VALENCIA. Rafael Guastavino sigue posicionando su nombre en el panorama internacional de reconocimientos. El arquitecto valenciano, uno de los ilustres personajes de la ciudad de Valencia más desconocidos, ha acaparado la atención del jurado de uno de los premios televisivos globales con mayor predicamento en los últimos años, los Cannes Corporate Media & TV Awards. La producción del documental sobre su figura, El arquitecto de Nueva York, ha sido nominada en la categoría de documental televisivo dentro del subapartado Historia y Civilización. El fallo de todos los premios otorgados por este certamen se conocerá el 13 de octubre.
Producido por la empresa valenciana Endora y Radiotelevisión Española (que lo estrenó el pasado 15 de abril), el documental fue estrenado en Valencia el pasado mes de febrero. De hecho, en aquel primer visionado en los cines ABC Park de la ciudad, se pudo ver una versión extendida del que finalmente emitiría La 2 de Televisión Española, en un metraje de 56 minutos y que finalmente se ha granjeado un espacio en los citados premios como finalista. El documental se puede ver íntegro por el momento en este enlace.
La obra de Guastavino sigue presente con algunas de las más imponentes bóvedas de las que fue pionero. Sus orígenes, sus reflejos de la propia Lonja de la Seda valenciana, siguen asombrando al mundo desde edificios tan emblemáticos como la Grand Central Station y el puente de Queensborough, en Nueva York, o la Boston Public Library. Desde la capital del Turia hasta sus años de formación en Barcelona, Guastavino centra toda su etapa de esplendor en EE.UU. La milenaria bóveda tabicada ignífuga cambió el destino del país americano, sobre todo después del impacto y desolación urbana y social de los grandes incendios en algunas de sus más importantes ciudades.
Su influencia y la de la posterior Guastavino's Company, con su hijo al frente y una tormentosa vida personal a sus espaldas, también incluye restos de legado en el Carnegie Hall, el metro de City Hall o la catedral de Saint John the Divine. Su huella en la capital del mundo fue tan profunda que The New York Times lo bautizó como 'El arquitecto de Nueva York', inspirando finalmente el título de este documental.