VALÈNCIA. Héctor Troyano (Vilamarxant, 1995) encara su etapa más compleja al frente del Ayuntamiento de Vilamarxant, después de que la ruptura del pacto entre el Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) dejara a su gobierno en minoría. Lo que comenzó como una alianza estable entre ambas formaciones ha terminado en un enfrentamiento abierto tras la destitución de dos concejales de Cs por supuestas "irregularidades administrativas", una decisión que el alcalde defiende como un ejercicio de responsabilidad, pero que sus antiguos socios califican de "maniobra política".
En una conversación con Valencia Plaza, Troyano reivindica el diálogo con la oposición como método para impulsar los proyectos estratégicos para este municipio del Camp del Túria, entre los que figuran la ampliación del polígono industrial 'Enchilagar del Rullo' o la mejora de las infraestructuras hidráulicas tras la Dana. Mientras la incertidumbre política marca el presente del consistorio, el alcalde asegura que su prioridad sigue siendo la estabilidad institucional y la gestión eficaz de Vilamarxant.
- Su gobierno ha pasado de tener una mayoría estable con Ciudadanos (Cs) a quedar en minoría con siete concejales de diecisiete. Sin este apoyo, ¿cree que podrá aguantar dos años más sin que la falta de estabilidad le pase factura?
- Estoy convencido de que seremos capaces de alcanzar acuerdos con la gran mayoría de los grupos que conforman el pleno. Muchas de las propuestas que se presentan son beneficiosas para el municipio, y estoy seguro de que contaremos con el respaldo de una mayoría del Pleno para sacarlas adelante. Actualmente, hay numerosos proyectos en marcha que son positivos para Vilamarxant, y confío en que obtendremos el apoyo necesario para impulsarlos. Soy consciente de que estos consensos requerirán un esfuerzo continuo y que se abre una etapa en la que el diálogo será fundamental. No obstante, estoy seguro de que podremos lograrlo.
- Usted ha justificado la retirada de competencias a dos ediles de Cs, Xavier Jorge y Víctor Sanchis, por "irregularidades administrativas". Sin embargo, desde Cs denuncian que llevaban meses bloqueándolos y buscaban su desgaste. ¿La decisión se tomó por el bien del municipio o fue una estrategia para apartarlos del gobierno?
- Aquí no se ha hecho más que lo que cualquier vecino espera de su gobernante: actuar con determinación cuando alguien no ha hecho las cosas bien. Si mi intención hubiese sido una estrategia política, habría cesado a todos los concejales y me habría quedado en minoría, sin dar explicaciones ni tomar medidas previas. Lo que ocurrió fue que, tras plantearse una serie de cuestiones que estaban claramente mal hechas, se realizaron todas las averiguaciones posibles dentro del ayuntamiento. Al constatar que esas acciones podían ir más allá de una simple irregularidad administrativa y representar un incumplimiento de la ley, se decidió actuar únicamente contra los dos concejales que habían perdido mi confianza debido a estas prácticas.
Los otros tres concejales mantuvieron sus competencias y continuaron formando parte del equipo de gobierno. De hecho, trabajamos juntos durante un par de días mientras ellos seguían gestionando sus áreas. La decisión de Ciudadanos de abandonar el equipo de gobierno es una estrategia que ellos deberán explicar. Por nuestra parte, no ha existido ningún complot político. Como alcalde, no puedo permitir que dos personas gestionen el erario público en estas circunstancias.
- ¿Qué cuestiones hicieron que perdiese su confianza?
- Durante este tiempo hemos observado diversas situaciones que no nos han gustado: deslealtades, mentiras y una notable falta de transparencia por parte del ex teniente de alcalde. Me he enterado de decisiones sobre contrataciones y planificación de manera tardía, e incluso hemos presenciado el boicot a mesas de negociación, algo que considero inaceptable para cualquier político. Nuestro deber es garantizar que los recursos públicos se utilicen de manera adecuada y conforme a la normativa y la legalidad. Esto es lo que la ciudadanía espera de su Ayuntamiento: una gestión transparente y eficiente de los recursos.

- El alcalde Vilamarxant, Héctor Troyano, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento.-
- Foto: DANIEL GARCÍA-SALA
- En declaraciones a los medios, Xavier Jorge ha dicho que todas las posibilidades están abiertas, incluida una moción de censura. Si finalmente Cs llega a un acuerdo con la oposición, podría perder la alcaldía antes de lo previsto. ¿Cree que tiene margen para evitarlo o ya está buscando nuevas alianzas?
- Estoy muy tranquilo, aunque era consciente de que un movimiento de este tipo podría tener consecuencias. No era mi deseo, ya que quería seguir gobernando con los concejales de Cs en quienes aún confiaba, pero entendía que esta situación podía darse. En este caso, corresponde a Cs y al resto de la oposición decidir si presentan o no una moción. Lo que puedo asegurar es que el Ayuntamiento de Vilamarxant continuará funcionando con total normalidad y que los proyectos no se paralizarán. Será la oposición quien deberá decidir con quién desea aliarse y si quieren formar parte de un gobierno en el que se han cometido errores.
- Dado que ahora gobierna en minoría, necesitará apoyos para sacar adelante sus iniciativas. ¿Cuál será la estrategia del PP en los próximos meses?
- Nuestra intención es dialogar con todos, como hemos hecho hasta ahora. La ventaja que tenemos desde el PP, al contar con siete concejales, es que podemos alcanzar acuerdos con todos los grupos que forman parte del pleno. Nuestro objetivo es lograr consensos mayoritarios, sentándonos con los portavoces para tratar los temas clave del Ayuntamiento de Vilamarxant. No buscamos un socio prioritario, sino acuerdos amplios que, idealmente, alcancen la unanimidad en el pleno. Sabemos que esto implica más trabajo y puede ser complicado en algunos puntos, pero estoy convencido de que, si priorizamos los intereses del municipio, lograremos acuerdos sólidos.
- Su investidura se basó en un pacto con Cs que incluía una alternancia en la alcaldía fijada para el próximo 14 de junio. Sin embargo, ahora que se ha roto esa coalición, ¿cree que sigue teniendo legitimidad política para seguir en el cargo sin someterse al veredicto del pleno?
- El veredicto del pleno otorgó su confianza a esta candidatura en su momento, y también tiene la potestad de retirarla. Sin embargo, serán los grupos de la oposición quienes deberán decidir si merezco esa confianza o no. En los ayuntamientos no contamos con la posibilidad de dar voz directa a los ciudadanos en este sentido -algo que me gustaría-, por lo que dependemos del apoyo de algunos miembros del pleno y de la corporación para poder sacar adelante los proyectos.
- ¿Cree que si los ciudadanos pudiesen tener voz en el pleno, usted se mantendría en el cargo?
- No lo sé, habría que preguntárselo a ellos. Lo que puedo afirmar es que estoy muy tranquilo, ya que hemos actuado conforme a lo que la ciudadanía espera de sus políticos: reaccionar cuando alguien hace las cosas mal. Los tiempos de pasar por alto los errores deben terminar, y a los políticos se nos debe exigir que actuemos correctamente, sobre todo, cuando contamos con los medios necesarios para hacerlo. Considero que la labor del gobierno es buena, pero, en última instancia, son los ciudadanos quienes deben opinar y votar libremente.
- La ampliación del polígono Enchilagar del Rullo la llevaba el concejal de Cs, Víctor Sanchis. Ahora que ya no forma parte del gobierno municipal, ha mostrado dudas sobre el futuro del proyecto. ¿El polígono sigue siendo una prioridad o la crisis política lo ha dejado en segundo plano?
- La ampliación del polígono industrial es una prioridad total y absoluta. Tanto es así que hemos mantenido reuniones con la Conselleria de Industria e Innovación, dialogado con los promotores e ingenieros responsables del proyecto, y les hemos transmitido nuestra total confianza y apoyo. Desde el primer momento hemos estado a favor de este proyecto, aunque en algunas ocasiones se haya intentado apartarnos de las decisiones tomadas. Sin embargo, tenemos claro que esta iniciativa es fundamental para el crecimiento de Vilamarxant. Quiero que vecinos, promotores e inversores estén completamente tranquilos, ya que la ampliación del polígono no corre ningún peligro.

- El alcalde de Vilamarxant, Héctor Troyano, en un momento de la entrevista.- Foto: DANIEL GARCÍA-SALA
- ¿Cuáles son los próximos pasos que se van a dar dentro de la ampliación del polígono?
- Ahora comenzamos con la fase de tramitación en la Conselleria. Estamos ultimando la presentación de un proyecto definitivo que deberá someterse a la correspondiente evaluación ambiental. Una vez obtenida esta valoración, continuaremos con la tramitación en el Ayuntamiento, aprobando el planeamiento que se determine en su momento y avanzando conforme a lo previsto. Todo esto se llevará a cabo mientras se adquieren la mayor parte de los terrenos.
- Otro de los proyectos importantes para el municipio es la construcción de una presa. Esa obra llevaba años sobre la mesa, con informes técnicos que la avalaban y una hoja de ruta ya definida. Se había iniciado la fase de expropiaciones, pero el proyecto está paralizado. ¿Qué ha pasado?
- El proyecto de la presa se paralizó durante los años del gobierno de (José Luis Rodríguez) Zapatero, coincidiendo con el Plan Hidrológico Nacional. Esta infraestructura es fundamental, ya que permite laminar y controlar el agua desde aguas arriba hasta aguas abajo, evitando así que València y su área metropolitana enfrenten graves problemas en situaciones como las vividas en octubre. No obstante, estamos hablando de un proyecto de hace muchos años que necesita ser desempolvado, revisado y evaluado para determinar si actualmente cubre nuestras necesidades.
En su momento, se realizaron algunas expropiaciones, pero se proyectaba una presa de gran tamaño que, con la información actual y los eventos recientes como la Dana, quizá deba replantearse. Creo que es evidente la necesidad de esta presa, pero también la de otras obras hidráulicas que fueron paralizadas por diversas razones. Esta situación ha demostrado que, si no controlamos el agua, el agua nos controla a nosotros.
- Teniendo en cuenta la magnitud de los daños de la Dana, ¿cómo se justifica que ahora mismo no se cuente con esta infraestructura?
- Nosotros vamos a ir de la mano de la Generalitat, porque ellos, al final, tienen una visión mucho más global. Sé que, desde el Gobierno autonómico, tienen la intención de rescatar el proyecto, renovarlo, actualizarlo y, sobre todo, ver qué necesidades existen ahora para poder cubrirlas. En Vilamarxant tenemos bastante experiencia en temas de inundaciones, ya que tenemos el Barranco del Poyo, que cruza el casco urbano y el río. Es cierto que las obras que se hicieron para canalizar el barranco en su momento, junto con las intervenciones previstas, han ayudado a evitar que el pueblo se inunde.
Por eso, creo que es fundamental destinar todo el dinero necesario a estas infraestructuras, porque, aunque no son obras muy vistosas y no te aportan un rédito electoral directo, son absolutamente necesarias. Ahora, en nuestro municipio, vamos a realizar un estudio porque hay dos urbanizaciones que cruzan un barranco, que es donde más destrozos hemos tenido. Vamos a hacer un estudio hidrológico, analizar el periodo de retorno y estudiar las posibilidades que tenemos.

- El alcalde de Vilamarxant, Héctor Troyano, posa junto a los retratos de los anteriores primeros ediles del consistorio. -
- Foto: DANIEL GARCÍA-SALA
- ¿La Dana ha obligado a repensar ciertos planes urbanísticos del municipio?
- Lo que ya estaba construido en su momento no se puede modificar, pero es importante destacar que todas las decisiones urbanísticas tomadas en Vilamarxant se han realizado considerando las circunstancias específicas del municipio. Esto incluye el Parque Natural del Turia, el Paraje Natural de les Rodanes y, especialmente, las zonas inundables. En este sentido, siempre hemos tenido en cuenta el Patricova en cada proyecto y medida adoptada. A raíz de la Dana, hemos adaptado los proyectos pendientes a la nueva realidad. Un ejemplo claro de ello es el centro de interpretación del Parque Natural del Turia - la Casa de Madera-, que se encontraba dentro del cauce del río. Con la última crecida, el río dejó claro que esa zona le pertenece. Este hecho nos lleva a replantearnos si conviene rehacer estos proyectos exactamente como estaban, o si, por el contrario, debemos aprovechar la oportunidad para mejorar y adaptarlos a las nuevas necesidades.
La Dana ha supuesto un cambio en las prioridades, especialmente en lo que respecta a la seguridad y a la gestión de las aguas. Aunque en Vilamarxant ya estábamos muy atentos a las inundaciones y la gestión hidráulica, ahora hemos constatado que hay municipios que no habían prestado tanta atención a estos aspectos y que se enfrentan a problemas importantes. En cuanto a las ayudas económicas relacionadas con la Dana, estamos trabajando en obtener los fondos necesarios para abordar estos desafíos de manera adecuada.
- ¿Qué ayudas han llegado y cuáles están pendientes?
- Al principio, fui muy crítico debido a la falta de certezas. En las primeras semanas, muchos gobernantes se dedicaron a anunciar ayudas, pero lo cierto es que materialmente no estaban llegando al Ayuntamiento. Por ello, tuvimos que asumir muchos de los gastos iniciales con fondos propios. Sin embargo, con el tiempo, las ayudas han comenzado a llegar, tanto de la Diputación, como de la Generalitat y el Gobierno de España. Todas las administraciones han colaborado y aportado recursos a la gestión de la crisis. La Diputación fue una de las primeras instituciones en intervenir; al día siguiente de la riada ya teníamos técnicos de la Diputación certificando los puentes para poder abrirlos. Además, fueron los primeros en poner en marcha una ayuda de 150.000 euros a los ayuntamientos a final de año, lo que fue clave para la gestión inicial de la emergencia.
Por su parte, la Generalitat también mostró su apoyo con una primera ayuda de 200.000 euros, que fue fundamental para cubrir los gastos adicionales de personal que se generaron durante la crisis, como los refuerzos en policía, protección civil, personal del ayuntamiento y los trabajos en caminos. Finalmente, la gran ayuda en materia de infraestructuras vino del Gobierno de España, con una asignación cercana a los 10 millones de euros. Así, las ayudas han ido encajando y se han gestionado de forma bastante ágil por parte de todas las administraciones. Actualmente, ya cuento con ese dinero en la cuenta del ayuntamiento y puedo ir pagando todos los trabajos que contratamos sin necesidad de recurrir a crédito.

- El alcalde de Vilamarxant, Héctor Troyano, en un momento de la entrevista.-
- Foto: DANIEL GARCÍA-SALA
- ¿El Ayuntamiento de Vilamarxant también ha recibido ayudas privadas?
- En el caso de las ayudas de la Fundación Amancio Ortega, Vilamarxant quedó fuera del programa. Desde el momento en que me di cuenta de que no estábamos incluidos, contacté directamente con la Fundación. En Vilamarxant, la única calle que se inundó fue la que está junto al barranco, y la afectación no fue comparable con la de otros municipios como Catarroja, Benetússer, Sedaví o Paiporta. La Fundación, en su intención de ayudar a los particulares cuyas viviendas fueron inundadas, aplicó unos criterios basados en los porcentajes de afectación. Solicité explicaciones a la Fundación, y me derivaron a la Diputación. Allí me explicaron su criterio: ellos simplemente habían proporcionado el plano con las zonas inundadas y, a partir de ahí, la Fundación decidió a quién otorgar los fondos, ya que se trata de una entidad privada.
Hubo algunas polémicas por parte de otros ayuntamientos y también de mi antiguo socio de gobierno, que criticaron esta decisión sin haber realizado las consultas pertinentes sobre las ayudas. Sin embargo, sé que la Diputación tiene la voluntad de compensar a los municipios que no recibieron esta ayuda. Confío plenamente en que así lo harán. Hasta ahora, no hemos recibido ninguna ayuda privada, y estamos a la espera de que las administraciones públicas puedan cubrir esta carencia. En cuanto a la solidaridad privada, hemos recibido mucha ayuda, aunque en muchos casos hemos actuado como intermediarios, ya que, aunque Vilamarxant apareció como un municipio afectado, no todas las donaciones eran necesarias para nosotros. Por ello, hemos redirigido esa ayuda a municipios más afectados, como Chiva o Pedralba, que son nuestros vecinos más cercanos.