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EL MATEMÁTICO ES UNO DE LOS COORDINADORES DEL Discovery Lab IMPULSADO POR EL ROTOTOM

Eduardo Sáenz De Cabezón: "La ciencia genera diversión y placer, no es solo cultura sesuda"

12/08/2024 - 

CASTELLÓ. El festival Rototom Sunsplash se va a convertir este año en un laboratorio de ciencia. Como teloneros de los conciertos de música reggae, la organización ha previsto una veintena de actividades, entre charlas, talleres y espectáculos, para proponer al público de Benicàssim un viaje científico que llega por primera vez a un festival de música en España. El profesor de la Universidad de La Rioja, matemático y presentador del programa 'Órbita Laika' de TVE, Eduardo Sáenz De Cabezón, es uno de los coordinadores de este Discovery Lab, donde se dialogará del por qué de la extinción de los dinosaurios o de Albert Einstein pasando por los computadores cuánticos.

P. Traéis cada día de Rototom clases y conferencias de ciencia. ¿No es demasiado atrevimiento? 

La ciencia tiene mucho que ver con la música, en general. Pero llevarla concretamente a un festival es otra cosa. La idea parte de la fundación CERN & Society, que alberga una de las instalaciones científicas más importantes del mundo y es un centro que tiene un programa de divulgación muy fuerte. Desde el año 2016 están llevando la ciencia a festivales de música. Este año han estado en encuentros musicales celebrados en Inglaterra, Dinamarca y en la República Checa, y ahora llegan a Benicàssim. Trasladan la ciencia a esos festivales como parte de la cultura. El propósito último, la reivindicación que elevan con este gesto, no es otro que demostrar que la ciencia es parte de la cultura no solamente a un nivel más sesudo o reflexivo, por decirlo de una manera muy popular, sino también como parte de la cultura que nos genera diversión y placer. De alguna forma, lo que anhelan es que se vea que la ciencia mola en si misma, que no necesita disfrazarse de nada para ser chula. Buscan, y nosotros con ellos, llevar la ciencia a lugares donde se supone que no pertenece, como puede ser el Rototom. 

P. ¿Pero la palabra ciencia no es todavía muy dura para según que públicos?

Sí, puede ser. Pero parte del motivo por el que vamos a Benicàssim es para evitar que eso siga ocurriendo. Hay un doble movimiento. Por un lado, queremos ratificar que la ciencia pertenece al mundo de la cultura, y por otro, pretendemos decirle a la gente que se siente desplazada del mundo de la ciencia que también es bienvenido. Aquí tiene su sitio todo el mundo. Puedes acercarte y aprender cosas que te pueden enriquecer en tu vida. No digo que la vayas a utilizar en tu trabajo ni nada de eso, ese no es el objetivo que tenemos, pero sí queremos abrir una puerta nueva al disfrute. 

P. Eduardo, ¿entendéis que la audiencia que vais a tener delante no sabe, en su mayoría, de ciencia, no es así?

No lo sabemos, pero en principio entiendo que será como dices. Pero lo que consideramos es no es requisito indispensable para disfrutar de la ciencia tener un gran conocimiento, ni siquiera un un interés previo. Ocurre con muchos ámbitos de la vida, y este es uno de ellos. Vamos a enseñar esa cara de la ciencia para que se vea que podemos disfrutar de ella sin tener ese sentimiento, a veces de inferioridad o intimidación, que tenemos con respecto a esta disciplina. 

P. ¿No debería ser en los colegios donde poner el acento en este aspecto que comentas?

Sí, y muchas veces se hace. Hay profesores que utilizan en clase, por ejemplo, muchas de las divulgaciones científicas que se hace en 'Órbita Laika'. Las ven como un elemento motivador para los chicos y las chicas. 

P. Llevas muchos años como divulgador, incluso has llegado a contar cuentos en bares y has sido premiado como monologuista científico. ¿En qué momento pensaste que se podías abrir una puerta a esa faceta didáctica?

Muchas veces hacíamos en la universidad talleres para chavales de Secundaria y así animarles a seguir vocaciones o tener un gusto por la ciencia. Pero me empecé a dedicar a contar cuentos tradicionales, sobre todo, para adultos, y vi que tenía continuidad porque es la forma más ancestral de conocer el mundo en el que estamos y quienes somos nosotros en ese mundo. Y ahora mismo, la manera de entender el mundo es a través de la ciencia y el arte. Me parece que es un buen vehículo para transmitir esa imagen que tenemos del lugar donde vivimos, que es la imagen que tiene la ciencia. Por ejemplo, creemos que a través de nuestros experimentos podemos comprender parte del mundo, y que esa comprensión nos puede servir para estar mejor en el mundo. ¿Por qué no utilizar el vehículo más inmediato, más eficaz y más bonito que tenemos y que es la narración?

P. Pero esa primera vez que te planteas contar un cuento para divulgar la ciencia en un bar o una cafetería… ¿Cómo surge?

Veía muy natural unir los dos mundos, eso de entrada. Pero la primera vez llegó de la mano de un concurso de monólogos científicos que organizaban en un festival de ciencia en Inglaterra. Participé en la fase española y gané. Fui al Reino Unido y aquello tuvo mucho éxito y repercusión. A partir de ahí fue creciendo la cosa y hasta hoy. El mérito fue recibirlo bien.

P. Además de coordinar el Discovery Lab, ofrecerás una charla, un taller y una performance. No sé si nos puedes adelantar alguna cosa de esta última.

Es una actuación en la que hay algo de monólogo, de música y de ciencia. Todo mezclado. Es un show científico que creo que se puede resultar muy divertido

P. ¿Qué esperas del público del Rototom? ¿Qué te gustaría que pasara en Benicàssim con el Discovery Lab?

Despertar curiosidad. Eso es lo que anhelo. Considero que uno de los mayores tesoros que tenemos es la curiosidad. ¿Qué buscamos? Despertar ese interés es lo pretendemos, sería nuestro objetivo máximo. Entiendo que una vida curiosa es una vida que tiene mucha más oportunidad de ser feliz. En el Rototom vamos a estar en un ambiente de música, de disfrute, de compartir, porque los festivales tienen esa parte de comunitaria de vivir las experiencias juntos. Pues ahí es donde vamos a añadir ese plus de la curiosidad, y en este caso, la curiosidad científica

P. ¿Cómo valoras que la organización de un festival como el Rototom se preocupe de cubrir un espacio de aprendizaje como es este?

Ha habido mucha sintonía con la organización del Rototom desde el principio. Han tenido una actitud muy colaborativa y eso es un buen signo inicial, porque ellos han tenido esa curiosidad de la que te hablaba. En algún momento saltó una chispa en su cabeza que hizo que se preguntaran por qué no sacar adelante esta propuesta. Y seguramente ese chispa y esa pregunta que se hicieron va a resonar en el público de Benicàssim.

P. Llevas ya unas cuantas temporadas al frente de 'Órbita Laika', programa de La 2. ¿Has notado durante estos años algún cambio en el público? ¿Calan las enseñanzas a través de la televisión?

Sí, y de muy distintas formas. En los últimos años, y especialmente en el último, hay mucha gente que se me acerca a saludarme agradecidas por el programa. Hay personas que vienen a explicarme que pensaban que nunca les iba a gustar 'Órbita Laika' y que no solo sí les gusta sino que lo disfrutan y lo comparten mucho. Por otro lado, hay docentes que emplean en sus clases cuestiones del programa para motivar a los alumnos. Y no solo eso, es que hay chavales y chavalas que se plantean, algunos ya lo han hecho, dedicarse a la ciencia. Y es una decisión que han tomado viendo 'Órbita Laika'. Se han dado cuenta gracias al programa que es algo cercano y que tiene frescura. Y es entonces cuando miran a la ciencia con menos distancia y la empiezan a ver como algo que te podría gustar y que te podrías dedicar a ello. 

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