Tras siete años de actividad, el dúo valenciano formado por Ana Sanahuja y Roqui Albero presentan su primer disco. Un debut que cuenta con las colaboraciones de Jorge Drexler, Sílvia Pérez Cruz, Chipirón de Cádiz y Raúl Rodríguez, y ha sido producido y mezlcado por Pablo Martín Jones y Carles Campi Campón, galardonados con varios Grammy Latinos
Un versonauta no miente
solo filtra de la vida
esa belleza escondida,
oculta entre lo evidente.
Un versonauta es consciente
de que ha de vivir inmerso
en la verdad y su reverso,
siempre en pro de la belleza.
Esa es su única certeza,
y el origen de su verso.
VALÈNCIA. Un músico de jazz, una pianista formada en la tradición clásica, y una pasión compartida por la poesía y la experimentación. Con el tiempo, algo más: un hijo en común. Un ser nuevo “de origen misterioso”. En su primer trabajo discográfico, Astro Azul, Ana Sanahuja (voces, piano, teclados, sintetizadores y efectos) y Roqui Albero (voces, trompeta, flugelhorn, electrónica y efectos) han querido explorar la idea de origen: los puntos de partida, los nacimientos, las metamorfosis y los cambios de paradigma. La pareja artística que mueve los hilos del proyecto Versonautas publicó el pasado viernes un disco absolutamente seductor y enigmático, que trenza la fluidez libidinosa del jazz, la tensión robótica de los efectos electrónicos y el spoken word. “Versopsicodelia”, lo llaman.
Versonautas nació en 2013 como una aventura enfocada al mundo de la performance y muy alejado de las convenciones de la industria musical; entre ellas, las que tienen que ver con la grabación de discos. Tras más de seis años de actividad y más de 130 conciertos en España y Cuba, el grupo ha sentido por primera vez la necesidad de encapsular su universo sonoro en un formato físico. Al “bebé” le llamaron Astro Azul, que es la estrella más joven del espacio. “Para nosotros -explica el dúo valenciano a Culturplaza- el hecho de presentar un disco tan diferente era un modo de nacer, de ser origen; eso ya nos dio el tema en sí. Además, nació nuestro hijo Sami, un ser que viene de algún lado inquietante que desconocemos, que se presenta en tu vida para hacerte ver que la magia es real. A la vez, nos damos cuenta de que nosotros somos personas que también renacemos a medida que vamos viviendo distintas experiencias, a veces nos resistimos a entregarnos a estas mutaciones, hay algo que late en nosotros y pide abrirse paso para mostrarse sin miedo al mundo. De esto habla el segundo tema del disco, “Avatar Extinto”; de ese yo que se resiste al cambio e impide la llegada de un nuevo ser, es una metamorfosis personal que es en sí misma un origen”.
“Nos conocimos en la Escuela Superior de Música de Catalunya, en Barcelona, después de vivir por separado en La Habana, Nueva York y Buenos Aires. La poesía, unida a esas vivencias poliédricas que también fueron artísticas y vitales, fue el eje para crear un universo sonoro común -explican a Culturplaza-. Durante esta primera etapa, decidimos decantarnos por hacer vídeos que mostraran lo que hacíamos; no veíamos el momento o el modo de grabar un disco con la voz hablada o recitada como centro, hasta que sentimos la necesidad de hacerlo”.
“Entonces empezamos a pensar en el modo de crear esa simbiosis entre texto hablado y música, sin que pareciera algo así como un audio libro. Empezamos a escribir, a crear sonidos, a escuchar música muy diversa… Finalmente, fue surgiendo esa idea de la canción hablada o spoken song, un término que se nos ocurrió para reflejar esa simbiosis (diferente al poema musicado, a la canción, y diferente al spoken word), un tipo de texto breve que es lo más cercano a la canción, pero que sigue siendo texto dicho o recitado”. “En estos tiempos tan llenos de diversidad artística, creemos que hay gente que quiere probar cosas nuevas, que quiere acercarse a propuestas que mezclen elementos distintos. De todos modos, hay que perseverar, moverse…, hay que ganarse la confianza y el respeto de todo aquel que decide acudir a tu concierto. Siempre hay gente inquieta buscando, nuestra tarea es hacer que nos encuentren”, apuntan. Piensan, además, atravesamos un renacer de la poesía performática aunque, matizan, “eso tampoco quiere decir que esto sea un estilo en sí mismo. Cada proyecto lo enfoca de un modo muy distinto, quizás sea esa la gracia de la escena poética”.
Del mismo modo que el disco de culto de Pep Llopis La Nau dels Argonautes (1985) se situaba en la frontera de muchas cosas -ambient, new age, música electroacústica, vanguardia poética-, también Astro Azul camina por el alambre del paisaje sonoro, lo cinematográfico, el jazz, la electrónica y la performance... Es un disco particular, que requería un trabajo de producción que le hiciese justicia. Ahí es donde entra en escena la aportación del productor Pablo Martín Jones y de Carles Campi como encargado de la mezcla y la masterización. Ambos fueron galardonados en 2018 con un Premio Grammy Latino a la mejor grabación del año por la canción “Telefonía” del disco Salvavidas de hielo de Jorge Drexler.
Ana nos explica cómo y por qué llegaron a trabajar juntos en este disco. “Roqui trabajó con Drexler y Campi, formando parte de dos discos (Amar la Trama y Bailar en la Cueva) y dos giras. Ahí hacía de trompetista y también de rapsoda; ellos son familia. Pablo también es una parte satelital de esa familia, de hecho, Campi y Pablo produjeron el último disco de Jorge Drexler. Pablo es un mago del sonido, le gusta la escritura, le gusta experimentar, leer, conoce bien el flamenco, diversas músicas del mundo y la música electrónica, además de ser un impresionante percusionista. Nos encajaba también por su trayectoria componiendo para las artes escénicas (trabaja hace tiempo creando paisaje sonoro para la bailaora Rocío Molina, entre muchos otros). Él ha sido un aliado imprescindible, su perfil es totalmente inclasificable. Para la producción del disco, nos pasamos 15 días en su estudio en el Lavapiés de Madrid, fueron dos semanas de ensueño. Pablo entendió el concepto del disco desde el principio y volcó en él su magia. La sensación final fue la de haber hecho el disco que soñábamos, fue un proceso muy enriquecedor, algo así como un disco-escuela; un concepto que siempre ha resonado en el transcurso de este año de gestación”.
No son estas las únicas colaboraciones importantes de Astro Azul. En este disco de debut, Versonautas han enrolado a una buena camarilla de amigos artistas: Jorge Drexler, Silvia Pérez Cruz, Chipirón de Cádiz y Raúl Rodríguez. “Son amigos con los que hemos compartido momentos personales y profesionales. Sílvia es como una hermana con la que vivimos años de estudiantes en la ESMUC de Barcelona; Drexler fue quien nos bautizó, de él viene el nombre del grupo. Raúl es la “décima” en persona, la última vez que nos encontramos en Valencia acabamos recitando a Nicolás Guillen en la Plaza del Tossal, y el Chipirón es quien nos dijo que, como decía Stravinsky, un buen espectáculo requiere de unidad y contraste. Siempre decimos que son tres caballeros Jedi y una Diosa de la magia que vienen a regalarnos una parte de ellos que mucha gente no conoce. Les propusimos que nos hablaran en décima, sobre el origen o sobre Versonautas. Sabíamos que les encanta jugar a eso, y ahí nos llegaron sus voces en forma de bonsáis poéticos, una especie de Bonus Track múltiple que ha dado ese cierre perfecto al disco”.
El disco se publicó el pasado 28 de febrero a través del sello barcelonés Discos Flotantes, perteneciente a la compañía UnderPool, especializada en jazz y músicas improvisadas. “Conocíamos Discos Flotantes de la escena barcelonesa. Su director, Sergi Felipe, músico de jazz y compañero de profesión, creó este subsello para propuestas ligadas a la experimentación sonora, a la electrónica, el pop o la canción de autor. Como dice su propia descripción, Discos Flotantes es como una hermana pequeña de Underpool, y por tanto… ¡va a su rollo!”, señala Sanahuja.
Astro Azul se presentará durante el mes de marzo en varias ciudades españolas. En primer lugar, el dúo actuará en el Teatro del Barrio de Madrid el sábado 21 de marzo. Una semana más tarde, Versonautas ocupará las tablas de la Sala Carme Teatre de València (27 y 28 de marzo). Asimismo, su poesía resonará en festivales y circuitos artísticos de Alicante (Sala El Taller Tumbao, 1 de marzo); Albacete (Sala La Cachorra Yeyé, 11 de marzo); Las Palmas de Gran Canaria (Teatro Guiniguada, 18 de marzo; Castillo de Mata, 19 de marzo); y Sant Feliu de Llobregat (Ciclo ContraBaix, 20 de marzo).
Más que conciertos al uso, Versonautas son más dados a crear espectáculos de performance -como el El banquete de las palabras, donde incorporaban la gastronomía a su menú escénico-; o más escorados hacia el activismo poético puro -como en Ama tu ritmo, donde las melodías del dúo acompañaban los versos de Nicolás Guillén, Jaime Gil de Biedma, Idea Vilariño, Gioconda Belli o Vicent Andrés Estellés-. Ahora, por primera vez con un disco bajo el brazo, lo que proponen es una ceremonia. “Proponemos un concierto en donde, una vez te subes a la nave, ésta no para hasta la última estación. Los paisajes y las emociones se van sucediendo y nosotros somos unos guías que os abrimos las puertas a este universo que hemos trabajado en el taller durante un año. Nuestras voces se mezclan, se separan, aparecen grabadas, y la música va hilando la ceremonia. Precisamente esta es la palabra que nos dio el punto de partida. Nuestro amigo y poeta Pablo Rosal, de la Compañía Agrupación Señor Serrano, y autor de uno de los textos del disco (“El Poema del Amor A Veces”), nos dijo un día cenando: Creo que estáis preparados para hacer una ceremonia... y nosotros le hicimos caso...”