‘Cultura als barris’ reenfoca su estrategia para atraer al público adulto

VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València pone en marcha de nuevo la maquinaría de ‘Cultura als barris’, el programa con el que el consistorio quiere descentralizar la actividad cultural y que supone la gran apuesta anual de la concejalía de Cultura, encabezada por Glòria Tello. Con una duración similar –del 9 de septiembre al 12 de noviembre-, la edil confiesa que en este año han querido “perfeccionar” el proyecto jugando con las fechas y horarios de las actividades y generando una programación más “equilibrada” tras una primera experiencia con “un carácter mucho más infantil”. Desde el punto de vista económico, este proyecto supone la gran apuesta de la concejalía de Cultura para el curso, con un presupuesto de 163.589 euros. Si bien el pasado año el programa contó con 207.000 euros, este año se ha dividido en dos programas: el mencionada ‘Cultura per als barris’ y ‘Cultura per als pobles’, que con un presupuesto total de 37.595 euros llevó la fórmula a 18 pueblos de València el pasado mes de mayo.

En esta ocasión los barrios ‘agraciados’ son Patraix, Les Tendetes, Aiora, La Llum, Orriols, Sant Marcel·lí, Arrancapins, Sant Antoni, Natzaret y Malilla, una decena de barrios –que se suman a los ocho de 2016- en los que se llevarán a cabo un total de 85 actividades en los ámbitos del cine, circo, música clásica, música de banda, juegos populares, talleres demostrativos y participativos, teatro social, teatro de humor, magia, títeres, danza, animaciones infantiles, narraciones orales, recitales de poesía y cuentacuentos. “Nos gustaría que València fuera una ciudad donde todos los barrios tuvieran los mismos servicios y acceso a la cultura, evitar que sea una ciudad de barrios de primera y de segunda, queremos equilibrar esa balanza y por eso este proyecto va a unos lugares muy concretos”, incidió Tello, que lamentó que no existan casas de la cultura por cada barrio o distrito.

En esta ocasión, la Factoria d’Arts de Patraix, que este año celebró la segunda edición del festival de arte urbano PAM 2017, será la entidad encargada de llevar a cabo el taller de arte urbano ‘Tunea tu ciudad’ y la ruta urbana ‘Safari urbano’, con el que pretenden explorar y descubrir a los participantes los estilos y técnicas de los Street artists. Precisamente el punto de encuentro será en el mural recientemente pintado por Javier Gay Lorente y Elías Taño en la calle Salabert, una pieza que pocas semanas después tuvo una hermana con el mural que Taño firmó en los muros del IVAM para acompañar la exposición Fanzination. La oferta en este ámbito se completa con el taller Mambo, coordinado por la asociación Orriols convive y Kavam Arte y Sociedad, en el que se realizará un mural de grandes dimensiones en el que los vecinos podrán participar de manera libre. 

Algunas de las propuestas por lo que respecta a la danza serán el espectáculo Flor de mayo, de Marea Danza, en el que se celebra la vida mediterránea al ritmo de los acordes de guitarra española; y K-re-ra, de la compañía de danza Eva Bertomeu, una pieza que reflexiona sobre la necesidad de parar y salir de la rutina del día a día, mientras que la música clásica llegará a los barrios de la ciudad con las actuaciones del duo de violonchelo y guitarra formado por Antonio Cotolí y Gloria Aleza; el grupo de cámara Marxant, que propone un viaje por la historia de la música, desde el barroco a sonidos actuales; o el quinteto de viento Llevant, una de las formaciones más importantes en este ámbito, que ofrecerá un recital para nuevos públicos. 

Cine a la fresca

El cine volverá a formar una de los principales pilares del proyecto con la proyección de tres documentales: 14 d'octubre de 1957: el dia en què paralaren les pedres, de Sergi Tarín y Vicent Peris, en el que recuerdan la València de la riada; Moriscos, el valencians oblidats, de Sergi Tarín, Vicent Peris y Esther Albert, un documental que trata de reconstruir la huella morisca antes de su expulsión en 1609; y L'arquitecte de Nova York. Rafael Guastavino, l'home que dibuixà el cel de Manhattan, de Eva Vizacarra, un documental ganador del Delfín de Oro en Cannes en el que se relata la historia de uno de los valencianos más influyentes de la historias en Estados Unidos, responsable de edificios tan emblemáticos como el Carnegie Hall, la estación de metro de City Hall o el puente de Queensboro. 

Con esta iniciativa se “pretende democratizar el acceso a la cultura, para hacerla más accesible a las personas que lo tienen difícil por lugar de residencia o por cuestiones sociales o económicas". En esta segunda edición la actividad cultural irá cada semana a cinco barrios diferentes para crear un flujo de movimiento de población y favorecer que la gente conozca otros barrios de la ciudad, tal y como explicó la edil. 

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