VALÈNCIA. La consulta de la lengua terminaba el pasado martes arrojando un resultado dispar: mientras más del 70% de las familias de la provincia de Castellón optaron por el valenciano como lengua base para sus hijos a partir del próximo curso, en Alicante ganó el castellano con más del 65% de los votos. Por otro lado, la provincia de Valencia mostró un resultado más igualado, aunque con victoria del Valenciano, que contó con un respaldo cercano al 60% de los participantes. En el cómputo global, la diferencia entre ambas lenguas fue de apenas un punto: 50,5% para el valenciano y 49,5% para el castellano.
Una vez estudiados los resultados tanto de manera global como por centro y nivel educativo, llega el momento de empezar a planificar la actividad docente del próximo curso escolar en base a estas cifras. Una tarea que desde la Conselleria de Educación explican que ya se ha empezado a realizar, pero que se trata de un proceso que "llevará un tiempo" de completar. Cabe recordar que la consulta de la lengua base es el proceso mediante el cual las familias podían elegir el idioma (valenciano o castellano) que tendrá un mayor peso en la docencia de sus hijos a partir del próximo curso.
Una iniciativa no exenta de polémica que ha logrado una participación del 58,6%, lo que se traduce en que más del 40% de las 570.000 familias llamadas a votar se han abstenido de mostrar su preferencia por una u otra opción, lo que se traduce en que sus hijos serán adscritos de oficio por parte del centro educativo a una aula con valenciano o castellano como lengua base en función de las necesidades organizativas, tal y como dispone la orden que regula este proceso. Esta forma de proceder también se aplicará en aquellos alumnos cuyas familias hayan votado varias veces por lenguas distintas o en los que se haya "incurrido en falsedad o falta de acreditación" rellenando el apartado de circunstancias familiares durante el proceso de votación.
Dos situaciones según la zona de predominio lingüístico
Los resultados de la consulta de la lengua se tendrán en cuenta de dos maneras distintas a la hora de configurar las aulas para el próximo curso de dos maneras distintas, según se trate de una zona de predominio lingüístico castellano o valenciano.
En el caso de las zonas castellanohablantes, el castellano será por defecto la lengua base, aunque la norma señala que si existe una "demanda de alumnado suficiente para constituir una unidad" de valenciano, la conselleria podrá habilitar alumnado, dotar de profesorado o acometer otras medidas "para satisfacer la demanda". "El resultado de la consulta, en ningún caso, podrá suponer una minoración del número de unidades, personal docente y recursos en los centros públicos", dispone la orden. La falta de concreción sobre qué es exactamente una "demanda suficiente" y de qué manera se puede cubrir la demanda fue criticada por el Consell Jurídic Consultiu de la Comunitat Valenciana.
Mientras que, en las localidades valencianohablantes, el número de unidades que habrá en cada centro y nivel educativo a partir del próximo curso las determinará el resultado de la votación de la consulta en función de una tabla prevista en la Ley de Libertad Educativa. Este documento considera como lengua A la que cuenta con un mayor porcentaje de votos en la consulta y divide el número de unidades que exista por cada nivel en función de los resultados. En caso de empate a votos entre valenciano y castellano, la lengua A sería el valenciano, al ser la de predominio en el territorio donde se establece el centro educativo.
La divergencia de la norma en la forma de proceder en cada una de las dos zonas de predominio lingüístico ha sido denunciada por parte de los sectores más críticos con la consulta, puesto que consideran que no concreta la manera de proceder en el caso de que exista demanda de valenciano en zonas castellanohablantes y no establece los mismos criterios para la preferencia del valenciano en zonas castellanohablantes que para la del castellano en zonas valencianohablantes.
En todo caso, desde la Conselleria de Educación abogan por estudiar la situación "caso a caso" si se trata de resultados "muy ajustados" con el fin de "compensar la diferencia" entre ambas lenguas, tal y como expresó este jueves el director general de Ordenación Educativa y Política Lingüística, Ignacio Martínez Arrúe. Entre las posibles formas de resolver la encrucijada apuntó a poner "recursos adicionales" u "otro tipo de medidas" en aquellos casos en los que sea necesario.

- Daniel McEvoy, José Antonio Rovira e Ignacio Martínez Arrué -
- Foto: GVA
Por su parte, el conseller de Educación, José Antonio Rovira, aseguró que la idea del departamento que dirige es poder atender la totalidad de las preferencias de las familias, aunque aseveró: "El 98% o 99% va a poder elegir y ese pequeño porcentaje intentaremos, si podemos, solventarlo". El conseller, además, mostró la disposición a que se incrementen los recursos para satisfacer la demanda de las familias, de igual manera que venía explicando en las últimas semanas, pero deslizó: "Tampoco me digan qué recursos tenemos que poner porque no podemos valorar".
Tras ello, explicó que la distribución por porcentajes tras el resultado de la consulta es el "ajuste normal" a partir del cual se atenderán las situaciones concretas para llevar a cabo "un ajuste fino". En esta línea, defendió que la distribución por porcentajes es el "ajuste normal" y que, a partir de ahí, se atenderán las diferentes situaciones para llevar a cabo "un ajuste fino" con el que "tratar de llegar al máximo de posibilidades para poder atender la elección de las familias": "Ese ha sido el objetivo, que manden las familias y no la Administración", aseguró.
"Un caos organizativo y pedagógico"
Preguntado por la configuración del próximo curso escolar, el coordinador de Acción Sindical del sindicato STEPV, Marc Candela, cree que "será un caos organizativo y pedagógico". En este sentido, recuerda que, tras la consulta, los centros deben concretar el alumnado que se incluye en cada unidad educativa, lo que puede ser una "fuente de conflicto" para los propios centros en el caso de aquellas familias que no ejercieron su derecho a voto porque el sistema no recogía bien sus datos o porque encontraron el centro cerrado como consecuencia de las lluvias de la última semana. En este último punto cabe mencionar que la votación estaba prevista a través de medios electrónicos, aunque los centros debían disponer de un ordenador para votar en el caso de que hubiera personas que no contaran con un dispositivo con conexión a internet.
Candela recuerda que habrá estudiantes cuyas familias "habrán elegido una lengua, pero irán a otra" por falta de disponibilidad. Además, resalta que existen centros educativos en los que habrá unidades en valenciano o castellano en función de cada nivel educativo, lo que genera "caos" a nivel pedagógico: "El proyecto educativo que tenía cada centro salta por los aires salvo que el 100% de las familias hayan votado una misma lengua", remarca. Además, lamenta que la "sensación" en torno a este proceso ha sido la de "una competición" entre valenciano y castellano, algo que, a su juicio, "no beneficia a ninguna de las dos lenguas ni a su convivencia".
"El año que viene habrá menos clases en valenciano"
Por su parte, el secretario de Educación del PSPV y exsecretario autonómico de Educación en la Generalitat, Miguel Soler, denunció este viernes: "Ha ganado el número de familias que han votado al valenciano, pero la realidad es que el año que viene habrá menos clases en valenciano como consecuencia de la ley de falsa libertad educativa de Mazón". Soler consideró que "Mazón y Rovira han perdido su propósito, que era que ganara el castellano para poder decir que en los años anteriores se había impuesto otra lengua, algo que los resultados demuestran que es falso".
No obstante, lamentó que "independientemente del resultado de la consulta, la realidad es que todo el alumnado de la Comunitat Valenciana dará menos horas de valenciano el próximo curso": "Las zonas de predominio lingüístico en castellano el próximo año solo darán en valenciano una asignatura, cuando ahora se está dando el 25% de las clases", ejemplificó el secretario de Educación de los socialistas valencianos.