EL CAMPELLO. La Iniciativa Dharma, Fall-Out y Vault-Tec, Mad Max, Walking Dead, la agorafobia universal de Los últimos días, ¿qué tienen en común todas estas ficciones? La utilización de un contexto postapocalíptico distópico como "reglas de juego". Este es también el argumento que utiliza Luna Negra, asociación sin ánimo de lucro que realiza eventos de temática post-apocalíptica en España. El grupo nació el 3 de febrero del 2016, y está inspirado por Wasteland Weekend USA y festivales de fantasía en los Países Bajos, con el objetivo de organizar eventos post-apocalípticos en todo España. El nombre de Luna Negra fue creado un poco mas tarde, durante un concierto en la playa y, "tras unas cervezas y la llegada de la hora bruja, se decidió su nombre, gracias a la magia del momento".
Anton (Antonius Henricus en facebook), inició el grupo y dirige Luna Negra junto con Rebeca Zarandona. Con Rebeca hemos hablado para que nos cuente sobre el festival que los días 30 de septiembre y 1 de octubre se ha celebrado en el Fun West de El Campello, un escenario ya de por sí bastante singular. Un festival que dos zonas diferenciadas como Zona Contaminada y Zona Oxígeno ha ofrecido la actuación continuada de al menos 12 Dj’s, grupos de electro-dark, techno-dark, hard-rock, death-meta y rock industrial, provenientes de València, Cádiz o la República Checa, batallas de Airsoft, rol zombie en vivo, espectáculos de calle, la presencia de los imponentes objetos móviles de Carros de Foc, y mucha, muchísima caracterización post-apocalíptica y performances, todo ello con una finalidad divulgativa y formativa en el mundo del reciclaje y la conservación del medio ambiente.
-Alicante Plaza: ¿Cuál es el concepto y la filosofía de la asociación Luna Negra?
-Rebeca Zarandona (Luna Negra): El concepto de la asociación es (un poco entrecomillado esto), educar a la gente de manera indirecta y divertida en el respeto al medio ambiente y aprender a reciclar. Este es nuestro fin. ¿Cómo? Pues como las personas somos tan difíciles de educar, ya que cada uno somos de una madre y de una familia, qué mejor manera que de una manera divertida, vistiéndote, reciclando prendas, de una rueda o una bolsa puedas hacer una tela, de muchos tipos de materiales puedas hacer prendas. Así es que de esa manera, en nuestro pequeño y humilde grupo, hacer que las personas aprendan lo que es un plástico, un cartón, aprendan a poner cada cosa en su sitio e, incluso, no tirar, evitando este materialismo consumista que, en cierto modo, ya es un apocalipsis. Este mundo que vivimos ahora mismo es una especie de apocalipsis, aunque no me guste la política, esta época que estamos viviendo, a ese nivel, en cuanto a catástrofes atmosféricas, están ocurriendo muchísimos cambios. No es que pretendamos estar preparados para que cuando llegue un tsunami vayamos a salvarnos, no llegamos a ese nivel de frikismo, pero sí queremos concienciar a las personas de que pueden aportar algo. Ese es nuestro mensaje.
-AP: ¿Y lo habéis ido vistiendo de una narrativa?
-RZ: Sí, sí, como en esto sí que somos unos frikis que nos gusta disfrazarnos, hemos ido poquito a poco, creando esa temática postapocalíptica que en España no está nada vista, pero que en Estados Unidos o la República Checa, por ejemplo, ya tienen un seguimiento multitudinario. Y que la gente se divierta. El caso es que de ser 100 o 200 en toda España, ya somos unos 1300, pero 1300 muy activos.
-AP: Y de ahí surge este festival...
-RZ: Sí, pero al festival no sólo vienen gran parte de los socios activos de aquí, sino de gran parte de Europa, principalmente de la República Checa, y también viene la que es un poco nuestra madre, Wasteland Weekend, desde Estados Unidos. En principio el aforo está previsto para los socios y participantes confirmados, que hacen una pequeña aportación que nos permite sufragar parte de los gastos –parte… hay que tener en cuenta que el montaje es impresionante, desde coches tuneados tipo Mad Max que hemos tenido que traer aquí con grúas, a todo el atrezzo, montaje de escenarios, etc.-, ya que somos una organización sin ánimo de lucro, gesto que solo se hace para los grandes eventos. Para los pequeños eventos, como los de fotografía, que organizamos a lo largo de toda la península, durante todo el año, al final corremos nosotros con los gastos, incluso echamos una mano a quien participa. En el festival ya tenemos un aforo máximo permitido de unas 500 personas, completo.
-AP: ¿Y por qué en El Campello y en el Fun West? ¿Tenéis previsto repetir localización?
-RZ: Se trata de un gran Festival, una especie de Feria de Exposiciones Post-apocalíptica, una convivencia de dos días en la que hay nuevos socios que vienen y no saben lo que se van a encontrar... en el año y medio que llevamos Anton y yo formando gente y amigos en esto, hay muchísimas cosas nuevas a compartir que van a ser una sorpresa para todos. En principio esta es una convocatoria destinada para estos socios y colaboradores, pero bienvenida sea toda persona interesada en esta temática, así es que este año el Fun West ha sido el escenario perfecto, porque se prestaba a ello, por sus propias condiciones "postapocalípticas" y de gran tamaño. Pero dado el éxito, para la segunda edición, el año que viene, en la que ya estamos trabajando, también se nos ha quedado pequeño, porque ahí sí queremos asumir todo ese público "externo" interesado, además de los socios, así es que ya estamos pensando en un gran espacio desértico, más al sur de España, donde podamos dar el salto de 500 a 5000 personas.