VALÈNCIA. À Punt sigue sin encontrar la tecla que conecta con su audiencia en la franja de la tarde. La radiotelevisión valenciana ha cancelado Som de casa, el magazine que sustituyó al también cancelado hace un año Bona Vesprada.
El programa presentado por Ximo Rovira y Gema Payà ha sido la gran apuesta de la temporada de À Punt, hasta el punto en el que la cadena alineó el claim de su nueva temporada con el título del programa. Pero prácticamente desde el primer momento, las audiencias fueron muy discretas, lastrando la media del canal, que lleva todo 2024 con un share con tendencia bajista.
La productora valenciana IllusionMediaTV se alió con el Grupo Izen para poner a punto este magazin, que contaba con la vuelta de Ximo Rovira a la televisión pública como principal reclamo. Además, se segregó una sección llamada Tres de casa, que incluía una tertulia ciudadana de temas desenfadados.
Los dos programas han desaparecido fulminantemente de la parrilla este lunes, para sorpresa de algunos espectadores. Ni se había anunciado una fecha de despedida ni ha habido anuncio alguno en redes sociales —ni siquiera las del programa.
De esta manera, À Punt certifica que las tardes sigue siendo la franja más complicada para hacerse algún hueco, por muy pequeño que sea. À Punt Directe fue cancelado en noviembre de 2020 (a mitad del curso televisivo) por falta de audiencia, tras otro intento fallido, La Terrassa, que se probó en verano de ese mismo año como posibilidad de transición tranquila.
Entonces llegó Bona Vesprada y Màxim Huerta, que animó los primeros meses las audiencias pero pronto se estancó. La salida del presentador del formato hundió el dato y el programa acabó cancelándose en mayo de 2023.
¿Un nuevo formato para las tardes?
Ahora, À Punt se pone en el rincón de pensar. Y si bien en las anteriores dos ocasiones el debate estuvo en qué productoras y qué presentadores podrían renovar la propuesta de magazine de tarde, las circunstancias actuales invitan a una reflexión más profunda.
Como ya ha ido contando este diario, la situación financiera de À Punt es especialmente frágil este año porque, hasta que no se resuelva el laberinto judicial del IVA, se había comprometido un presupuesto que el Consell no va a transferir finalmente.
A partir de aquí, cabe pensar que À Punt se piense bien si quiere poner en marcha un formato tan caro como un magazine diario viendo que la competencia en la franja de tarde no le permite dar con la tecla.
Los problemas presupuestarios precisamente fueron los que acabaros precipitando programar L’Alqueria Blanca la noche de los domingos en vez de ser una tira diaria de tardes. Los capítulos tenían que alargarse mucho más en la temporada, aunque se grabaron pensando en que se emitieran con una frecuencia diaria. La cuina de Morera, por su parte, también despareció de la parrilla diaria por lo mismo, ahorro de costes.
Atrapa’m si pots y el resto de concursos parece que sí están en la media de la cadena, por lo que su futuro estaría asegurado. Por ahora, este verano À Punt emitirá telenovelas internacionales, como Inspectora Marleau y Hotel Voramar.