir, que crean contenidos utilizando esta plataforma de forma habitual).
“Hay marcas que piden tener los derechos en exclusiva de las canciones que encargan, pero también ofrecemos la posibilidad de que los derechos se cedan solo por un periodo concreto de tiempo, o incluso que sean derechos compartidos. La plataforma hace de intermediaria en todo momento, tanto para buscar a los artistas de nuestro catálogo cuyo perfil se adapta mejor a lo que pide el cliente, como a la hora de firmar el contrato. Por este servicio cobramos un porcentaje a la marca, no a los músicos”.
En estos momentos hay 47 marcas activas (que contratan de forma recurrente). “Nuestros esfuerzos están centrados sobre todo en ampliar el número de empresas afiliadas -afirma este emprendedor de Ohio-. Por otra parte, estamos muy implicados en trabajar para mejorar las opciones de monetización de los músicos españoles, que son todavía una minoría dentro de nuestro catálogo”. ¿Cuál es la razón? Las dificultades administrativas y fiscales que existen en nuestro país (y no en otros) para los músicos emergentes que todavía no están en disposición de darse de alta como autónomos de forma sostenida porque sus ingresos son sumamente volátiles y poco predecibles.
Aspirio es la primera aplicación que se pone en marcha dentro de Think! Mogul, una aceleradora de creadores y marcas fundada por Davonte junto a su pareja, Raya Tsenova. Los objetivos de esta plataforma son mucho más amplios, ya que no solo se centran en conectar a marcas con músicos, sino también con otro tipo de perfiles como deportistas, chefs, modelos, etc. Una de las principales líneas de trabajo que han puesto en marcha es la intermediación entre espacios, marcas y creadores para la celebración de eventos patrocinados. Digamos que suplantan el papel que realizarían promotores o agentes tradicionales, al buscar espacios públicos como hoteles, restaurantes, clubes deportivos y universidades y proponerles albergar conciertos u otro tipo de propuestas sin tener que asumir el caché del músico, que sería abonado por las marcas a cambio de publicitarse durante el evento. En Valencia ya se han realizado algunas de estas fiestas en espacios como La Fábrica de Hielo, la Universidad de Valencia, Radio City, La Viti y, próximamente, Ateneo Rooftop y Palau Alameda.
Esta vía, sin embargo, es algo más controvertida para determinado tipo de músicos, que no se sienten cómodos asociando su obra con proyectos publicitarios. En el caso de la bespoke music -música hecha a medida para utilizar en webs corporativas, anuncios publicitarios y redes sociales-, la exposición del músico es menos directa porque las creaciones que entrega no forman parte de su discografía.
En última instancia, lo importante es la ampliación de las vías de ingresos disponibles para los músicos y el servicio de intermediación que simplifica el proceso para que pueda estar al alcance de todo tipo de artistas, no solo los que ya tienen bagaje y contactos del sector. “Nuestro objetivo de cara al futuro es abrir la plataforma a los creadores de España, dándoles tecnología, conocimientos y consejos para construir negocios viables como emprendedores musicales -señala Davonte Lemonte-. Además, estamos especialmente interesados en apoyar a las mujeres, los inmigrantes, las personas LGBTQ+ y prácticamente cualquier categoría de personas que suelen verse excluidas de este tipo de oportunidades”.