VALÈNCIA. El pasado sábado 20 de abril se celebraron en el Palau de la Música las Jornadas Profesionales de Jazz, celebrando los 125 años desde la Fundación SGAE. Un encuentro para melómanos y programadores en el que analizar desde bien cerca el pulso de la música jazz en España y en Europa, también con una mirada a València. En uno de los paneles de esta jornada se han analizado Los festivales de Jazz en el estado español y la presencia de proyectos locales.
El panel ha contado con la presencia de Enrique Monfort, director del Festival Jazz València; Javier Estrella, Presidente de la Asociación de Festivales de Jazz y también Claudia Tebar, trabajadora del departamento de programación de Jazz en el Lincoln Center New York y en el In&Out Jazz contando con la moderación de Pere Pons: periodista, programador y crítico especializado en jazz. Para arrancar Pons ha planteado una pregunta abierta valorando la presencia del jazz local en los festivales, comprendiendo el concepto de "local" a nivel nacional: los proyectos de cada ciudad dentro de carteles nacionales; y a nivel estatal: los proyectos nacionales dentro de Europa, por ejemplo.
Para Pons una de las claves del aumento de nombres locales en esta programación es que el jazz se está convirtiendo en una de las escenas "más creativas y prolíficas" con lo que aumenta de alguna manera la presencia del jazz en festivales más generales, aunque se va poco a poco aún. Según su visión a lo largo de los años se encuentra un 15 o 20% de jazz nacional en los grandes festivales, aunque los grandes cabeza de cartel no superan el 5%: “Ojalá se pudiera considerar que estos grupos nacionales formaran parte de los grandes festivales, de momento hay que mirar a lo local y contratar a estos músicos en los festivales de nuestro país”.
Esto se debe en parte a que el jazz no se valora como un estilo musical tan “culto” como podría pasar con la música clásica por ejemplo que suele contar con más festivales propios o espacios, e incluso otro tipo de profesionalización. “Se valora más a los músicos clásicos que a los de jazz porque a los segundos no se les considera como “cultos”, puede parecer que se repiten los clichés que sucedían en los años 90”, señala.
Ligando con esta idea Tebar ha querido destacar que desde el Lincoln Center se considera igual a los músicos clásicos como a los de jazz, y que cuentan con un nivel de profesionalización igual: “Los músicos del Lincoln Center trabajan como funcionarios y es su trabajo completo, es algo que en España se podría considerar y valorar para poner al mismo nivel a los músicos de jazz como a los de clásico” También contempla cómo lo “local” se comprende a lo largo de todo el mundo, no solo dentro de un país como España, invitando a pensar a lo grande.
“Hay que comenzar a pensar en lo grande, hay que tratar a Europa como si fuera un país -a la hora de programar- y de esta manera se podría dar más oportunidades a los músicos españoles en el mundo entero”. Para que esto funcione, y de esta manera aumentar el número de “jazz local” en los festivales, sugiere que una solución podría ser crear convenios entre países europeos para que los españoles puedan comenzar a moverse por toda Europa y más allá.
Mirando hacia València Monfort, director del Festival Jazz València, considera que la ciudad tiene una gran sensibilidad hacia los músicos valencianos aunque son estos mismos quienes lo hacen fácil: “El buen nivel de los músicos lo hace fácil, desde el festival intentamos alcanzar la paridad con músicos locales durante todo el año, no solo en festivales. Hay que trabajar el día a día en todas las programaciones que no se quede solo en una fecha, de alguna manera hay que generar esta necesidad de programación”, añade.
Para que esto sea posible y se llegue a todas las fechas considera que los músicos deben poder centrarse tan sólo en la música y no en las burocracias para acceder a estos puestos. Respecto a esta idea Estrella ha resaltado que la formación profesional y el reconocimiento académico de la música jazz -y la creación de escuelas especializadas- es la primera piedra para que ocurra el despegue del talento musical, y así se genera también un mayor reconocimiento de estos músicos: “Si comparamos con los años 80 no tiene nada que ver, los músicos ahora tienen mucha más formación aunque la tienen en un momento en el que estamos por despegar”, ha señalado. Este despegue se tiene que hacer, en parte, desde el boca a boca algo que desde la Asociación de Festivales de Jazz trabajan con la creación de un catálogo de los “grandes nombres de la escena”.
Este catálogo, pensado para programadores, se genera a través de recomendaciones de los festivales para crear una bolsa abierta: “Se genera un listado de noventa o cien músicos de los cuales quince forman el catálogo entre músicos ya conocidos y emergentes. También la plataforma premia a dos de estos grupos que luego van girando por los festivales, uno emergente y otro conocido”, explica sobre este reconocimiento. También añade que el catálogo ayuda a recomendar jazz español fuera de España: “Las entidades estaban muy interesadas con qué pasaba con el jazz español y cómo este se va difundiendo”. Con todo esto el panel ha concluido con una reflexión sobre cómo el jazz poco a poco se va profesionalizando y reconociendo y cómo su presencia aumenta poco a poco en los festivales, aunque queda trabajo por hacer y su inclusión en estos podría ser siempre mayor.