VALÈNCIA. Ayer fue un día de buenas noticias en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM). Y, además, de esas que llevan tiempo esperando. Por un lado, en la reunión entre el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el President de la Generalitat, Ximo Puig, hubo tiempo para tratar cuestiones de cultura, con el museo dirigido por José Miguel G. Cortés como centro de la conversación. De esta forma, el gobierno se ha comprometido a “estudiar la posibilidad de incrementar su participación en centros culturales como el IVAM, en términos equivalentes a otros organismo de otras comunidades autónomas”. La cuestión del presupuesto del centro ha sido, entre otras, una de las grandes demandas cada vez que se desgranan los Presupuestos Generales del Estado. Y este año no fue una excepción.
A pesar de que en 2018 el Ejecutivo español aumentó su partida destinada al museo, hasta alcanzar los 261.000 euros frente a los 171.000 euros de 2017, esta queda muy lejos de la que se reserva para otros espacios culturales. De esta forma, en 2018 se destinó un total de 49,7 millones de euros para el Museo del Prado; 39,5 millones para el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía; 5,9 millones de euros a la Fundación Thyssen, encargada de gestionar el Museo Thyssen-Bornemisza; 2,18 millones de euros para el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) o 1,19 millones destinados a gastos de funcionamiento del Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA). Las comparaciones son odiosas.
Y de las promesas a las acciones. Otro de los proyectos pendientes –desde hace años- es la ejecución del conocido como jardín de las esculturas, rebautizado como Pati Obert. El proyecto, ideado hace años y cuya puesta en marcha se ha retrasado en numerosas ocasiones, finalmente comienza a hacerse realidad. Tras la adjudicación del contrato a la empresa Llop Proyectos Integrales, S.L., por un importe de 358.773 con impuestos, las máquinas entraron ayer por primera vez a la parte trasera del museo para preparar el terreno de cara a una adecuación que estará a punto de cara al 30 aniversario del museo, que celebra el próximo mes de febrero.
Planteado como una extensión del museo, el jardín tiene por objetivo ser punto de conexión con el barrio, un espacio de esparcimiento con zonas verdes, juegos infantiles, zonas de descanso y de relación con las obras de arte, donde también habrá lugar para instalaciones artísticas efímeras. De igual forma, las esculturas que ocuparán el espacio son: Cosmos 62(1962), de Andreu Alfaro; Puerta de Thanatos II (2008), de Ramón de Soto; un escultura sin título fechada en 2008 de Per Kirkeby; Luna sobre prisma (2001) y Cara Plana (2001) de Miquel Navarro; y Fragmentos (1990) de Vicente Ortí.
Fue en septiembre de 2017 cuando el jardín de las esculturas vivió una apertura simbólica con la inauguración del mural creado por Escif en el museo, para lo que se abrió de manera excepcional el espacio con el objetivo de mostrar la obra de artista urbano. Esta será, por el momento, la gran ampliación del IVAM (el de València, no la futura subsede en Alcoi) a corto plaza pues, aunque el museo ha demandado en distintas ocasiones un mayor espacio para exponer más piezas de la colección, el conseller de Cultura, Vicent Marzà, aseguró el pasado mes de agosto que el IVAM no se ampliará durante la presente legislatura "más allá del Jardín de las Esculturas".