CASTELLÓ. Que el Festival de Teatro Clásico de Peñíscola no será como otros años es algo que ya sabíamos de antemano. Pero que personajes de época reciten a través de versos, rimas y canciones, las medidas de seguridad a seguir por la Covid-19 es algo que, posiblemente, cause hasta cierto impacto. La de este 2020 será, sin más, una edición singular en todos los sentidos y como dice su director, Carles Benlliure, denotará "la supervivencia del teatro", un arte incapaz de frenar su capacidad de reinventarse.
Acostumbrada a celebrarse durante un mes, la cita cultural ha recortado presupuesto y duración para concentrar del 16 al 31 de julio la actuación de ocho compañías escénicas. Así lo indicó este lunes durante la presentación de su programa oficial la diputada de Cultura, Ruth Sanz, quien aseguró que el distanciamiento social no será motivo para vivir una peor experiencia, sino todo lo contrario, "será mejor que en ediciones pasadas", afirmaba. Lo cierto es que pese a que sus organizadores traten de que luzca lo más natural posible, el Festival de Teatro Clásico de este año será distinto, aunque no por eso menos bueno.
Eso sí, sus responsables son conscientes de que no por competir contra menos agenda lo van a tener más fácil para captar a un público joven que todavía se les resiste. "No creo que este año sea especial y que haya gente que diga, como no tenemos discotecas vamos a ir al Festival de Teatro Clásico de Peñíscola, pero vamos a continuar en nuestra lucha por hacer ver que aunque hubo una época en la que este género parecía muy serio, después llegó una mirada nueva que lo transformó. De hecho, hablamos de teatro clásico pero realmente es contemporáneo, porque aunque son textos clásicos, los directores son contemporáneos, los actores, el espacio y el público también. No tenemos el mismo tipo de sociedad que entonces ni las obras duran entre cuatro o cinco horas. El teatro se ha adaptado y eso es importante que se sepa, sobre todo en Peñíscola donde debe haber mucho más que un turismo de sol y playa", ha explicado Benlliure a Castellón Plaza.
A partir de aquí, al igual que ha ocurrido con la mayoría de citas culturales que han optado por continuar adelante, se ha tenido que reestructurar toda la programación. Según explica Benlliure, ha sido necesario reducir el espacio escénico para ampliar el patio de butacas del castillo, todo esto sin saber todavía cuál será su aforo exacto. Y esta, junta a otras medidas técnicas, ha llevado a que algunas compañías no puedan actuar por necesitar unas infraestructuras de mayor tamaño. "Han sido muchas horas de trabajo para recolocar las actuaciones, adaptar la programación y el castillo, cuadrar fechas. Una gestión muy difícil, pero pienso que valdrá la pena el resultado", señala Sanz.
No serán las compañías valencianas las que ocupen el grueso de la programación, pero sí habrá cierta representación. Por un lado, desde Vila-real, los profesionales de La Fam serán los encargados de ofrecer el espectáculo de clausura del festival. Una actuación hecha a medida para la cita y que contará con la proyección del documental Gent divergent, protagonizado por personas todas con daños cerebrales, miembros de la asociación Ateneu de Castelló. Junto a ellos, la cia Crit representarà El Increíble asesinato de Ausiàs March, que cuenta entre sus intérpretes con la borrianenca Rebeca Izquierdo. Con texto de Daniel Tormo y Anna Marí, la obra lleva más allá el legado del poeta valenciano a través de un thriller en el que además se tratarán de conocer las causas de un asesinato.
Y es gracias a la colaboración con la junta de Extremadura que el Festival de Teatro Clásico de Peñíscola contará entre sus filas con tres compañías de esta provincia, dos de ellas habiendo coproducido con el prestigioso festival de Mérida. De un lado, Teatro del Noctámbulo llevará Tito Andrónico, la que se dice que es la obra más violenta de William Shakesperare, por la cantidad de asesinatos y mutilaciones que hay. Aunque según apostilla su director, Antonio C. Guijosa, lo que la hace fascinante no son los actos violentos, sino los mecanismos que llevan a esa violencia y la medida en la que se ejerce. De otro lado, aterrizará a la provincia Hipólito de Euripides, a cargo de Maltravieso y la Almena; y Celestina, la tragiCLOWNmedia de Escalera de Tijera, una propuesta diferente en la que hay poco texto, bastante teatro gestual y no faltan los malabares, los portés, las acrobacias y el humor.
Con todo, este paseo por los clásicos del teatro se completará con Un Musical Barroco, donde la compañía Proyecto Barroco tomará como referencia este periodo histórico para rendir homenaje a nuestros antepasados escénicos, desde "el más insigne" escritor hasta el "más humilde" de los juglares. También se podrá saborear el Amor oscuro de Federico García Lorca, por Viridiana Producciones. Una historia de once sonetos y once personajes que repasan once poemas y la vida del escritor. Por último, la compañía Castro Romero Flamenco presentará Buscando a Cervantes, un espectáculo de danza contemporánea que indagará en los viajes, aventuras y cautiverios del novelista español.
Este año como novedad, el Festival de Teatro Clásico también ocupará la red como compensación por el menor aforo que habrá en su 23 edición. Así, junto a la programación teatral, se han preparado unas jornadas online en las que directores, actores, dramaturgos y programadores culturales, entre otros perfiles, analizarán el nuevo escenario al que se enfrenta el mundo de la cultura y las nuevas posibilidades que se abren con la pandemia. "Nos dimos cuenta hace tiempo de que hacía falta fomentar esa vertiente, por lo que la Covid-19 ha sido el input definitivo. Además de esto, se entrevistarán a directores, actores o incluso técnicos que estén trabajando en ese momento en el castillo", ha concluido Benlliure.