diseño para el pensamiento

Diseñadoras gráficas de luto contra las violencias machistas

Un colectivo de diseñadoras recoge firmas de otras creadoras en un manifiesto que reivindica una mirada feminista para abordar la situación de machismo y desigualdad que se da también en el diseño

9/12/2019 - 

VALÈNCIA. El pasado 25N, Día Internacional de la Eliminación de las Violencias Contra la Mujer, un manifiesto feminista empezó a difundirse por los corrillos del diseño nacional. Se trataba de un mensaje que buscaba a diseñadoras comprometidas contra la violencia de género reivindicando precisamente una mirada feminista para abordar la situación de desigualdad que se da en el mundo del diseño, y lo lanzaba un colectivo llamado Gráficas en Negro.

Este colectivo, formado por un grupo de diseñadoras unidas por una mirada feminista sobre la profesión del diseño, denuncia la complicidad de quien perpetúa, a través de la práctica del diseño, ese imaginario colectivo desigual y machista que permite, justifica y silencia situaciones de violencia. Y es que quienes miramos hacia otro lado somos también culpables, motivo por el que estas nueve creadoras hacen visible su compromiso en este sentido, conscientes de su responsabilidad social como diseñadoras al grito de ‘Diseño feminista para un mundo sin violencias machistas’ y con este manifiesto que firman ya más de setenta profesionales del sector.

Granada Barrero, Myriam Cea, Sonia de la Iglesia, Mari Carmen Estevan, Pilar Larrotcha, Carolina Núñez, Uqui Permui, Maite Prida y Anita Rodríguez toman el nombre colectivo del proyecto En negro contra las violencias, una acción social contra las violencias machistas que surgió en Santiago de Compostela en 2015 bajo la dirección de una de ellas, Uqui Permui, y que a lo largo de los años y con el desarrollo de varias campañas de sensibilización social tiñe de negro las ciudades gallegas todos los 25 de noviembre vistiendo de luto comercios, empresas, colegios o ayuntamientos. Hablemos con ellas de su manifiesto para hacer de este mensaje realmente una reivindicación colectiva.


- Decís en vuestro manifiesto que a través del diseño se perpetúa un imaginario desigual y machista. ¿Tanto poder tiene el diseño?

- El diseño es comunicación, y como tal, tiene el poder de mostrar “el mundo” desde una óptica que depende de la persona que lo diseña. De hecho, la mayoría de decisiones estéticas de un diseño suelen basarse en generalidades socialmente aceptadas que nos hacen mostrar este relato de forma fácil. Y estas generalidades, a su vez, se convierten en lo aceptado y se normalizan a través del diseño.

Un ejemplo muy claro, ahora que se acercan las fiestas navideñas, lo vemos en los catálogos de juguetes. El uso del rosa y el azul para diferenciar los juegos “de niñas” y los “de niños” sigue perpetuando una desigualdad a través de la creación de un imaginario machista donde ellas juegan con muñecas y cocinitas mientras ellos disfrutan con coches, armas y juegos de construcción. En este punto tan inicial de la educación de la sociedad, el diseño se convierte en uno de los responsables de normalizar esta desigualdad, es por ello que debemos asumir esta responsabilidad para cambiar este relato y mostrar un mundo igualitario a través de nuestro trabajo.

No hay más que ver la publicidad de marcas de alcohol en la España de los 60s para ver hoy de forma clara lo que entonces eran conductas sexistas aceptadas socialmente e incluso promovidas por un gobierno que consideraba a la mujer un elemento del hogar. El imaginario mostrado a través del diseño en casi cualquier ámbito sigue mostrando madres perfectas, mujeres cosificadas y niñas princesas. Obviamente es más sutil, porque la sociedad ha evolucionado y no aceptaría roles tan marcados como los de los años sesenta, pero solo tenemos que pasearnos por las estanterías de una juguetería, como comentábamos anteriormente, para encontrarnos un montón de ejemplos… y precisamente es con el juego cuando más se puede influir en el desarrollo de los roles.


Otro rol en el que se sigue insistiendo desde la comunicación es en el cuidado de las personas. En este aspecto ha variado algo el relativo al cuidado de los hijos, pero sigue siendo difícil encontrar referencias de hombres cuidando a personas ancianas. Es más, según la imagen que se proyecta a través del diseño y la comunicación pareciese que los hombres simplemente no envejecen (o son más independientes). Pero este imaginario choca con la realidad, que los hombres mayores siguen siendo más dependientes que las mujeres y son cuidados por estas. En este caso, debemos cambiar tanto el imaginario como la realidad.

Por otro lado, cuando hablamos de gráficas específicas sobre violencia machista, siguen siendo mayoritarias aquellas en las que se victimiza a la mujer al tiempo que recae sobre ella el peso de la responsabilidad (con el tan utilizado “denuncia” por bandera). En cambio, las personas especializadas en género están cansadas de insistir en que debemos mostrar a las mujeres empoderadas y fuertes, al tiempo que ponemos el foco en el interlocutor –que es a quién queremos sensibilizar y el que tiene que cambiar su comportamiento– esto es, quienes tiene que sentirse interpelados son los hombres que tienen un comportamiento machista.

"EL FEMINISMO HA DEMOSTRADO QUE LA VISUALIDAD ES UNA DE LAS CLAVES PARA ENTENDER CÓMO EL GÉNERO SE INSCRIBE EN LA CULTURA OCCIDENTAL".

- Vuestro manifiesto arranca con un extracto de Raquel Pelta, en el que insiste en el diseño y en su papel para definir la cultura visual de una sociedad. ¿Qué consideráis hemos hecho mal entonces para tener hoy en España un problema sistémico de tantas muertes por violencia machista?

- Hemos dejado que el sistema patriarcal siguiera su curso, sin cuestionarlo. De este modo, como indicamos anteriormente, no se ha utilizado con suficiente firmeza la capacidad del diseño para cambiar el relato y mostrar una sociedad igualitaria, que es fundamental para crearla.

En todo caso, el machismo es un problema social que se tiene que atajar desde todos los frentes: políticos, sociales, económicos, culturales, educativos… y conlleva una revisión compleja, al fin y al cabo, no deja de ser la punta del iceberg, detrás está todas las prácticas machistas con las que convivimos a diario: el acoso, la desvalorización, etc.

- ¿Hay machismo en el diseño en España?

- El diseño no es ajeno a la realidad social. Y la la realidad es que vivimos en un sistema machista.

Por poner un ejemplo, recientemente hemos escuchado a un colega hablando sobre unos premios en los que la mayoría de los premiados han sido hombres, agradecer que el jurado no tuviera en cuenta la cuestión de género. ¿Qué quiere esto decir? ¿Qué las mujeres cuando recogemos algún premio lo hacemos por ser mujeres y no por nuestra valía?

En este sentido, tal vez sería conveniente cuestionarse por qué los hombres tienen más premios que las mujeres. ¿No tendrá algo que ver, por ejemplo, que la mayoría del jurado sean también hombres? O que, en el caso de que no sean mayoría, siguen teniendo un peso mayor de decisión. ¿O las dificultades que hemos encontrado las mujeres para romper el techo de cristal? Es necesario profundizar en las raíces para atajar este tipo de ideas, más allá de los brotes verdes que no dudamos de que sean muy positivos.


 -Es triste que a veces estamos mejor calladitos, cuando deberíamos de estar todos gritando bien alto por la igualdad que reclamáis. De hecho, restringir las firmas de este manifiesto exclusivamente a mujeres diseñadoras sirve también para visibilizaros frente a los nombres de hombres que suelen copar esos premios, jurados o las reseñas en medios especializados. ¿Cómo pueden apoyaros diseñadores?

- Muchos lo habéis hecho, por ejemplo, difundiendo el manifiesto entre las colegas para que se animaran a firmarlo o cedernos espacio en los lugares a los que tenéis acceso (como esta entrevista). Simplemente dando un paso atrás, ese es el mayor apoyo que nos podéis brindar.

- Es un mensaje a los hombres en sintonía con otros colectivos, como las agrupaciones de Ladies, Wine and Design, que limitan de alguna manera la participación a mujeres. Dentro del colectivo, ¿cuál debería ser el verdadero rol de los hombres?

- El de apoyar al colectivo. Se trata de un colectivo de diseñadoras porque creemos necesaria una mirada feminista para abordar esta situación. Y como en todas las reivindicaciones feministas, sabemos que no es solo cuestión de mujeres y necesitamos del apoyo del sector en su conjunto, pero sí resulta fundamental que se escuche nuestra propia voz.


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