ALICANTE. Es profesora de clases de Danza Teatro en Flow Espacio Vivo Alicante. Una referente de la escena contemporánea en la provincia que conoce muy bien el significado del cuerpo y del silencio, en el teatro, pero también en la vida. Formada en Sociología, confía en la idea de que el mejor actor es el auténtico, aquel que llena el vacío con múltiples palabras no necesariamente vocalizadas. Nos adentramos en su trayectoria, hablamos de la escena teatral en Alicante y, muy concretamente, del curso que va a comenzar a impartir el próximo 3 de octubre en Glub Center, titulado Estancias teatrales. Instalarse en escena. O lo que es lo mismo, cómo aprender a sobrevivir la propia vida.
-¿Cuál es el significado real de instalarse en escena?
-El concepto de instalarse se refiere a ‘vivir en’. De este modo, la escena es mi sitio. Es una metáfora que le dice al alumno: “Vive el teatro, dedícate a él como si fuera tu hogar, tu lugar de pertenencia”.
-¿Es difícil encontrar la verdadera 'estancia' en el mundo del teatro?
-Creo que es difícil encontrar cualquier estancia donde no sientas que te pertenece. Para mí el teatro es una necesidad, como lo es tener un hogar. Lo que puede ser difícil es saber lo que es vital para ti, pero cuando lo sabes, no te queda otra que ir a por ello. A estas alturas de siglo, creo que ya sabemos que las estancias laborales han de ser vocacionales, si te guías por esta premisa, e insistes, este oficio no tiene por qué ser distinto a otros.
-¿Cuál es tu formación? Cuéntanos sobre ti.
-Me formé en la escuela de Teatro de Jacques Lecoq de París, especializada en teatro físico y de creación, en 2004. Mi formación desde entonces ha estado marcada por el trabajo corporal del actor junto con el de creación. Antes del teatro me licencié en Sociología y formé parte de algunos medios de comunicación como corresponsal y redactora. Las áreas de comunicación siempre han sido de sumo interés para mí, y fueron durante años parte de mi vida laboral. La escritura siempre ha estado presente en mi trayectoria, al igual que mi interés por las cuestiones sociales o filosóficas. Ello me ha movido hacia un teatro que quiere compartir el instinto con la razón; el cuerpo con el intelecto. En definitiva, mi formación abarca múltiples recursos, ya que he adquirido conocimientos de voz, cuerpo, puesta en escena, dramaturgia y danza con diferentes profesionales.
-¿Qué técnicas vas a desarrollar con tus alumnos?
-Las técnicas provienen del juego psicofísico del actor, que luego evoluciona hacia una técnica que, sobre todo, indaga en la verdad. La credibilidad está por encima de todo. El personaje se instala en el actor o actriz y ellos tienen que dejar el espacio necesario para que el primero tome vida. Para ello empezamos con dinámicas que limpian y vacían al actor para que se convierta en el continente que, más tarde, llenará de significados. Creo en el actor inocente porque es aquel que conoce la verdad.
-Objetivo del curso: a quién va dirigido.
-El curso va dirigido a dos grupos de edad: adultos (a partir de 18 años) y jóvenes (de 15 a 18 años), con o sin experiencia, pero sí con la motivación necesaria para empezar un proceso de aprendizaje.
-Sobre la sala. ¿Por qué allí?
-Glub Center me fascinó desde el principio. Todo empezó cuando fui al rodaje de un videoclip y entré en el plató. Fue un flechazo y, desde ese momento, quise hacer la formación allí. Es un lugar innovador y con un estilo ‘europeo’ que se aleja del funcionamiento algo obsoleto de algunos centros. Creo que la escena tiene que implicarse con la contemporaneidad, y estos espacios de coworking apuestan por lo nuevo.
-Los talleres comienzan en silencio, con una máscara neutra, para luego hablar. Una especie de renacer. ¿Qué logramos con esta comunicación? ¿Qué significa?
-Cuando me refiero al silencio me refiero con ello al vacío fértil que queda después de despojarse de todas las creencias, ideas y prejuicios que tenemos sobre el mundo que hay dentro y fuera de cada uno. Solo así el estado dramático puede hacerse poco a poco visible de manera auténtica e inesperada, como ese guion que es tan bueno porque no sabes cómo va acabar. El actor se ha de sorprender para sorprender, y este viaje a la incertidumbre solo se consigue si se despoja de las ideas preconcebidas que coexisten en su mente.
-La improvisación en el teatro. ¿Qué conocemos y qué desconocemos?
-La improvisación es una técnica para la creación donde partes de ese vacío del que hablaba. Construyes de la nada y generas la ilusión. Una realidad reinventada que trasciende nuestras limitaciones. Sin embargo, es importante marcar pautas para guiar al alumno. La libertad implica una gran responsabilidad, que es la de tomar decisiones. Incluso aquellas que no podemos comprender; y aquí se encuentra el teatro que nos enseña que no se puede entender todo, al menos, desde nuestra parte racional. Por eso la improvisación como herramienta de creación es tan importante.
-¿Hay alguna aptitud, virtud, cualidad, por encima de otra, a la hora de hacer teatro?
-Virtud del teatro... La vocación, la cual responde a la necesidad de expresarte y sobrevivirte para empezar a vivirte. Angélica Lidell comentaba en una ocasión que utilizaba el teatro para encontrarle un sentido a la vida. De nuevo volvemos a lo inevitable, al actor que dice “no puedo dedicarme a otra cosa”... El talento no es hacer algo extraordinario sino hacerlo porque lo sientes extraordinario. Esta es la verdadera virtud.
-¿Qué destacamos de la escena teatral alicantina? Fortalezas...y debilidades.
-La fortaleza y la debilidad se juntan en este caso; es decir, el poco apoyo e interés hacia las artes escénicas te dejan espacio para crear y construir sobre un terreno virgen, donde no hay mucho. Sí que es cierto que en los últimos años las instituciones se han ido implicando algo más y nos ha favorecido, sin embargo, Alicante sigue sin tener una escuela oficial de artes escénicas y la constitución de la ‘casa del teatro’ por así decirlo, es vital, tal y como explicaba al principio, no hay crecimiento si no hay un hogar donde puedas crecer. Las artes escénicas en Alicante son las "sin techo" de las artes, ya que el resto de disciplinas sí que tienen escuelas oficiales.
-Arte y movimiento, en Vera Lebrón, ¿qué viene antes?
-El Arte, sin duda, que responde a la manera de mirar que tenemos, a cómo percibimos la realidad. A partir de esa mirada empezamos a movernos.
-Tus otros proyectos y los espacios. Y en Las Cigarreras.
-Con este proyecto: FAE (Formación Artes Escénicas) pretendo desarrollar, junto con otros colaboradores y espacios, el tejido teatral necesario para que de esta provincia surja una cantera cualificada y motivada de actores y actrices. Han sido algunos los intentos, como fue el caso de Ciudad de la Luz, del que formé parte del profesorado, y lamentablemente no se supo concentrar la fuerza para que el proyecto se impulsara, lo cual es habitual en esta ciudad. Por lo general, la mayoría de formación actoral es dispersa y con poca o escasa unión entre los profesionales que somos. No lo percibo como algo negativo sino más bien como un hecho que puede transformarse. Con el Centro Cultural Las Cigarreras, de momento, estoy esperando una respuesta concreta sobre el día que voy a impartir allí, pero, si todo va bien, serán los martes para el grupo joven. Con dicho centro llevo colaborando desde sus inicios y espero seguir haciéndolo, pues veo necesario que una parte de la formación la represente un organismo público.
-Breve historia de Danza Flow Alicante.
-Flow Espacio Vivo Arte y Movimiento es uno de los lugares con los que voy a colaborar. La especialidad que voy a impartir es la de danza teatro ya que es una escuela de danza y movimiento, y cree profundamente en la sinergia artística. Es una escuela de danza diferente e innovadora que me abrió sus puertas hace año y medio, y que me ha permitido introducir la interpretación en la danza; de nuevo, la unión hace la fuerza.