Foto: EVA MÁÑEZVALÈNCIA. "La Marina de València se convierte en el epicentro de un distrito litoral marítimo recuperado por la ciudad para el futuro y con voluntad de aglutinar complicidades empresariales y propuestas institucionales. Es mucho más que un puerto", aseguraba este pasado mes de julio el alcalde de València, Joan Ribó. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y parece que al primer edil se le están haciendo bola sacar adelante ciertos proyectos en este entorno, provocando un fuerte bloqueo para el desarrollo innovador en el 'cap i casal'. Un atasco que ya está teniendo consecuencias.
Así, el empresario valenciano Juan Roig ya ha lanzado un órdago al consistorio valenciano tras meses de espera para la ampliación de Marina de Empresas en el Tinglado 4. Un compromiso adquirido en el mes de julio por el propio Ribó, quien anunciaba la cesión del espacio al presidente de Mercadona, pero que siete meses después sigue paralizado. El calendario marcaba diciembre en plazos. La realidad es que la expansión del espacio de emprendimiento está atascada y desde el proyecto del empresario valenciano molestos.
Pero no es el único 'dolor de cabeza' que tiene el ecosistema tech en València. A esta parálisis se suma la de otras importantes iniciativas en este enclave marítimo como es la Estación Marítima, el futuro de los Docks o el de la base del Alinghi. Proyectos que fueron anunciados a bombo y platillo, pero que en muchos casos han sido los propios técnicos municipales los que los han frenados y, en otros, cierta pasividad del consistorio valenciano.
Y, en el caso del Tinglado 4 para la Marina de Empresas de Roig, ya hay ciudades como Barcelona que buscan aprovecharse de esta situación para atraer al empresario. En este sentido, Javier Jiménez, director general de Lanzadera -iniciativa que compone Marina de Empresas junto a EDEM y Angels-, visitaba Barcelona y el Ayuntamiento de Ada Colau le ofrecía concesiones a 25 años en espacios ya reformado y sin necesidad de inversión previa.
No obstante, desde Marina de Empresas aseguran que su vocación es generar tejido empresarial y riqueza en la ciudad de València, pese al interés mostrado por otras ciudades, pero admiten tener la sensación de que "no hay un interés fuerte del Ayuntamiento de València por hacer de la Marina un polo innovador y emprendedor potente".
Pero no es el único proyecto. Al alcalde también se le está atragantando el futuro de la antigua base del Alinghi, en La Marina. Su intención fue adjudicársela 'a dedo' al servicio autonómico de empleo, Labora, para que ubicara allí un centro de orientación y emprendimiento. Sin embargo, lo hizo sin el visto bueno de la Conselleria de Hacienda, con el rechazo de sus socios de gobierno, el PSPV, encabezado por Sandra Gómez, y con reparos de los servicios jurídicos municipales.
Al final, un recurso del PP llevó a Compromís a recular y anular la cesión directa del inmueble al organismo de la Generalitat. Y es que un informe de la asesoría jurídica del consistorio estimó el recurso de los populares al señalar que, de acuerdo con la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas, sólo se puede hacer una adjudicación directa "por las peculiaridades del bien, la limitación de la demanda, la urgencia resultante de acontecimientos imprevisibles o la singularidad de la operación". Aspectos que no estarían lo suficientemente justificados en este caso.
De hecho, la propia concejalía de Patrimonio reconocía que "debería haberse concretado más las causas" que justificaron la adjudicación 'a dedo' de este enclave a Labora, sin concurrencia ni publicidad. Por tanto, el futuro del edificio sigue en el aire y sin visos de un nuevo inquilino en el corto plazo.
Tampoco resultará fácil dilucidar en el corto plazo qué pasará con los Docks. El Ayuntamiento lanzó un concurso para un data center en el inmueble y el alcalde quiere adjudicar "lo más pronto posible" el uso del edificio. Sin embargo, su voluntad se ha encontrado con varios obstáculos por el camino como son hasta cuatro peticiones, de diferentes organismos, para que paralice la convocatoria ya que el inmueble está en proceso de posible catalogación como Bien de Relevancia Local (BRL), lo que elevaría su nivel de protección.
Por un lado, el Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural formuló la petición para elevar la protección a BRL, pero también el grupo municipal del Partido Popular, el Síndic de Greuges e incluso la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) han solicitado la parálisis del proceso. En este último caso por un motivo de fuerza mayor: las dudas sobre si el uso que se quiere dar al edificio se puede considerar "de utilidad pública o interés social".
Tanto es así que el propio presidente del Puerto, Aurelio Martínez, envió a Ribó una carta para que parara el concurso atendiendo, también, a un informe de la Abogacía del Estado en València "en el que se analiza el concepto de utilidad pública e interés social en el ámbito de la gestión de su patrimonio por parte de las Administraciones Públicas, en general, y de la Autoridad Portuaria, en particular".
Martínez solicitó a Ribó que esperara al análisis de los letrados la Abogacía del Estado en una conclusión que en la que el consistorio no sale bien parado. "El destino a dar a los bienes no podrá ser el explotarlos por el Ayuntamiento para la obtención de rendimientos", se especifica en el informe de Abogacía, publicado este sábado por Valencia Plaza. Un escrito en el que concluye que la propiedad de todos los inmuebles que han sido arrendados por el Consorcio València 2007 en los últimos años debería revertir a la APV.
También se está demorando la reforma de la Estación Marítima, aunque ya se encuentra en manos del puerto. Tras el lío por su adjudicación, la que fuera adjudicataria del espacio, la belga Fosbury & Sons, finalmente se retiraba, y daba vía a la candidatura alternativa liderada por Startup Valencia para dar uso al espacio tras años en stand by. En principio, las obras en el inmueble iban a arrancar en febrero para abrir el hub tecnológico tras el verano, pero por el momento siguen enfrascados en cuestiones burocráticas. Un proyecto de hub tecnológico que albergará más de 500 puestos de trabajo de alta cualificación. Además, se estima que más de 5.000 profesionales del sector participarán anualmente en distintas actividades, programas y eventos de formación que allí se desarrollen.
