VALÈNCIA. El reloj avanza hacia el sábado 14 de junio y, en Vilamarxant, ese día debía simbolizar el relevo en la alcaldía del municipio. El primer edil del Partido Popular (PP), Héctor Troyano, entregaría la vara de mando al líder de Ciudadanos, Xavier Jorge, según lo previsto en el pacto suscrito en las últimas elecciones. No obstante, la cita llega con ese acuerdo roto, un gobierno en minoría y una moción de censura que podría desbancar a los populares.
En mayo de 2023, PP y Ciudadanos alcanzaron un acuerdo que garantizaba la gobernabilidad del ayuntamiento con un reparto de poder claro. La formación azul, con siete concejales, asumiría la alcaldía los dos primeros años de legislatura y, una vez pasado este periodo de tiempo, cedería el puesto a Jorge, que aportaba cinco ediles, claves para conseguir la mayoría absoluta.
Sin embargo, el pacto se ha roto de forma abrupta y, con él, cualquier certeza sobre el futuro de este municipio del Camp de Túria. La fractura se materializó el pasado mes de febrero, cuando Troyano cesó a dos concejales de Ciudadanos -entre ellos, el propio Jorge, entonces primer teniente de alcalde-, alegando "irregularidades administrativas" en su gestión.

- Héctor Troyano (PP) y Xavier Jorge (Ciudadanos), separados por la coordinadora autonómica de Ciudadanos, Mamen Peris. -
- Foto: VP
El alcalde del PP defendió que su actuación respondía a una responsabilidad institucional. "No se puede pasar por alto lo que podría ser un delito", declaró en una entrevista a Valencia Plaza. "Si hubiese sido una estrategia política, habría cesado a todos", insistió. Por su parte, desde la formación naranja creen que todo forma parte de una "maniobra orquestada" para impedir el traspaso de la vara de mando.
Si bien es cierto que en un primer momento los tres ediles restantes de Ciudadanos permanecieron en el equipo de gobierno, estos abandonaron el ejecutivo local una semana después del cese, con lo que dejaron al PP en minoría. Desde entonces, el gobierno de Vilamarxant navega en aguas revueltas.
La moción de censura, sobre la mesa... pero sin acuerdo
Con el pacto roto, Ciudadanos ha buscado construir una alternativa que permita apartar al PP del gobierno local. Para ello, necesita sumar los cinco concejales de su grupo a los tres del PSPV y los dos de Acord per Vilamarxant, la coalición formada por Compromís, Esquerra Unida y Podem. Así, los de Jorge lograrían diez votos, necesarios para investir a un nuevo primer edil. Sin embargo, la operación no termina de cuajar.
Fuentes de Ciudadanos confirman a Valencia Plaza que han mantenido conversaciones con PSPV y Acord per Vilamarxant para explorar una moción de censura, pero el intento no ha salido adelante porque no hay acuerdo sobre quién debe ocupar la alcaldía si prospera la iniciativa. Desde el PSPV, su portavoz, Vicky Sanchis, señala a este diario que su grupo no apoyará una moción que restituya a Xavier Jorge como alcalde.
Considera que ni el PP ni Ciudadanos han gestionado de forma adecuada el mandato, marcado "por luchas internas y falta de proyecto". "No han sabido gestionar bien este gobierno. Por eso, nos ofrecemos como alternativa estable y sensata a la alcaldía. No queremos dos años de desgobierno y cada grupo a la suya", afirma Sanchis, que reclama el liderazgo del PSPV para ese nuevo ejecutivo.

- Los dos ediles de Cs Vilamarxant, cesados por el PP, Xavier Jorge y Víctor Sanchis. -
- Foto: Cs Vilamarxant
En cambio, Ciudadanos rechaza esa opción. Desde la formación naranja consideran que asumir un rol secundario en una moción de censura que parte de su iniciativa será una "cesión injustificada", más aún cuando se sienten respaldados por el acuerdo de alternancia original.
Además, fuentes del grupo trasladan que aceptar apartarse del liderazgo podría interpretarse como un reconocimiento implícito de las acusaciones que pesan sobre sus dos concejales, sobre quienes la Fiscalía ha abierto diligencias por una presunta contratación irregular.
Por su parte, el portavoz de Acord per Vilamarxant, Voro Golfe, admite en declaraciones a Valencia Plaza que la ruptura del gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos "no fue inesperado". Golfe asegura que "Troyano llevaba desde junio de 2023 con la intención de no ceder la alcaldía a Ciudadanos", una idea que, según sostiene, no solo comparte su grupo, sino que "está extendida entre los vecinos del municipio".
Golfe reprocha al alcalde haber evitado el diálogo cuando surgieron las primeras fricciones con la formación naranja. "En un gobierno de coalición, lo normal ante una crisis es sentarse a hablar y buscar soluciones. Troyano optó por romper de forma unilateral el pacto, sabiendo que ni el PSPV ni nosotros íbamos a entrar fácilmente en un acuerdo con Ciudadanos", sostiene.
En cualquier caso, Acord per Vilamarxant no cierra la puerta a una moción de censura. Golfe cree que sería una medida "higiénica" para el ayuntamiento, que permitiría abrir una etapa de gobernabilidad "con transparencia, coordinación, planificación y comunicación". Para el edil, lo que ha fracasado no es solo un pacto, sino un modelo de poder sustentado "en una unión de intereses" entre PP y Ciudadanos, "que ha acabado estallando por los aires".
Eso sí, su predisposición a negociar no implica un cheque en blanco. El grupo de izquierdas considera que Ciudadanos "no debería exigir la alcaldía mientras la Fiscalía no aclare el recorrido judicial de las presuntas irregularidades". Por tanto, en este equilibrio frágil, la falta de consenso deja la iniciativa en pausa.
Un cambio de gobierno, en el aire
Si no hay sorpresas, Vilamarxant vivirá un sábado sin traspaso de poderes. La moción de censura no está descartada, pero su registro parece improbable si no se desencalla el bloqueo actual. Mientras tanto, Troyano sigue al frente del consistorio con un gobierno en minoría, ya que el PP tiene siete concejales de un total de 17. Tampoco cuenta con un socio estable tras la ruptura con Ciudadanos.
En una entrevista a este diario, el alcalde se mostró tranquilo ante un posible movimiento que le arrebatase la vara de mando. "Corresponde a la oposición decidir si la presentan o no. Nosotros seguimos trabajando por el municipio", aseguró. Troyano insistió en que el objetivo es alcanzar acuerdos puntuales con el resto de grupos para sacar adelante los asuntos municipales más urgentes.
En este contexto, el 14 de junio pierde parte de su significado inicial. Si la moción no prospera, Vilamarxant afrontará el resto del mandado con un ejecutivo en minoría y con los principales grupos políticos vigilando de cerca cada movimiento.