Los madrileños sacaron nuevo disco en febrero y casi inmediatamente comenzaron a girar con él. El próximo viernes presentan Detroit en la final de Sona la Dipu, un concierto en la Eliana donde comparten cartel con Love of Lesbian
VALENCIA. Ford, General Motors y Chrysler construyeron el gran sueño americano en Detroit, la ciudad más grande del estado de Michigan. La alfombra roja por la que entraron en los años cincuenta se recogió cuando cerraron, y lo único que quedó, fue la huella que deja toda vieja gloria. La capital del condado de Wayne llegó a alojar a dos millones de habitantes, pero la población cayó hasta los 700.000. Una ciudad equipada para estos millones y esta industria motora, sufrió secuelas en forma de desocupación, pobreza y un gran aumento de la criminalidad. El claroscuro es su idiosincrasia, al pasear por ella se puede apreciar que está intentando resurgir de sus cenizas, pero algunos barrios son calcos de un auténtico pueblo fantasma.
Como metáfora de su situación actual, Miss Caffeina bautizó su tercer trabajo de estudio pensando en ella. Detroit, es un álbum con 11 temas donde los sintetizadores y el sonido electrónico son los protagonistas. Sin tapujos, el cuarteto ha apostado por el cambio, por un synth pop con influencias musicales de Michael Jackson, New Order, Mecano o Tino Casal. "Me acabo de meter en un túnel gigante", así empezaba Alberto Jiménez (vocalista del grupo) una entrevista que se cortaba por momentos y en la que se mostró como el artista espontáneo que es.
-Después de un verano lleno de festivales, ¿qué momento está pasando Miss Caffeina?
-Pues para nosotros todavía no ha acabado el verano, la época de festivales llega hasta finales de octubre, empezaremos en noviembre la gira de salas. Todavía seguimos en la gira de verano y es la que más estamos disfrutando.
-Tengo entendido que en el verano de 2014 acabasteis muy quemados tras la gira de festivales, que fue muy extensa. ¿Este año está ocurriendo lo mismo?
-Puede ser que estemos tocando el doble, pero todo ha cambiado bastante. Estamos más tranquilos ahora. La hemos planteado de otra manera, hemos descansado mucho y lo hemos ordenado todo bien. Pasaban cosas... Esta gira no tiene nada que ver. En la gira anterior todos conservábamos nuestros trabajos, ahora estamos 100 por cien en la música. Antes teníamos problemas internos, saber con quién rodearte, quién te viene bien es muy importante. No fue en absoluto entre nosotros, aunque obviamente la convivencia es tan fuerte que si puedes terminar un poco cansado. Hasta de tu familia [ríe]. Había hastío.
-¿Se conocen las fechas para veros en la gira de salas? ¿O las ciudades? ¿Qué os diferenciará de los conciertos en festivales?
-No, no sé las fechas [ríe]. En Madrid seguro, empezamos directamente con los festivales, no hemos hecho presentación del disco en Madrid; pero será más tarde, ya en 2017. Habrá conciertos en unas 10 ciudades. La diferencia principal es que habrá más tiempo, el público viene a escucharte a ti. Podremos tocar el disco entero e intentar traer canciones antiguas, preparar alguna sorpresa, e incluso alguna versión.
-En el Sonorama apareciste de espontáneo con el Dúo Dinámico. Cantaste con ellos 'Resistiré', ¿es un himno de liberación como 'Mira como vuelo'?
-Sí, puede ser una canción con el mismo mensaje positivo. A pesar de la incertidumbre, lo negativo, alrededor siempre hay un momento para darte de cuenta de que todo es soportable. Hay que mirar adelante y ser muy positivo. Guardan el mismo significado, pero la canción del Dúo Dinámico es quizás con más penuria, sobre los golpes de la vida… . Es más explícita, pero sí, es un símil muy grande.
-¿Cómo surgió la colaboración?
-Se planteó la idea de que tocasen con un artista que fuera afín a la escena del Sonorama, pero el director propuso a unos cuantos y surgió de ahí. Nos trataron súper bien. Después del concierto fuimos Eva Amaral y yo a saludarlos y estuve una hora y media hablando con la mujer de uno de ellos sobre toda la época del Dúo.
-Miss Caffeina no nació de una forma tradicional, con un anuncio en Internet, ¿no?
-Sí, cada uno teníamos proyectos a parte. Sergio [teclados, guitarra y sintetizador] había tocado en otra banda, Álvaro [guitarra eléctrica] había tocado antes y yo era cantautor. Creo que los tres buscábamos otro tipo de banda. Puse un anuncio en un foro, ya no me acuerdo de cuál la verdad. Contactamos y quedamos y pensamos que podría salir algo guay. Luego se unió Tonino [bajo eléctrico]. A veces, cuando tienes que tocar con tus amigos, coincidir en las preferencias es muy difícil. Hay gente que estudia, que no se dedica del todo... Cuando nos juntamos estaba muy claro que queríamos dedicarnos a la música.
-Detroit, Michigan, ¿por qué este título?
-Porque queremos hacer un símil de la época [2014] que pasamos que no estábamos muy seguros y no nos apetecía seguir. Una época de oscuridad, pero que reaccionamos a tiempo y sabíamos que teníamos que remontar. Detroit, de la oscuridad a la luz. Su apogeo fue en los años 60 y 70, pero si ahora ves cualquier documental ves una ciudad devastada, puedes andar y andar y no ver a nadie. Mucha gente se fue cuando desapareció la industria. Pero poco a poco, gracias a la gente que se quedó la ciudad empieza a resucitar. No hemos estado, pero nos gusta tan lejana y tan desconocida para contar nuestra historia. Lo que transmiten las canciones cuando tú coges el disco, es baile, pero también tienen un poso nostálgico. Te cuentan algo muy transcendental. Nos gusta hablar de cuando te cuelas en la oscuridad pero ves una pequeña luz.
-Aunque esté tratando de renacer, sigue siendo una ciudad quebrada. En cambio vosotros, estáis probablemente en vuestro momento de popularidad más dulce...
-Es una ciudad quebrada, pero es una ciudad que puede entrar en un ciclo y mejorar poco a poco. Hay gente que invierte en esa ciudad y hay movimientos alternativos que crean huertos para abastecerla, sin tener que traer desde fuera que es mucho más caro. Son cosas muy pequeñas, donde hay luz es donde hay que ir. Para nosotros, sí, es nuestro momento más dulce. La música está llegando a más gente, sonamos en sitios donde antes no sonábamos.
-Guitarras por sintes, ¿por qué ese cambio?
-Imagínate que llevas la misma ropa del Zara desde hace cinco años... luego te ves y piensas que cómo podías llevar eso. Nos pasa lo mismo, te apetece vestir las canciones de otra manera, sobre todo te influye música y referentes que antes te daban hasta vergüenza decir que escuchabas. "Uy no, esto es muy pop". En este disco nos quitamos el miedo a ser horteras y quitarnos el miedo nos dictaba la canción. Ir hacia otro sitio no nos ha dado miedo. Dentro de unos años, no sé lo que nos deparará. Hay una base bastante común del tipo de canción o el lenguaje que queremos, pero como vestirlo espero que siempre sea diferente.
-¿Experimentáis para huir de la zona de confort?
-Arriesgarte, eso es. Podríamos haber sacado otro disco igual que el anterior. Quizás nuestro público de antes estaría contento, pero no hubiéramos ganado todo el que tenemos ahora. Nosotros sabemos que hay gente que no le ha gustado el cambio en la producción, pues buen viaje, es normal. También hay grupos que no me gustan lo que sacan y dejo de escucharlos.
-¿Cómo gestionáis las pistas de sintetizadores en los directos? ¿Puede sonar igual que en los estudios?
-Casi todo se toca, Antonio y Sergio a parte de sus instrumentos, también tocan teclados. Llevas cosas lanzadas, llevamos una base o un sonido que no puede sonar en directo. Lanzas cosas pregrabadas. Algo muy gracioso que leí en La historia de Mecano, la fuerza del destino, era que cuando lanzaban pregrabaciones, el público se enfadaba y les tiraban botellas. Les gritaban que hacían playback... Pero hay cosas que no se pueden tocar. Es un elemento más del directo, cuando tocas el teclado hay muchos sonidos, por ejemplo el sonido del violín. Obviamente sabes que no hay doce violines tocando, pero lo tocas. El lanzar algo es un elemento más. Una cosa es hacer playback, otra lanzar. Hay mucha tontería, "el músico tiene que ser cuadriculado"... Si vas a un concierto de Coldplay, de Beyoncé, no pasa nada que se lancé, pero en otro concierto de pop...
-¿Hay miedo en el indie por aparcar la guitarra?
-Cada vez menos, no sé si es como una especie de moda, pero un montón de grupos están tirando por referencias de baile, de sintes y demás. "Bueno es que si somos un grupo de rock, que las guitarras suenen más bajitas o desaparezcan da un poco de cague". Aún así, somos un grupo de guitarra, en el disco hay guitarras, pero queremos usar un sonido de teclados por un tema de estilo. No toda la vida, por ser un grupo de guitarras, tiene que estar altísima.
-Además del sonido, también hay un cambio estético. Hay mucha luz, ya no te vemos con el clásico antifaz...
-Va un poco con la idea del disco, cuando te pones a hacer un disco te transmite un tipo de cosas. Mucho color, mucha luz. En la portada, en las fotos de promo, en el arte del disco, también en el directo, la escenografía. La imagen va acorde. Es como lo que te decía de marcar la época del cambio, de la anterior era mucha más oscura a esta. Marcar la imagen de cada disco de una forma natural, no disfrazarse. La gente nota cuando es una pose.
-¿'Oh Sana' es autobiográfica?
-No y sí. Es un tema que habla de muy cerca, habla de la experiencia de mi alrededor. Como vivir en una tradición católica, una educación católica puede lavarte el cerebro y hacer que esté programado para rechazar según que cosas.
-¿Alguien te recomendó no reconocer tu homosexualidad?
-Sí. Hubo gente, pero muy poca, alguna me lo recomendaron. Soy un artista y con la repercusión tengo ese compromiso. Tenemos fans muy jóvenes que son gays y si esa gente me admira y viene a un concierto, si decides ocultarlo, lanzas un mensaje que confunde. Se necesita más modelos a seguir, hay muchos músicos que son gays y no lo dicen. Lanzan un mensaje equivocado a los más jóvenes, ¿si lo ocultas es más probable que triunfes? No.
-¿Es cansino que la prensa siempre pregunte a los músicos por la sexualidad o la política?
-No es cansino, a mí me interesa mucho saber cosas de los artistas a los que admiro. Entiendo que hay gente que no le interese y solo quiera saber lo estrictamente profesional. Si que quiero saber qué piensa sobre la vida, la religión, saber qué vota. No me importa hablar de cosas personales, pero de íntimas sí.
-Con este trabajo parecéis más libres.
-Sí, estamos mucho más libres. Cuando llevas mucho tiempo dedicándote, coges experiencia sabes cómo no ponerte nervioso, cómo reacciona la gente cuando haces esto. Coges tablas, como la gente antigua diría [ríe].
-4 EP's y un tercer álbum de estudio. Habéis probado la escena independiente y el cobijo de una discográfica multinacional. ¿Dónde estáis más cómodos?
-Hay como dos partes, hemos hecho la música que hemos querido siempre, hemos grabado con los productores que hemos querido y también los videoclips que pensábamos. Al principio trabajábamos nosotros solos, pero un día una discográfica quiso invertir. Ahora somos más compañeros, es muy beneficioso, estamos muy agradecidos a la multinacional [Warner Music], es una experiencia muy positiva. Nunca nos han dicho "haz esto", nos aconsejan.
-Has participado en los proyectos de Javier Ambrossi y Javier Calvo, La llamada y Paquita Salas. ¿Cómo ha sido componer para ellos?
-Muy bien, son amigos míos desde hace muchos años. Cuando necesitaron canciones originales para el musical me llamaron. Están muy locos, me dieron referencias muy locas de lo que querían. Me dijeron que pensara en La Sirenita. Es mi película favorita y como era un musical también pensé en Jesucristo Superstar, fue una mezcla de las dos. Lo que mola es ir al teatro, yo ya lo he visto cuatro o cinco veces, cada día hacían diferentes épocas y es bastante emocionante. Ya había hecho otra para una obra de teatro que tenían, Miss Fogones Universal, y La llamada empezó en el Teatro Lara y se ha convertido en algo muy grande. Tres años llenando todo, una gira por España y México... y ahora haciendo la película. Estoy muy contento. En Paquita Salas sí que la canto yo, la serie que han hecho para Atresmedia.
-Empezasteis en MySpace y siempre habéis agradecido su papel a las redes sociales. ¿Hasta qué punto son necesarias?
-Hoy en día son súper necesarias, si no estás no existes. Fíjate que ahora que no hay dinero para grandes campañas, más. Nosotros no hicimos nada de campaña en la tele, el más potente para promocionar. Invertimos en Facebook, Spotify... la gente se mueve más por las redes sociales. ¿Quién no tiene hoy en día? Si tiene hasta Obama.
-¿Las lleváis vosotros?
-Sí, las llevo todas. Sí que es verdad que no puedo contestar a casi nadie, aunque lo intento poco a poco. Eso sí, lo leemos todo, todos lo comentarios, los tweets. Incluso si nos mencionan. Queremos saberlo todo, a mí me encanta. A veces, me ha pasado publicar cosas y fotos mías en el Facebook de Miss Caffeina [ríe].