A finales de los años 90, las guías turísticas de la India ya advertían de los peligros que acechaban a quienes decidieran visitar el Valle del Himalaya. En aquella época, fueron muchos los jóvenes que desaparecieron durante su estancia en la zona, algunos porque supuestamente iniciaban una nueva vida espiritual, pero la mayoría debido a los ataques que sufrían por parte de bandas criminales.
El director Salvador Calvo era solo un veinteañero cuando, en 1999, visitó aquellos impresionantes parajes y descubrió la terrible tragedia que escondían; veinticinco años después, convertido en uno de los grandes exponentes del cine de aventuras español y con un Goya a la mejor dirección por Adú, regresa al Himalaya con Valle de sombras, la primera gran apuesta de la industria nacional para 2024 que llega mañana viernes a las pantallas y esta tarde se ha presentado en exclusiva en los cines Kinépolis de Paterna.
"Mi guionista, Alejandro Hernández, y yo nos pusimos a investigar sobre casos de desapariciones reales, y a partir de ahí creamos nuestro propio relato en el que un turista español (a quien da vida Miguel Herrán) experimentaba en sus carnes esta violencia, y justo después era rescatado por una comunidad budista que le enseñaba a replantearse todas sus creencias y valores", ha explicado Calvo durante su encuentro con los medios.
"Es una película muy espectacular, llena de acción, pero en realidad lo que cuenta es el viaje interior de una persona herida por fuera y por dentro". Junto a él, la actriz Alexandra Masangkay, conocida por sus papeles en películas como Código Emperador, ha destacado el enorme desafío interpretativo que supuso la cinta: "Tuve que aprender la lengua local, y dar a mi personaje una dimensión diferente para huir de los estereotipos con los que el cine suele representar a las mujeres budistas".