VALENCIA. El festival de música, vídeo y tecnología Volumens está, como Marifé de Triana, en la encrucijada. Si bien el Museu Valencià de Ia Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) acogió una primera edición en 2015, los organizadores están encontrando más de una piedra en el camino para materializar una segunda cita, por cierto, ya anunciada. Si bien hace unos meses la intención de éstos era abandonar el museo para encontrar una nueva sede que les permitiera ampliar el aforo, las conversaciones con la Ciudad de las Artes y las Ciencias no han llegado todavía a buen puerto, lo que ha llevado a sus creadores a estudiar distintas opciones para asegurar la celebración del festival.
Lo que sí es seguro es que no se cumplirá el calendario sobre el que el equipo ha estado trabajando en los últimos meses, un aplazamiento que deja sin fecha a la nueva edición aunque, sin embargo, el objetivo de sus impulsores es todavía cerrar una sede que permita llevar a cabo la segunda edición antes de que acabe el año y así no tener que dejar en blanco el 2016. La modificación de fechas y la incertidumbre sobre la sede deja también en el aire la posibilidad de recibir el apoyo económico de la administración, que en 2015 sí tuvieron.
Si bien estaba previsto que Volumens 2016 se celebrara el próximo mes de octubre, las dificultades que han encontrado para llegar a un acuerdo y cerrar una nueva sede han obligado a los organizadores a renunciar a la fecha prevista y dejar, por el momento, el calendario en blanco. El Festival Internacional de Exploración Audio & Visual comenzó a andar en marzo de 2015 con una primera edición que convirtió el museo de la Diputación en su casa. Sin embargo, pasó un año y las noticias sobre una posible segunda edición brillaban por su ausencia.
Confirmado el cambio de estación, poco después actualizaron la imagen de las plataformas digitales del festival (tanto sus redes sociales como su página web oficial) con un nuevo diseño, renovado específicamente para la cita de 2016: nuevo logo y gama cromática –del rosa al azul- para un segundo festival todavía por concretar. Si bien, las conversaciones con la Ciudad de las Artes y las Ciencias, para la que tenían un plan concreto con el epicentro de la actividad en el Hemisfèric, no se han concretado y es ahora cuando han abierto el abanico de posibilidades.
Con un aforo fijado en 200 personas en la llamada AV Room -el salón de actos Gregori Mayans- y 450 en el vestíbulo del museo, la intención de la dirección de Volumens era generar una nueva edición del festival que, aún manteniendo es términos generales su estructura y oferta original, llegara a un mayor volumen de público. Con un presupuesto aproximado de 30.000 euros para su primera edición, ésta fue una coproducción con la Diputación de València. Aunque en un primer momento se quería repetir edición antes de verano, sus creadores optaron por cambiar de fecha y sede al coincidir con otros eventos similares, el Festival del Laboratorio de Electrónica Visual (Gijón) y el LAPSUS en Barcelona.
En su primera edición Volumens contó con creadores como Boris Divider, Mirror People, barbara Ellison o Paul Prudence, un cartel que sumó a artistas procedentes de Estados Unidos, Francia, Grecia, Japón, Portugal, Reino Unido y España. Los espacios AV Room y Sound Room sirvieron para albergar los shows más potentes visual y musicalmente, mientras que el espacio Wall Room sirvió de escaparate, a través de screenings, para el visionado de los trabajos de los artistas internacionales que han marcado la evolución de la producción audiovisual.
A éstos se sumó el espacio infantil Volumens Minilab, donde se desarrolló un laboratorio con tablets para probar y jugar con aplicaciones del arte audiovisual, un taller de 'stop motion' y además de con un espacio de 'live painting' donde los niños podían dibujar y pintar en directo. El festival fue nominado en los Premios Fest en las categorías de Mejor Festival Revelación, Mejor Campaña de Comunicación, Mejor Producción y Mejor Festival pequeño formato.