CASTELLÓN. ¿Y si una de las primeras mujeres en liderar la lucha feminista en nuestro país fuese de alta cuna? La historia de María Campo Alange (Sevilla, 1902- Madrid, 1986) ha pasado más bien desapercibida frente a la de otras grandes ensayistas como fue Simone de Beauvoir o Betty Friedan, ambas escritoras pertenecientes a la segunda ola feminista. Sin embargo, la condesa Alange se adelantó con sus ideas a las de ambas teóricas con La secreta guerra de los sexos (Revista Occidente, 1948) y al fundar el Seminario de Estudios Sociológicos sobre la Mujer (SESM), un equipo de trabajo multidisciplinar que creó en 1960 entre mujeres intelectas, a pesar de que ella misma nunca fuese a la universidad. Eso sí, por leer, leía hasta libros de medicina.
“El nombre de María Campo Alange es muy desconocido en nuestro país. Pocas veces se la cita. De hecho, cuando la he encontrado en algún escrito ha sido por autoras de Estados Unidos que se han topado con su legado tras estudiar la historia de la posguerra española. Pero, la sevillana fue pionera en las ideas feministas. Aunque pertenecía a un nivel social muy alto, supo ver la realidad que le envolvía”, manifiesta Inma Alcalá, autora castellonense que recoge ahora sus memorias en el libro La agenda secreta de María Campo Alange. Análisis de su legado en clave feminista. “Me gustaría darla a conocer, porque muchas de sus ideas pueden de alguna forma volverse a trabajar en la actualidad. Hasta tal punto que sus escritos estaban más cerca del siglo XXI que del suyo propio”, recalca la autora.
La maternidad subrogada o el fin de la prostitución
Fue cuando se trasladó a Paris que María Campo Alange -también conocida como María Laffite, su verdadero nombre- entró en contacto con el mundo del arte y al regresar a España, tras la Guerra Civil, decidió escribir un primer libro sobre la biografía de la pintora María Blanchard. “A lo largo de su trayectoria se dedicó a dar a conocer a otras mujeres. También hizo catálogos de pintoras, porque quería visibilizarlas”, explica Alcalá. Así, aunque no fue hasta los 42 años que Campo Alange empezó a publicar escritos, desde un primer momento tuvo claro su objetivo. “La condesa se relacionaba al rededor de muchos intelectuales como Eugeni d’Or, Gregorio Marañón o el filósofo Ortega y Gasset, pero rechazó muchos de los proyectos que estos le propusieron porque no coincidían con su lucha personal sobre la mujer”, explica Alcalá. Adelantada a sus tiempos, entre sus ideales contemplaba la maternidad subrogada, el terminar con la codificación de la mujer o su papel sometido únicamente a las tareas del hogar. Igualmente, la condesa estaba preocupada por problemas, todavía en la agenda, como la prostitución.
La filósofa feminista fue también vicepresidenta del Ateneo de Madrid, donde quiso impulsar diferentes actividades culturales, pero finalmente terminó dando forma al SESM, agrupación donde se cocinaron diferentes investigaciones y publicaciones como Habla la mujer o Diagnosis del amor y del Sexo. Dicho seminario intervino incluso en las primeras jornadas de liberación de la mujer y sirvió como interlocutor con las administraciones durante la transición. “Las mujeres no tenían derecho ni a tener un pasaporte y ella quería conseguirlo”.
Con todo ello, Inma Alcalá anhela que con su publicación se recuperen estudios que “resultan imprescindibles” para cualquier investigación que aborde el papel de las mujeres en el siglo XIX o XX. “Es imprescindible citarla y leerla porque, como hemos dicho, María Campo Alange hace una recopilación de la vida de mujeres importantes en otros campos de la literatura. Lo escribí de hecho para que en algún momento de la historia su debate se rebatiera y se analizara. Por entonces, se encontraba sola en un mundo donde los filósofos eran hombres y el círculo estaba todavía más cerrado y sesgado”, concluye la castellonense, quien presentará este mismo libro el próximo 7 de marzo, a las 19:00h, en la Llotja del Cànem.