VALENCIA. No incluir imaginario religioso y "paganizar" el contenido gráfico. Estas fueron las dos condiciones que el ilustrador Luis Demano puso a la concejalía de Cultura Festiva para realizar el cartel del Corpus, el primero en los últimos años que ejecuta un profesional, pues los más recientes han sido confeccionados por integrantes de la asociación Amics del Corpus. Deseo concedido. Más interesado en el aspecto visual, la Moma se convierte en la figura protagonista de una imagen que sintetiza la "fascinación estética que sentí por primera vez al contemplar un Cristo de madera asaeteado y crucificado", pero "sin ese componente de crudeza".
"De pequeño acompañaba a mi padre durante su trabajo de pintor muralista en el barrio de Santa Cruz, en Alicante, donde muchos de sus encargos consistían en retratar su procesión del Cristo de la Hermita. Desde el punto de vista de un niño sin educación religiosa, todo ese universo de formas, colores y sonido de saetas se instaló en mi memoria como un ritual colectivo donde t odo el barrio salía a la calle a compartir una misma pasión materializada en un trozo de madera tallada, que aunque para mí no significara nada, siempre me fascinó ese sentimiento que provocaba en la gente y que la volcaba a mantenerse unida bajo un fin común, al menos durante aquellos días de fiesta", recuerda Demano.
Encargado por el Ayuntamiento de Valencia, el ilustrador centra el cartel en la Moma, la Virtud que lucha en su danza contra los siete pecados capitales. En la escena, sin embargo, la interpretación juega un papel fundamental, pues no todo es lo que parece. Frente a la sutil danza representada durante la festa grossa, la versión de Demano muestra en diferentes capas movimientos más cercanos a la danza contemporánea que al baile tradicional. "Mi ideal de Moma sería uno donde en lugar de reflejar la figura de la Virtud cercada por los Momos mostrara el actual proceso de liberación de la mujer contemporánea de las convenciones que históricamente la han reprimido". Recuerda, por cierto, que el personaje sigue estando representado por un hombre.
Danza contemporánea, tipografía gótica
Al compás de la dolçaina y el tabalet, los personajes representan un baile de fuerte contenido simbólico que resulta en un lucha del bien contra el mal. Este no es el único baile, aunque sí el más característico, de la festividad, que también suma las danzas de els Caballets, els Arquests, els Pastorets, la Mangrana, els Llauradors y els Turcs. Si la Moma es la gran protagonista del cartel, no menos importancia tiene la tipografía, con la palabra 'Corpus' despiezada y danzando al son de la Virtud.
Aunque su deseo inicial era contar con Joan Quirós para este cometido, finalmente ha sido Luis Demano el que se ha hecho cargo de la totalidad de la obra. "Mi intención era utilizar una tipografía principal que al mismo tiempo que transmitiera cierto grado de sobriedad, resistiera muy bien al tratamiento cinético que utilizo en la composición. La tipografía gótica, además de tenerme actualmente enamorado, cumplía a la perfección estos dos requisitos. En cuanto a la segunda tipografía la elección es más baladí, ya que simplemente buscaba una tipografía de palo seco que se asentara con naturalidad en el conjunto de la composición"
El de Luis Demano se suma a una lista de carteles comandados por el nuevo equipo de gobierno que, como en el caso de Laura Pérez y el proceso de peatonalización del entorno de Serranos, está derivando los encargos en profesionales. "Por fin se está poniendo en valor nuestra profesión de comunicadores visuales con el fin de mejorar la imagen de la ciudad y revertir el páramo cultural en el que el anterior gobierno nos sumió", explica el ilustrador, aunque, ojo, todavía quedan asuntos que mejorar. "Todavía quedan por resolver algunos temas importantes como el de los precios por encargo, que considero que son muy ajustados en relación al nivel de calidad que se nos exige y que la gente, cuyos impuestos pagan nuestro trabajo, se merece", afirma el ilustrador, que, entre otros, ha trabajado para El Mundo, ABC Cultural o el festival La Cabina.