El Consorcio de Museos resuelve un puesto renovado de forma "irregular" durante 15 años

VALENCIA. Cuando José Luis Pérez Pont fue elegido como nuevo gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana (CMCV), hace cerca de cinco meses, ya verbalizó su intención de revisar antes de actuar, una revisión que llevaba consigo una auditoría para conocer el estado del 'bebé' que pasaba a posarse sobre sus manos. Pues bien, la auditoría generada desde la Generalitat Valenciana ya ha finalizado y ha dejado en evidencia una situación “irregular” en el departamento de administración que, aunque resuelta en los últimos días, se ha alargado durante quince años.

Así pues, la persona que hasta ahora ocupaba el puesto de administrador lo hacía en comisión de servicios, una fórmula por la que un funcionario puede cubrir de forma temporal un puesto diferente por el que obtuvo la plaza. Aunque según la legislación actual no se puede permanecer en comisión de servicios más de dos años, el administrador del Consorcio de Museos ha ocupado esa plaza en los últimos quince, acuerdo que debía ser renovado cada año con la firma de la gerencia del Consorcio y beneplacito de Cultura. “Era una situación irregular, esa plaza se sacará a concurso. Lo está arbitrando la propia Conselleria de Cultura y se resolverá por esa vía”, explica el gerente del Consorcio.

De esta forma, el pasado mes de septiembre el funcionario retornó al Ayuntamiento de Algemesí, su lugar de origen antes de pasar al Centro del Carmen, sede del CMCV, mientras que sus funciones están siendo asumidas por el departamento de administración hasta que Cultura saque a concurso la contratación. “Los responsables políticos han estado validando esa renovación, eso no se hace de forma automática”, recrimina Pérez Pont, que destaca que en pocas semanas ha sido posible poner solución a la “irregularidad” de la situación.

Auditoría sin "grandes disfunciones"

“Cuando se me planteó que tenía que firmar la renovación de la comisión de servicios me pareció extraño por el largo periodo de tiempo y consulté en conselleria. Han sido ellos los que han pilotado la solución de esa situación que no era legal”. Con respecto a la conclusiones extraídas de la auditoría ya finalizada sobre el organismo, y más allá de la anormal renovación en el puesto de administrador, explica el gerente del CMCV que “no hay grandes disfunciones a nivel legal”, eso sí, “al menos en la profundidad en la que se ha hecho la auditoría”. 

“Hay que contemplar que es una auditoría hecha desde la propia Generalitat, lo cual está muy bien, pero una auditoría no te permite nunca averiguar si han habido comisiones o no... una serie de circunstancias que no digo que haya habido, pero que lógicamente no sale en una auditoría”. Además de la auditoría propiamente dicha, en los últimos meses el nuevo gerente del Consorcio de Museos ha querido revisar cada uno de los contratos asumidos por la entidad, algunos de ellos ya modificados. "Yo he venido aquí para hacer una revisión de todo, hasta el recibo de la luz”, declaró durante la presentación del proyecto con el que ganó el concurso internacional convocado por Cultura.

El recibo de la luz de manera literal pues, según explicó, en el Centro del Carmen se estaba pagando al año “entre 130.000 y 140.00 euros de recibo eléctrico” debido a una tarifa errónea, pues la administración pública tiene una rebaja del 20 por ciento. "Me pareció un auténtico disparate y, una vez investigamos, averiguamos que la tarifa eléctrica que se pagaba era un 20 por ciento más cara que la de un domicilio particular cuando la administración tiene un precio reducido de la energía. Esto es un síntoma de mala gestión de los recursos públicos, estábamos tirando el dinero por el desagüe".

Por este motivo, se licitó el contrato de suministro eléctrico con un nuevo pliego de condiciones en verano, contrato fue adjudicado a Iberdrola -la misma empresa que ya prestaba el servicio- al presentar la oferta más ventajosa pero esta vez con un ahorro de al menos 40.000 euros al aplicar la tarifa adecuada. "¿Nadie en 20 años ha pensado en revisar la tarifa eléctrica?", se preguntó Pérez Pont. Este se suma a otro contrato que, aunque todavía sin modificar, está en fase de revisión, una "escandalosa" factura de 23.900 euros de teléfono. "No voy a dejar ningún rincón sin escrutar".