VALÈNCIA. Con los tiempos que corren haría falta empezar a cotizar con menos de ocho años, solo de esta manera -y tal vez a una edad razonable- una persona podría pagarse un pequeño piso en su propia ciudad. Un joven becario podría aprender también a conseguir las cosas antes que nadie, a organizarse y a esperarse un golpe menos fuerte por la llegada a “la vida adulta”. También podría comenzar a conocer algunos sectores que mueven el mundo, como el editorial, es por ello que la editorial valenciana Media Vaca comienza a trabajar con niños a partir de los 6 años, con un proyecto en el que los jóvenes autores son los protagonistas de “su primer libro”, gracias a la colección Aún aprendo. En esta invitan a los niños a someterse a un ejercicio creativo que más tarde será publicado. Para ello Vicente Ferrer y Begoña Lobo trabajan con niños de seis a siete años, del Colegio Municipal Benimaclet, para componer dos títulos dentro de esta colección tan única: ¡Que vuelvan los estorninos! y De la mosca y su utilidad, dos libros en los que los protagonistas son los niños.
Tal y como lo explica Ferrer todo comienza cuando Silvia, la hija de la ilustradora valenciana Marta Pina, sugiere “reunir a sus amiguitos del cole” para trabajar en un libro, algo que más tarde se hace realidad gracias a la editorial valenciana Media Vaca. A través de cinco sesiones con once niños y niñas de seis años se compone ¡Que vuelvan los estorninos!, un relato dibujado que se basa en la historia real de una invasión de pájaros estorninos en València en los años 80 que se soluciona por parte del Ayuntamiento espantándolos con una traca.
Ahora bien, ¿cómo lo habría hecho un niño? Ofreciéndoles esta premisa Ferrer les invita a que dibujen posibles soluciones a través de sus ideas disparatadas: “Basándonos en un artículo de los años 80 y contándoles la historia les proponemos que sugieran algunas ideas para que València se librara de los estorninos, queríamos que dibujaran los pájaros y que inventaran sus propias soluciones”, explica Ferrer quien admite que son creadores exigentes que no se dejan doblegar por lo editorial ya que “van derivando hacia el lugar que les interesa a ellos”.