A DISCRECIÓN

Contra el calor: 'afterwork', un gin-tonic, un paseo por las esculturas de Tony Cragg y una fiesta en terraza

30/06/2018 - 

VALÈNCIA. Parece que ahora sí: llegó el verano y un calorazo de aúpa. Es posible que ardamos, pero los siguientes consejos le facilitarán un tránsito hedonista y estiloso hacia la ignición. ¡Ánimo!

Apúntate a la fiebre 'afterwork'

A la salida del trabajo hay que refrescarse, descomprimir, relajar músculos (y cerebro). Universitario, viajero, habitante de oficina, freelance, sesentón con alma adolescente, he aquí tu recompensa al salir de clase: un afterwork cervecero, el broche perfecto para un día bueno (o pésimo). Y en verano la cerveza es tan adecuada para combatir el calor como las bicicletas de Fernán Gómez. Su frescura, su ligereza, el ligero 'achispamiento' que provoca, lo bien que se lleva con la comida y el hecho de que las terrazas sean su hábitat natural la convierten en el brebaje  alcohólico oficial durante los meses de calorazo.

El afterwork que más público congrega es el que organiza Heineken. La última cita fue en la terraza del restaurante Contrapunto, un rincón reconocible desde el lago del Hemisfèric. Allí se reunió un nutrido grupo de invitados entre los que se encontraban Alfonso Manglano, Eva Marcellán, la maquilladora Ana Albiol, Verónica Jordá, María Cosín, los empresarios Ghandi Merhi y Luis Fernández de Córdova, gente de la moda como Javier Gijón y Alba Ibáñez de La Chaise, Yeray de Benito y Loles López de la Asociación de Directivos, entre otros, para disfrutar de cerveza y música a cargo de alumnos de la Berklee. Música en directo y de la buena, alejada de los ritmos de salsa que, por lo visto, ahora son lo más, con su orgía de dámelo, cógelo y tómalo caliente que he llegado a pensar en denunciar al local por apología del sexismo. Y sí, una cerveza bien servida con 40 grados a la sombra es más seductora que unas vacaciones en Cancún.

Visita las esculturas sobre el agua de Tony Cragg 

La Ciudad de las Artes y las Ciencias acoge ya la exposición de las seis esculturas del artista Tony Cragg que expone la Fundación Hortensia Herrero, una muestra comisariada por Javier Molins. Cuatro de las seis esculturas -tres realizadas ex profeso para el enclave valenciano-, elaboradas en bronce, acero y fibra de vidrio, pueden verse sobre el agua en diversos estanques del recinto. Algo inédito ya que este artista nunca había expuesto sus obras sobre una lámina de agua. Eso no quiere decir que puedas remojarte los pinreles en el estanque para tocar las esculturas. Tampoco es recomendable hacer running alrededor. El deporte es una ordinariez en cualquier circunstancia, pero en plena de ola de calor es, además, una actividad muy insensata.

El complejo diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava registró llenazo total en la inauguración del pasado miércoles. En la zona reservada para el cóctel, una especie de Shangri-la con bufé de quesos y cortadores de jamón, te podías sentar, beber vino blanco, descansar los pies y olvidarte de todo, incluso de que tienes pies. Siguiendo con lo bueno, los 400 invitados que se congregaron para contemplar la obra de este artista disfrutaron de un espectáculo de agua, luz y sonido. Junto a Juan Roig y Hortensia Herrero estuvieron sus cuatro hijas y distintas personalidades del mundo cultural y social como el empresario Vicente Boluda y Esther Pastor, el notario Carlos Pascual, el director del IVAM José Miguel G. Cortés, el presidente de la Fundación Bancaja Rafael Alcón, M.ª Ángeles Fayos, M.ª José Navarro, Sara Joudi, curators como Teresa Millet y Sergio Rubira, coleccionistas como Paco Fandos, periodistas como M.ª Josep Serra y Chelo Gimeno y los galeristas Reyes Martínez y Joan Montagud de Set.

No te pierdas las fiestas en terrazas

Las terrazas suelen ser el signo inequívoco de la llegada del buen tiempo, el primer aviso de la alegría climatológica. Una fiesta en una terraza es un buen plan para combatir el calor. Para entrar en materia veraniega, la empresaria Eva Alapont celebró su cumpleaños en la terraza de la Masía de Rocafort. Con promesa de mojitos, barra libre y ambiente moderno: toda la Valencia del alterne de coctelería fina.

Fue una fiesta en horario vespertino y de color amarillo. No podía ser violeta, porque no, por mucho que el Instituto de Colores Pantone lo haya coronado como el color de moda. La fiesta fue amarilla, que es el color de la ONG Diamond Child con la que colabora. Y es que en lugar de regalos, la anfitriona sugirió que los invitados hicieran donativos para esta organización, liderada por el vocalista, compositor y percusionista Seydu, que tiene por objeto proporcionar educación básica y artística a los niños desfavorecidos de Sierra Leona.

Los asistentes a la fiesta formaron espontáneas pandillas, como la de los empresarios Noel Carrasco, José Jaraiz, Pepe Luna, José Luis Camarasa, Hector Baixauli y las empresarias Merche y Cristina Climent, Mª Jesus Chovi y la libanesa Rana Ezzedine. Otro animado grupo fue el de la decoradora Verónica Montijano, Mònica Moncholí de Vescom, Natalia Carbonell de Vitra, Mª Dolores Enguix de Ópticas Climent y Cristina y Julia Pérez Broseta. También asistieron el doctor Antonio Llombart, el jefe de oncología del Arnau Vilanova, el cirujano Alejandro Espi y la médico estético Imán Saba de Clinica Hebe.

Fotos: Quique Villanueva

Del mundo de la moda acudieron el diseñador Francis Montesinos, los fotógrafos Javier Gilabert, José Luis Abad y Quique Villanueva y los creativos Ángel Aguado y José Laso. Más gente: Cruz Sierra, director de contenidos del diario Levante, y María Carmona de la Fundación Bancaja, junto a Cesar Martí, director de programación de A Punt y los periodistas Pepe Macca y Alberto Alonso. En el sector femenino, Regina García de Casas del Mediterráneo, Isabel Aliño, Adriana Blay, la decoradora Belinda Duart, María Gómez-Polo, Begoña Camps, Ana Zarzoso de Le Cabine. También abogados como Marce Alamar, José Manglano, Javier Edo, Antonio Gras, Ernesto Rey, el notario Manuel Ribes y el crítico gastronómico Pedro García Mocholí con quien debatí sobre la canción que mejor hubiera maridado con la comida. ¿Let’s get it on de Marvin Gaye o Summer Wine de Nancy Sinatra?

Prepara el gin-tonic perfecto

Lo mejor que te pueden decir en la vida no es “Te quiero” sino “Es benigno”, decía Woody Allen en Desmontando a Harry. A esas cuatro sencillas palabras podríamos añadir una frase que también nos alegra el día: “Ponme un gin-tonic”. Unas palabras que llegan caídas del cielo para combatir esos días de bochornazo que te fundes y no baja la calentura ni con la anticelulítica Efecto Frío de Mercadona, que te deja los muslos crionizados un buen rato.

Pues bien, como yo predico con el ejemplo me fui a una master class de la ginebra valenciana GinCity a ver si aprendo de una vez. Si con las cosas de comer no se juega, con las de beber mejor ni hablamos. ¿Qué cómo hacerlo? Según Pere Mercado, el maestro destilador de Bodegas Vegamar, es fundamental no sobrepasarse ni quedarse corto con la ginebra (es como poner demasiada sal en una receta), además de no removerlo. Las burbujas no necesitan que las tortures porque eso deja sin fuerza la bebida. Y hielos. Muchos y grandes. Un buen cóctel requiere al menos cinco grandes cubitos de hielo. Después espera 30 segundos y... et voilà! Lo bebes y ya has alcanzado tu objetivo, ya sea refrescarte, animarte o desestresarte una micra de esta vida perra.

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