El IVAM salpica el Museu de Belles Arts

VALÈNCIA. El IVAM ya no está en el IVAM. O Casi. El centro dirigido por José Miguel G. Cortés ha puesto en marcha la maquinaría de su 30 aniversario, que hoy se completa con la apertura de su subsede en Alcoi, con un proyecto expositivo de la mano del Museu de Belles Arts de València. Bajo el lema Teníamos todo a nuestro favor, más de medio centenar de piezas del museo de arte moderno han cruzado el cauce del río Turia para convivir con los llamados clásicos, un diálogo que enfrenta a artistas como Sorolla o Ribalta con Carmen Calvo o Julio González. El proyecto no es tanto una exposición en el sentido estricto de la palabra, sino una convivencia que se desarrolla en las principales salas del museo, que el IVAM salpica con distintas piezas que reinterpretan el bodegón, retrato o paisaje. La muestra se presenta con el reto de generar un plato bien hilado, más una paella que un arroz con cosas, un proyecto en el que jugará un importante papel el apartado didáctico.

La selección de piezas, confesaron los comisarios David Gimilio y Teresa Millet, ha sido la parte más dificultosa, pues Belles Arts cuenta con una serie de piezas clave para su discurso y otras tantas cuyo proceso de desmontaje es muy complejo. “El arte no conoce de época ni de materiales”, recalcó Cortés durante la presentación del proyecto, que se enmarca dentro de una colaboración mayor que llevará próximamente piezas de Belles Arts al IVAM en un nueva muestra. La exposición se podrá ver hasta el 20 de enero del próximo año y muestra un centenar de obras de artistas como Joaquín Sorolla, Antonio Muñoz Degraín, Francisco y Juan Ribalta, Joan de Joanes, Salvador Abril, Pablo Picasso, Manolo Valdés, André Derain, Julio González y Eduardo Chillida, entre otros, proyecto al que el IVAM aporta 66 obras de 24 artistas de arte moderno y contemporáneo que comparten espacio con las obras de 36 creadores de la colección permanente del Museu de Belles Arts de València, fechadas entre los siglos XIV y XX.

La escultura Bottle of Notes, de Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen, es la que da la bienvenida a la exposición, que muestra una cita que da nombre al proyecto. “Teníamos a nuestro favor todo lo que pudiéramos desear para observar el paisaje completo del planeta Venus desde la órbita del sol”. Esta es la casilla de salida que da paso a once salas de convivencia, de diálogo entre unas y otras piezas. De los platos de cerámica dorada y de Talavera o cruces románicas y góticas sacras a obras de Eduardo Chillida, Miquel Navarro o Pablo Picasso. Los dorados de Ana Peters y Carmen Calvo conviven con los grandes retablos del siglo XV valenciano. Por su parte, El panfleto de Equipo Crónica se sitúa en la sala dedicada a la pintura manierista, una pieza que recuerda al tríptico, tanto por su formato extenso como por su carácter narrativo. El pionero del arte pop James Rosenquist hace lo propio en la sala dedicada al barroco valenciano, en la que presenta Nails, una pieza que muestra varios clavos agrupados de cinco en cinco que se vincula a la crucifixión.

Los comisario destacaron, entre las distintas ‘conversaciones’ de piezas, la que se da en la sala dedicada al Renacimiento, donde la obra Aro de Oro de Juan Navarro dialoga con el Pentecostés de Joan de Joanes. Esta muestra, explicó Gimilio, demuestra que las colecciones “no son excluyentes”,  un proyecto que pone como punto final la escultura Torre Prisma Piramidal de Miquel Navarro, que se ubica en el patio del Embajador Vich. “Esta exposición conjunta es un proyecto muy importante entre dos instituciones culturales valencianas que, además, comparten algo muy importante: esa capacidad que tiene el arte de conmover, independientemente de que se trate de un retablo gótico que de una escultura contemporánea”, expresó el director del IVAM durante la presentación, en la que optó por adaptar el título de la exposición: "Teníamos, tenemos y lo tendremos todo a nuestro a favor”.