en OCTUBRE CENTRE DE CULTURA Contemporànea

El World Press Photo abre el debate: qué ocurre con los Derechos Humanos de las personas refugiadas

27/02/2018 - 

VALÈNCIA. Las cifras lo constatan, la actual crisis migratoria supone "el mayor desplazamiento forzoso desde la Segunda Guerra Mundial". Solo en España 31.000 personas solicitaron asilo en 2017. Y la OIM lleva registrada la muerte de 625 migrantes en lo que va de año. Personas que no consiguen cruzar el mar cuando intentan alcanzar las costas europeas desde Turquía, Libia, Egipto o Marruecos. Y otras que sí lo consiguen pero no con garantías de quedarse. Vidas perdidas en un contexto global que estaría lleno de "sombras" a las que mirar. 

Este pasado domingo más de 25 ciudades del mundo y 180 colectivos se movilizaron para denunciar la "vulneración de los derechos humanos" de las personas refugiadas y migrantes en la Unión Europea. Y en este mismo sentido, el World Press Photo València tiene programada para este miércoles 28 de febrero, a las 19:00 horas, una charla-debate sobre la "verdadera situación" jurídica y migratoria a la que se enfrentan. Lo hacen de la mano de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado del País Valencià (CEAR PV), con la que colaboran desde hace dos ediciones, y con las ponencias de Juan Romero, catedrático de Geografía Humana de la Universitat de València; y Paloma Favieres, coordinadora del los Servicios Jurídicos de CEAR, en el Octubre Centre de Cultura Contemporànea.

"Llevamos un tiempo en el que Europa se ha puesto ante un espejo que ha evidenciado su miseria moral. Una penuria que no se corresponde con los principios que dice que defendemos." Juan Romero calificaría el coloquio al que va a asistir como "Justicia puesta a prueba". Y es que la entidad geopolítica no estaría siendo capaz de manejar la responsabilidad de una tragedia que recae precisamente en ella. "Europa está carente de libertad, igualdad y sobretodo fraternidad" manifiesta el catedrático. 

Es por ello, que Romero quiere centrar su discurso en analizar las causas finales que llevan a esta situación: "Tenemos que preocuparnos por un contexto geopolítico muy desordenado y ineficiente. Ni las Naciones Unidas ni ningún otro organismo ha sabido resolver lo que está sucediendo con las personas refugiadas y migratorias. Ni tampoco en conflictos como el que hay ahora en Guta, Siria. O en Sudán del Sur. Puedo hablar de tantos países. Han quedado en evidencia."

También, para el profesor haría falta hablar de una Europa en la que los partidos xenófobos y anti-inmigración no paran de crecer o de avanzar. Unas ideologías que se sujetan a la impermeabilización de las fronteras exteriores y de la ruptura con los acuerdos de asilo. "Europa no se acuerda de su firma en el Convenio de Ginebra. Todo salta por los aires. Y los ciudadanos quieren dejar de escuchar lo que ocurre al aliarse con partidos populistas que solo quieren a los inmigrantes fuera." Un ejemplo lo pone con Italia, que a esperas de sus elecciones el 4 de marzo, el profesor vaticina el éxito de una coalición de derecha y extremaderecha. "Ganará el discurso xenófobo como en otras ocasiones ha podido ganar en Francia o Alemania". 

No obstante, en toda guerra hay armas. Y de aquí una nueva 'prueba' de la doble moral a la que se refiere Juan Romero: "Nos hacemos eco de la existencia de muchas personas necesitadas de refugio, a la par que nuestros países exportan armas a los países en los que se están viviendo estos conflictos". El informe SIPRI, elaborado en Estocolmo, recoge cada año los datos que se esconden en el negocio de las armas. Por primera después de seis años, en 2017 subieron los porcentajes de venta de las cien principales compañías armamentísticas del mundo, que el Instituto analiza en su base. De ellas, el 82,4% controladas por EE.UU y Europa Occidental. "Parece que se quiere mirar a otro lado porque las mismas democracias liberales son las que exportan a las ciudades con conflictos abiertos". 

Enmarcado pues en la WPP, para Juan Romero "todo lo que se haga es poco, porque hay mucho trabajo por delante". Aún así, considera que iniciativas como la de la WPP "nacen en paralelo" para enfrentarse a "las corrientes de repliego" que están dominando las sociedades europeas y que estarían despojando de sus derechos a miles de personas. 

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