VALÈNCIA (AGENCIAS/C. G.). Un 10 de agosto de 1923 fallecía Joaquín Sorolla. El pintor ha sido clave en la Historia del Arte de finales del siglo XIX y principios del XX, una firma que, también, ha construido la imagen del mediterráneo a través de sus representaciones del Cabanyal, la Malvarrosa o Jávea. Cien años después de su fallecimiento, su pintura sigue inspirando y su figura siendo objeto de homenajes, unos homenajes que en este 2023 se están traduciendo en numerosas exposiciones y proyectos con los que poner en valor al conocido como pintor de la luz. Con motivo del centenario, que durante todo el curso se celebra en modo de Año Sorolla, este jueves se celebró una sentida ofrenda floral en su tumba, ubicada en el Cementerio General de València, un acto organizado por el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla al que acudieron familiares del pintor y distintos representantes institucionales.
En el acto, marcado por las altas temperaturas, el biznieto del pintor Antonio Mollà Lorente y su tataranieta Ana Richi Pons-Sorolla han depositado un conjunto floral formado por rosas, astromelias y hortensias en el que predominaban los colores azules, amarillos, blancos y verdosos, los que Sorolla plasmó en sus lienzos, una ofrenda a la que ha acompañado la actuación del violonchelista Félix Romero, que ha interpretado el Cant dels Ocells. Además de familiares del pintor, han asistido al homenaje el presidente de la Comisión Permanente de la Fundación Museo Sorolla, Antonio Mollá Lorente; el concejal de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales del Ayuntamiento de València, José Luis Moreno, quien ha destacado el "orgullo" que siente la ciudad por tener "uno de los pintores más importantes de la historia"; la alcaldesa de València en funciones, Julia Climent, o el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, entre otros.
Los restos de Sorolla se trasladaron a València pocos días después de fallecer en Cercedilla (Madrid) el 10 de agosto de 1923, tres años después de sufrir un ataque de hemiplejía, y aunque en un principio fue enterrado en un panteón de Antonio García, su suegro, posteriormente su nieto y arquitecto Francisco Pons Sorolla construyó un mausoleo propio en el mismo Cementerio General de València. En el actual sarcófago, de líneas sencillas y que contiene el escudo de la ciudad y una corona de laurel en cuyo centro pone la palabra "SOROLLA", reposan tanto los restos de Joaquín Sorolla como de su mujer, Clotilde García del Castillo, y sus tres hijos, así como otros miembros de la familia, según ha explicado a los periodistas el biznieto del pintor, Antonio Mollá.
Según ha indicado Antonio Mollá, el féretro con los restos de Sorolla llegó en tren desde Madrid hasta València y, desde la Estación del Norte de la ciudad hasta el Cementerio General el traslado se hizo en un arcón de artillería porque recibió honores de capitán general, en lo que supuso un acontecimiento que llenó de personas las calles de la capital valenciana. "Hoy es un día muy importante, el día clave del año por lo que significa", ha señalado Antonio Mollá, que ha subrayado el "orgullo" de que sea su abuelo y ha indicado que con su muerte València perdió "uno de sus ciudadanos más ilustres" y su familia "a una persona muy querida y fundamental. Su pasión era la pintura y su otra pasión, la familia".
Si bien el Año Sorolla está salpicando la totalidad de la agenda cultural del curso, el de ayer era un día especial. Así, el nuevo conseller de Cultura y Deporte, Vicente Barrera, visitó por primera vez desde que asumiera el cargo el Museu de Belles Arts de València, donde conoció la recién inaugurada Sala Sorolla así como la exposición temporal con los fondos de la Colección Masaveu, una visita en la que estuvo acompañado por la recientemente nombrada directora general de Patrimonio Cultural, Pilar Tébar, y el director del museo, Pablo González Tornel. También la portavoz del Consell, Ruth Merino, tuvo palabras para el pintor este jueves el reconocimiento del Gobierno valenciano a la figura del pintor, tras las reunión del pleno.
Homenaje en Madrid
Bisnietos y tataranietos de Sorolla han conmemorado este jueves el centenario del día de su muerte con una ofrenda floral en los jardines de la casa museo del artista en Madrid acompañada de la interpretación de una pieza clásica de chelo. Un breve acto "muy sencillo" y "evocador" con el que se ha rendido homenaje a un "maestro del arte español y de la pintura internacional", según ha señalado el director del Museo Sorolla, Enrique Varela. El homenaje ha consistido en la colocación en el jardín del museo, bajo el busto que esculpiera el reputado artista y amigo del pintor Mariano Benlliure, de un conjunto floral en el que dos bandas recordaban el año de su nacimiento y el de su muerte (1923-2023), tras lo cual el chelista Javier Morillas ha interpretado El cisne, de Saint Saens.
"Para mí es muy emotivo. Recuerdo venir a este museo con mi abuela Elena (hija de Sorolla) y lo recuerdo desde la infancia. Entonces el tener un escenario como este en una conmemoración como esta, me toca", ha declarado Mercedes Mollá Lorent, bisnieta del artista, quien ha acudido como representación de una de las dos ramas de la familia. Asimismo, Agüí ha recordado el simbolismo del lugar de la ceremonia, el mismo jardín en el que el verano de 1920 el pintor sufrió un accidente cerebrovascular que lo inhabilitó como artista en los tres últimos años de su vida, hecho por el que ha afirmado que el valenciano "falleció dos veces", una "como pintor" y otra "como hombre".