VALENCIA. “La moda no existe sólo en los vestidos. La moda está en el cielo, en la calle, la moda tiene que ver con las ideas, la forma en que vivimos, lo que está sucediendo”. Esta frase de Coco Chanel define bien el papel de una moda que no solo es decorativa, prendas que definen un momento histórico siendo, en muchos casos, la representación que hoy conocemos de distintas épocas. La importancia de estas piezas en la construcción de la imagen de una sociedad se convierte en el centro de la exposición Inventando la tradición. Indumentaria e identidades, que acoge el Museu Valencià d’Etnologia, una muestra que reflexiona sobre la creación de la identidad colectiva valenciana a través de centenares de trajes.
El museo mostrará hasta el próximo 30 de abril piezas propias y préstamos datados entre 1830 y 1980, un viaje que pone el punto de origen en la Renaixença valenciana, la ropa más característica y definitoria, que ha evolucionado hacia la uniformización a las fiestas actuales, que buscan y necesitan un modelo reconocible e identificador. De esta forma, se realizan varias miradas al pasado, desde el periodo romántico donde se muestran piezas que hablan del ascenso de la burguesía y de unas clases obreras en crecimiento, figuras como la mujer burguesa vista como “ángel del hogar” y vestidos que muestran los tipos de ropa utilizados por las mujeres en las fábricas.
Este trazado también muestra las formas adoptadas en los Juegos Florales y la Renaixença, en la creación de las imágenes idílicas de la vida a la fértil huerta de Valencia, el glorioso pasado velluter de la ciudad, la revolución de los transportes y de la comunicación, la aparición de la sociedad de masas, corsés y pantorrillas, las milicianas y los Coros y Danzas de la Sección Femenina, las falleras mayores y los vestidos de cucaracha, de toreros y de la moda a la antigua o del siglo XVIII, una exposición que finaliza con unas piezas cedidas por el diseñador Francis Montesinos de su colección 'Patrimonio', muestra de la influencia que el vestido tradicional de labrador valenciano puede tener en la configuración de los patrones actuales.
La exposición exhibe de 380 piezas de indumentaria que van acompañadas por un centenar de objetos (documentación, obra gráfica, cerámica, recortes de prensa y complementos), de los cuales el departamento de Restauración del Museo Valenciano de Etnología ha restaurado 30, mientras que el IVC+R ha restaurado 5 piezas de indumentaria y ha realizado la confección a medida de 52 maniquís. Junto con la ropa tradicional valenciana se expone, además, ropa internacional con la intención de profundizar en las directas correlaciones que se establecen entre los tipos “extranjeros” y los vestidos valencianos, elementos que van acompañados de complementos, documentos, artículos, carteles, folletos de publicidad, y pinturas que ayudan a configurar la imagen de la indumentaria valenciana.
A este respecto, el director del museo, Francesc Tamarit, ha hecho hincapié "en la complejidad del proceso de restauración" efectuado por el departamento de Restauració del Museu Valencià d’Etnologia y del IVC+R en varias piezas del siglo XVIII y XIX, "de gran valor indumentario". En esta misma línea, el comisario Xavier Rausell ha resaltado la dificultad de acometer la selección "entre tanta cantidad de indumentaria disponible". Asimismo, Rausell ha explicado que la muestra "combina dos formas de musealización enfrentadas. Una primera propia del siglo XIX, y una segunda más cercana al siglo XXI. Ambas se interconectan para ofrecer un resultado conjunto y donde el visitante se convierte en agente activo de la experiencia expositiva", ha explicado.
Para presentar esta muestra, no se ha optado por la clásica sucesión lineal de maniquíes, sino por la configuración un desfile donde el público es el que desfila, contemplando la grada de vestidos, por un lado, y una serie de objetos de contextualización de la indumentaria por otra, una gran pasarela ordenada de forma cronológica donde se intenta establecer una “conversación” entre los vestidos tradicionales valencianos, las formas extranjeras, la moda urbana burguesa y proletaria, y la iconografía social que contribuyó a la configuración de esta de indumentaria.
El proyecto ha sido comisariado por Sunsió García Zanón, F. Xavier Rausell Adrián, y cuenta con objetos y fondos textiles procedentes del Museo d'Etnologia y de numerosas instituciones y particulares, entre la que figuran el Círculo de Bellas artes de Valencia, museos del Ayuntamiento de Valencia, Museo de la Seda de Montcada, Archivo Rafael Solaz, La Cerámica Valenciana, Sucesores de José Gimeno Martínez, S.L., Flor d'Aigua-Flor de Cotó, Galería Punto, Colección García Zanón, La Cerámica Valenciana-Gimeno (Manises), Lo Rat Penat, Inmaculada Atienza, Aureli Domènech-José M. Soler, Enrique Drews, Pere Hernandis, Ángel Martínez, Rosa Pastor, F. Xavier Rausell, Lluís Romeu, Angelita Ros, Esther Rubert y Àngel Valero.