ORIHUELA. Corría el año 2000, recién estrenado el nuevo milenio, cuando Vicente Pina López decidió acometer la alocada empresa de abrir una librería, en el corazón del casco histórico de Orihuela, frente a la Iglesia de las Santas Justa y Rufina, a dos pasos del Ayuntamiento, el Museo de la Muralla, la sede de la Universidad Miguel Hernández en la Casa del Paso y el Real Monasterio de las Salesas. Después de dos localizaciones a ambos lmados de los antiguos Juzgados de Orihuela, la Librería Códex se trasladó a su actual localización, en la Plaza de San Sebastián, frente a la parroquia del mismo nombre. Su apuesta de calidad por la promoción de la lectura desde el negocio de venta de libros, con una fortísima implicación en el entramado asociativo cultural de Orihuela y del resto de localidades de la Vega Baja, ha sido uno de los puntos fuertes en la valoración por parte de la Dirección General de Industrias Culturales y del Libro a la hora de conceder este Sello de Calidad que ahora se presenta.
Una certificación con seis propósitos centrales : consolidar las librerías como espacios de encuentro, reflexión y discusión de las comunidades donde residen, mediante la organización de actividades sociales y culturales; fomentar la diversidad del patrimonio bibliográfico mediante la protección de una red de librerías que ofrezca tanto los libros de rápida rotación como aquellos de fondo; concienciar a la opinión pública acerca del papel imprescindible que desempeñan las librerías en sus comunidades; mejorar la situación económica de las librerías de referencia; estimular a las librerías para que asuman un compromiso de mejora permanente en su servicio a los lectores; e identificar y garantizar ante terceros que las librerías con Sello de Calidad cumplen con unos rigurosos estándares de calidad.
Un Sello de Calidad certificado mediante una auditoría externa, para la que hay que cumplir con 32 requisitos imprescindibles, desde “La actividad principal de la librería debe ser la venta libros, que debe representar un mínimo de un 60% de la facturación total del establecimiento y del espacio comercial de venta de productos. No se computan los libros de segunda mano” hasta “Se deben establecer herramientas para registrar, analizar y dar respuesta a las quejas y reclamaciones de clientes y partes interesadas”. Y unos requisitos adicionales, con un total de 22 indicadores puntuables que van desde la cantidad del fondo a la superficie del local, a la presencia en internet o redes sociales, la organización de eventos culturales y colaboración con agentes del sector, o el desarrollo de planes de mejora.
Hablar con Vicente es complicado estos días, un Vicente que para muchos sigue siendo Vicentico, el librero, a pesar de su enorme tarea de dinamización, desde la librería o como activo agente cultural: clubes del libro, presentaciones de novedades y autores, conferencias, cursos.
“El teléfono no para de sonar, y la verdad es que agradece. Ten en cuenta que de las cerca de 3000 librerías que hay en España, el Sello de Calidad sólo lo tenemos 48 (52 si tenemos en cuenta los diferentes puntos de venta de una casa riojana). El rigor con que se pide, las exigencias para cumplir los requisitos para conseguir el Sello de Calidad, es inimaginable”.
-¿El proceso es voluntario, es la librería la que decide entrar en este proceso, o se hace oficio a todas las librerías?
-No, no, lo tiene que solicitar la librería. Lo primero de todo es acceder a una página web, libreríasdecalidad.com, donde se encuentran los requisitos, en esta página se encuentra la encuesta de valoración, que al rellenarla, ya te ofrece una puntuación. Si cumples con la puntiación mínima exigida, ya puedes solicitar el Sello de Calidad, si no, no.
-Esta es la tercera convocatoria del Sello, ¿os habéis esperado a ver que se consolidaba para solicitarlo?
-Cuando se planteó a CEGAL la creación de esta certificación de calidad, a todos nos parecía bien, pero le demandábamos al Ministerio una contrapartida. Si las librerías solicitamos ese Sello de Calidad, hacemos el esfuerzo de pasar toda esa evaluación, ¿qué recibimos a cambio? Desde el Ministerio se ofrecía la posibilidad de entrar en el mundo de la gestión pública, de ser opción preferente para las Administraciones en sus concursos de proveedores, las Bibliotecas, pero eso estaba aún muy en el aire, no había nada concreto que nos ofreciera una contrapartida. Eso se ha ido limando un poquito, y quiero remarcar lo de poquito, por parte de la Administración. Primero se incorporaron librerías que pertenecen a los Gremios centrales, Madrid sobre todo, y poco a poco hemos ido las demás. Yo, por ejemplo, pasé la primera validación, la del cuestionario web, puede que haga ya dos años, y me daba positivo, pero lo comentamos dentro del Gremio de Alicante y dado el coste económico y que estaba todavía empezando, decidimos esperar. Pero ya a finales de la temporada de texto del año pasado (finales de septiembre, principio de octubre de 2016), pensé que por qué no me ponía a ello. Valoré que estábamos realizando una buena labor para la comunidad lectora y la cultura en nuestra zona, Orihuela y el entorno de la comarca de la Vega Baja, y nos pusimos a ello.
-Y aquí empieza el camino de verdad, ¿no?
-Sí, empezamos con todo el papeleo y, sobretodo, las visitas de los auditores a la librería, auditoría concertada por el Ministerio de Cultura, hasta que hemos cumplido todos los requisitos. Hasta el día de hoy, que es cuando nos lo han comunicado.
-Y en esa auditoría, ¿tuvisteis que acometer muchos cambios en la librería o en los procesos?
-No, modificar de nuestro trabajo nada, porque todos esos requisitos ya los cumplíamos: el tipo de fondo, trabajar con tantas editoriales, ofrecer diferentes modalidades de pago, la plataforma de la página web o redes sociales, o utilizar un sistema de gestión integral para los procesos, todo eso lo cumplíamos ya desde hace años. Pero por ejemplo, no esábamos dados de alta en la Junta Arbitral de Consumo, esta ha sido una de las solicitudes que hemos tenido que tramitar, con todos los tiempos que la burocracia implica, hasta mejorar en esos dos o tres aspectos en los que estábamos más flojos.
-¿Y a partir de ahora?
-Pues ya estamos listados en la web, junto con el resto de librerías a las que se ha otorgado el Sello, Sello que ya podemos incorporar en todas nuestras publicaciones, sea en papel, sean digitales, y claro, bien visible en la librería. A partir de aquí, seguir cumpliendo con toda la normativa, ya que en tres años tendremos que pasar de nuevo por todo el proceso de auditoría para renovar el Sello de Calidad. Ya hemos mantenido varias reuniones, todo el personal, Javier, Yolanda y yo, para seguir manteniendo el nivel de calidad que nos ha llevado a este reconocimiento.
-Tú, además, presides el Gremio de Librerías Independientes de Alicante. ¿Qué proyección puede tener esta certificación en este ámbito?
-Sí, claro, ahora mismo andamos liados de reuniones, porque nos acabamos de incorporar al comité organizador de la Feria del Libro de Alicante, y esperamos que se note nuestra aportación, después del éxito de la Plaça del Llibre, en la plaza del ayuntamiento de Alicante, nos llamaron para que nos incorporáramos, ya que las librerías realmente no estábamos presentes en esa Feria. Respecto de lo que me comentas del Sello de Calidad en el Gremio, yo creo que servir de ejemplo, ya que todos los compañeros están ya al tanto de los requisitos y del proceso. El que nosotros nos hayamos atrevido puede que sirva de ejemplo para los demás. Para nosotros es una tremenda satisfacción haber sido la primera librería de Alicante en conseguirlo.