VALÈNCIA, (EFE). El Festival de Les Arts ha cerrado hoy -con directos incontestables como el de Iván Ferreiro o Sidonie, o el valencianismo musical de La Habitación Roja- su tercera edición por la que han pasado 40.000 personas. Tras la jornada del viernes, que acabó con Fangoria y fuegos artificiales, el sábado ha discurrido entre himnos del pop patrio como "Años ochenta" de Iván Ferreiro (en Los Piratas), "Ayer" de La Habitación Roja o "La revolución sexual" de La Casa Azul.
Sin pretender crecer más por razones obvias de espacio -el festival se enmarca en una zona acotada de la Ciudad de las Artes y las Ciencias- el público ha respaldado la cita musical y ha repetido la cifra de asistentes del año pasado, unos 40.000 entre los dos días, según han confirmado fuentes de la organización. Una cifra con la que se muestran tan satisfechos como cómodos por lo que ya han anunciado las fechas para la edición de 2018: el 8 y 9 de junio.
Además de los asistentes, en materia de cifras el festival ha generado 500 puestos de trabajo directos e indirectos y un impacto económico estimado de 15 millones de euros.
La organización se siente igualmente satisfecha de cómo han funcionado los eventos satélites de la cita musical como Les Arts Pro y el Circuit de Les Arts, las cuales igualmente piensan celebrar al año que viene en su voluntad de integrarse más en la ciudad y que la ciudad participe más activamente en ellas, para que la gente "sienta más Les Arts", según han explicado desde la organización.
En materia musical, los grupos españoles han sido de nuevo los protagonistas, con miles de seguidores coreando las canciones que, te guste o no el grupo, acabas escuchando en uno y otro festival.
El gallego Iván Ferreiro ha subido al escenario principal a las 19.00 horas cuando todavía apretaba el sol. Directo impoluto, cargado de positivismo y actitud, Ferreiro se sabe meter al público en el bolsillo, y aunque no supiera hacerlo, lo hacen ya por si solas "Pájaro Azul", "Turnedo", "El pensamiento circular", "El equilibrio es imposible", o "Años ochenta". Motivos más que de sobra para correr hacia el recinto para aquellos que han remoloneado después del primer día de festival.
Le han seguido los vascos WAS, ya sumergidos por completo en los sonidos electrónicos y Sidonie que ha conseguido un respaldo masivo de público con los que han sostenido carteles con la letra de "No sé dibujar un perro" para hacer un gran karaoke, aunque tampoco habría hecho mucha falta para conseguir un buen coro del público que conocía bien sus temas. Mientras, coincidiendo con Sidonie, ha llegado el turno para la chilena afincada en Valencia Soledad Vélez, que ha contado con una afluencia de público inversamente proporcional a su magnetismo sobre las tablas.
Los valencianos La Habitación Roja repetían en el festival, en el que ya actuaron en su primera edición de 2015. Era el turno para el valencianismo hecho música y capitaneado por Jorge Martí, quien ha explicado que antes de cada actuación repiten su lema "tot serà mentres viscam" (todo será mientras vivamos) antes de interpretar "La Moneda en el Aire". La banda, satisfecha con un apoyo tal de público que merecen pasar al escenario principal, ha rememorado cuando iban en sus inicios "repartiendo 'flyers' y maquetas de sus discos" y han llegado hasta aquí, algo que es como "la constatación de que la obra de Calatrava sirve para algo". Para acabar su actuación se han lanzado con un "Visca València" (Viva Valencia) y su tema más popular "Ayer".
Y The Vaccines han saltado al escenario principal a las 23.00 horas con la gente ocupando cualquier lado del recinto y con el tráfico ya fuera con grandes retenciones por los cortes en las vías debido a la celebración de la carrera 15K Nocturna Valencia que pasa por las calles cercanas al recinto. Tras la banda londinense -que han asegurado que visitan Valencia por primera vez- ha llegado la "Revolución Sexual" de La Casa Azul, que ha puesto a bailar a todo el público con "Podría ser peor" o "Los chicos hoy saltarán a la pista".
Un aperitivo para la despedida festiva que llegará con los suecos Kakkmaddafakka, especialistas en "buen rollo" y ritmos contagiosos.