del 9 al 19 de mayo
VLC Negra reconoce a Dennis Lehane en una edición "innovadora" con música y una yincana
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VALÈNCIA. Dócil, de Aro Sainz de la Maza (Destino), Guillem, de Núria Cadenes (Amsterdam) y El frío de la muerte, de John Conolly (Tusquets) son los ganadores de las tres categorías de los premios de novela de la octava edición del festival VLC NEGRA –Mejor Novela, Millor Novel.la y Best Novel, respectivamente–, que vive hoy su jornada de clausura. Los ganadores han sido elegidos a través de las votaciones que los seguidores del festival han emitido a través de la web de VLC NEGRA.
Dócil es la tercera entrega de la serie del inspector de los Mossos d’Esquadra Milo Malart, tras El verdugo de Gaudí y Ángulo muerto. “El lunes al amanecer un joven se presenta en comisaría. Va empapado de sangre de pies a cabeza. «Todos están muertos», balbucea, y acto seguido se desmaya. El análisis de sus ropas constata que la sangre pertenece, como mínimo, a tres personas. ¿Se encuentran ante una víctima más, un superviviente? Pero, entonces, ¿por qué guarda silencio cuando recupera el conocimiento? Cabe otra posibilidad: que se trate de un asesino múltiple. Sin embargo, todo su entorno lo define como un chico dócil, incapaz de matar a una mosca. ¿Qué es en realidad Lucas Torres? Milo Malart, policía judicial de los Mossos, vuelve a su puesto después de unas vacaciones forzadas. El caso con el que se enfrenta será uno de los más sanguinarios y complicados de su carrera y el principal sospechoso es un joven que esconde muchos secretos”.
Guillem Agulló i Salvador fue asesinado en Montanejos (Alt Millars) la madrugada del 11 de abril del 1993. Era nadador, antifascista, antirracista e independentista. Tenía dieciocho años. El caso marcó a una generación entera de jóvenes. Guillem Agulló se ha convertido en un símbolo de libertad.
“El asesinato de Guillem Agulló es un escalofriante ejemplo de la impunidad con que actúa el fascismo, bajo la protección de las fuerzas policíacas y del sistema judicial, y con la vergonzosa complicidad de una prensa capaz de manipular la realidad hasta el extremo de presentar la víctima como verdugo. Esta novela documental nos sumerge en una València con zarpas, ‘donde las hostias vuelan como si fueran parte del decorado’, y denuncia el intento de enterrar viva a una familia: asediándolos, calumniándolos y poniéndolos en la diana de su odio con pintadas en las calles y pancartas de ‘Guillem jódete’ en estadios de fútbol. No lo consiguieron”.
Nuria Cadenas, con un estilo depurado y contenido, se ha inmerso en el sumario del caso, en los diarios de la época, en los recuerdos de la familia y amigos de Guillem e incluso en su propio pasado para medir la distancia que hay entre la palabra injusticia y la palabra dignidad.
El frío de la muerte es la decimosexta entrega del detective Charlie Parker, saga con la que el escritor británico Charlie Parker (Dublín, 1968) ha conquistado el corazón de millones de lectores. “El detective privado Jaycob Eklund ha desaparecido, y Charlie Parker recibe el encargo de localizar su paradero. Quien le pide eso a Parker es Edgar Ross, agente especial del FBI, que tiene sus motivos —inconfesados— para encontrar a Eklund. Pero Eklund no es un investigador común y corriente. Está obsesionado con seguir el rastro de desapariciones y homicidios poco comunes. Y ahora Parker, acompañado por los inseparables Louis y Angel, debe internarse en el mundo por el que ha transitado ya Eklund, un lugar regentado por una madre monstruosa que dirige un vasto imperio criminal al margen de la ley. Para solucionar este caso, Parker también tendrá que llegar allí donde el frío de la muerte, desde hace más de un siglo, alcanza a los inocentes, sin que estos nunca lleguen a saber por qué”.
John Connolly estudió filología inglesa en el Trinity College y periodismo en la Dublin City University. Reside en Dublín, pero pasa parte del año en Estados Unidos, donde se desarrollan la mayoría de sus obras. Es autor de la novela Malvados, de los volúmenes de relatos de terror titulados Nocturnos y Música nocturna, y del bellísimo El libro de las cosas perdidas, así como de la serie de novelas policiacas protagonizadas por el detective Charlie Parker.
La octava edición de VLC NEGRA ha sido radicalmente distinta a todas las anteriores. La organización se vio obligada a aplazar el festival en las fechas en que se celebra habitualmente –primera quincena de mayo– tras el anuncio de confinamiento decretado a principios del pasado mes de marzo a causa de la pandemia. Ello invalidó el programa, que ya estaba prácticamente cerrado. Fue entonces cuando los organizadores decidieron poner en marcha #VLCNegraEnCasa, una edición online que se celebró durante todo el mes de abril con el objetivo de ofrecer una propuesta cultural para el confinamiento, que incluyó directos con los autores nominados, talleres de escritura, clubes de lectura, testimonios de autores confinados y clubes de lectura, entre otras actividades.
Tras el fin del confinamiento, los organizadores no renunciaron a celebrar la octava edición, que finalmente se ha sustanciado entre el 6 y el 14 de noviembre, en la doble modalidad presencial y online.
Alrededor de 800 personas han asistido a los eventos, celebrados bajo estrictas medidas de seguridad para evitar posibles contagios. Además, cerca de 2.000 personas han podido seguir los eventos del festival a través de los streaming emitidos a través del canal de YouTube del festival, una herramienta que se ha estrenado durante la presente edición y que se seguirá utilizando en las próximas.
El director de VLC Negra, Jordi Llobregat, ha mostrado su satisfacción por haber podido celebrar la treintena de encuentros programados para el festival, que se han desarrollado en el Espai Ribes del Parque Central, en la FNAC, en diferentes sedes de la red de Bibliotecas del Ajuntament de València y en varios centros escolares. “Estamos muy orgullosos de haber sacado adelante esta edición de resistencia, en la que lo más importante ha sido poder celebrar todos los actos programados sin tener que cancelar ninguno de ellos en un momento especialmente delicado de la segunda ola de la pandemia”. Llobregat ha subrayado “el alto grado de compromiso de la treintena de autores que han participado, muchos de los cuales han viajado hasta Valencia desde diferentes puntos de la geografía española. Todos ellos han mostrado su satisfacción por contribuir a la celebración de esta edición ‘contra viento y pandemia’ y han agradecido al festival su determinación por seguir adelante”.
Pero los autores no han sido los únicos que han sostenido el festival: “También queremos agradecer a nuestro patrocinador, el vino Icono de Bodega Cooperativa La Viña y Anecoop Bodegas, que ha mantenido su apoyo a pesar de las circunstancias adversas; a la Generalitat Valenciana y al resto de instituciones que también contribuyen económicamente; y a nuestro público, que ha vuelto a demostrar su alto grado de fidelidad a VLC NEGRA con su presencia en todos los eventos, que han registrado una ocupación media de más del 90 %”.
Finalmente, Llobregat ha querido felicitar “a los tres ganadores de los premios de novela de la presente edición, que se han alzado con estos galardones con todo merecimiento y gracias al apoyo de sus lectores”.