VALÈNCIA. El sector del diseño anda revuelto en los últimos días, justo cuando se cumple un año desde que València se despidió como Capital Mundial del Diseño 2022. Distintos profesionales del sector han promovido un manifiesto a través de la plataforma Change en el que critican la labor de la Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana, entidad privada creada para gestionar el legado de la Capitalidad. El manifiesto critica el comportamiento “confuso” de la fundación privada respecto a su identidad y actividad, “dado que usurpa la representatividad del colectivo del diseño valenciano, patrimonializa los logros ajenos y concurre en la prestación de servicios profesionales”.
Así pues, el texto publicado muestra su “preocupación” sobre el funcionamiento de la Fundació del Disseny y la acusa de usar una denominación genérica para “de modo equívoco” presentarse a las instituciones como representación global del sector. “De ese modo, solicita ayudas públicas e, incluso, ofrece servicios profesionales, remunerados, lo que supone una grave impostura, además del menoscabo inadmisible de otras asociaciones profesionales de amplia trayectoria y representatividad”, reza el texto, suscrito hasta el momento por una veintena de firmas. “Esta realidad pone de manifiesto una actividad mercantil evidente, lo que la convierte en una empresa de servicios más, en clara competencia desleal respecto al resto de empresas del sector”.
Esta situación “incómoda”, tal y como se desgrana en el comunicado, pasa también por lo que los firmantes califican como una “preocupante patrimonialización” de los hitos históricos del diseño valenciano por parte de la Fundació, “un juego de confusión, donde lo privado parece público y lo ajeno propio”. También critican que la entidad reciba “importantes sumas de dinero público que destina, en gran medida, al mantenimiento de su propia estructura” y que fuera creada con “fondos públicos destinados a la Capital Mundial del Diseño 2022”.
El manifiesto llega días después de que saliera a la luz el cambio en las relaciones con la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV), de la que varios de sus miembros han mostrado su malestar con la relación con la Fundació. Desde la ADCV, en cualquier caso, han señalado que se seguirá colaboración con la fundación, aunque con “convenios específicos” por proyectos, “en lugar de hacerlo con el convenio marco que se tenía firmado”, un decisión que “responde a nuestro compromiso continuo de salvaguardar los intereses de nuestros socios y socias”.
A través de un comunicado emitido este mismo jueves, desde la Fundació del Disseny se ha respondido a los cuestionamientos en su labor enfatizando la “transparencia y ética” que rige su labor. “La falta de rigor al referirse bajo meras suposiciones a nuestra actividad económica debiera ampararse en hechos y pruebas constatables, en lugar de opiniones”, subrayan desde la entidad, desde la que también destacan que las ayudas asignadas por las administraciones públicas son otorgadas "en base a estrictos varemos de valoración y que —tras la ejecución de cada proyecto acometido por la entidad— han sido auditadas por una empresa independiente, así como debidamente justificadas en tiempo y forma". De esta forma, la fundación señala que con esas acusaciones "se cuestiona a unas administraciones públicas que han sido extremadamente rigurosas evaluando y auditando también por su parte cada euro invertido en proyectos".