Frente al ecosistema de festivales cíclicos, algunos géneros musicales aún tienen que superar los prejuicios para hacerse hueco en las agendas culturales
VALÈNCIA. Que nadie se preocupe. No va a pasar nada en La Mutant este fin de semana, es solo un festival de heavy metal. Gente de València y de otras partes de España va a ir a escuchar música y a bailar. No se puede fumar ni beber, aunque cuando los metaleros lo hacen, es muy parecido a los aficionados a la música indie. Que nadie se preocupe, que solo es música.
Esta advertencia, obviamente exagerada e irónica, responde a un mantra que lanzan desde la organización de Dissabte Negre: “la gente tiene que hacer un cursillo de Heavy Metal para entender lo que va a pasar este fin de semana aquí”. Son las palabras de Antoni Aura, uno de los organizadores de la cita. Este sábado La Mutant acogerá por primera vez un festival de este género musical, que está siendo uno de los pilares de las nuevas tendencias musicales en Europa y Norteamérica, pero que en València no tenía su sitio: “la oferta se limita al pop”. Ni la obertura del Palau, ni los conciertos de la Marina ni las mil-y-un actividades de algunos centros culturales habían caído en que se les escapa un sonido que representa a más melómanos de lo que parece.
Así querrán demostrarlo, a pesar de ser una primera edición, este fin de semana. Aunque la gente “es más de taquilla que de anticipada”, se espera que vender más de 400 entradas. Todo un éxito para una propuesta que nació hace tan solo unos meses y que sin embargo ha despertado el interés de varios espacios en València. Al final, el equipo promotor -una asociación sin ánimo de lucro, que venían de editar discos- se quedó con el postor “que más interés puso”, el Ayuntamiento de València. Y es toda una conquista, porque no solo significa la entrada de un género musical muy estigmatizado a un espacio público, sino que además buscan ser punteros, porque “a pesar de la afición, muy creciente, no hay muchas apuestas de este tipo más allá de Galicia y Zaragoza. Podemos ser pioneros”, cuenta Aura.
“Buscamos ser un foro abierto para que aprovechen que hay gestores sentados, y para hacerlo lo más plural y reconocible posible”, cuentan desde la organización. Así, hay confirmados -entre otros- los socios de Umbral y de otras propuestas singulares, y representantes de la regidoría de Acció Cutural. No solo se busca la pregunta incómoda, sino que también intentará hablar en positivo de las escenas culturales emergentes de la ciudad. En estas mucho tendrá que ver el heavy metal, a pesar de que su peso mediático sea incomparable al del pop convencional y el indie comercial. Lo importante no es cuánto suene sino lo que se escuche. Y ahí Dissabte Negre parece tener al público de su parte.