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regresan con una Antología en directo

El rockabilly también sonaba en València de la mano de Blue Moon

10/09/2024 - 

VALÈNCIA. Si pensabas que en España solo existían Los Rebeldes o Tennessee haciendo rockabilly, ha llegado el momento de que echemos una mirada a lo que aquí. En València también hemos tenido musicalmente una de las bandas más conocidas del género. Blue Moon son un grupo histórico, seminal y reconocidos por toda la comunidad de seguidores del género. Ahora acaban de publicar una antología con sus mejores temas grabados en tres directos.

Aunque la vida de la banda fue corta, su influencia ha marcado a varias generaciones de la ciudad, y en su regreso se dieron cuenta de la cantidad de gente que les recordaba y les pedía que volviesen. Hablo con Suco, voz del grupo, para repasar aquellos años donde la banda estuvo activa y que podrás disfrutar de nuevo en directo el sábado 14 de septiembre en la sala 16 Toneladas presentando su Antología.

Antes de que el rockabilly llegara a la vida de Suco, y también del resto de miembros de la banda, eran otras melodías las que les encantaban. “Nosotros es que en realidad empezamos tocando otra clase de música. Empezamos tocando canciones de los Beatles, hacíamos alguna versión de los Rollings también, lo del tema del rockabilly fue prácticamente dos años, más o menos después, o así cuando nos llegó el cambio de estilo, de vestir y de hacer música”, señala. Blue Moon se formó como cualquier banda de chavales, con mucha ilusión y un punto de locura. “Éramos amigos del barrio de toda la vida, de pequeñines; mi barrio es el de Nou Moles, somos amigos de toda la vida”, recuerda.

València es cuna de músicos, y en una de esas actividades que poco o nada tienen que ver con el rockabilly, se conocieron. “Tocábamos en la banda de falleros”, rememora entre risas. Recuerdo que Quini, cantante de Benito Kamelas, me dijo que decidió montar una banda tras ver a Ramones en directo, Suco y sus amigos tuvieron una epifanía similar cuando acudieron a ver a un grupo que tocaba las canciones de los cuatro de Liverpool. “Tuvimos la sensación de hacer un grupo, nos entraron las ganas, con un amigo, uno de mis mejores amigos del barrio, vimos una banda tocar aquí que hacían canciones de los Beatles en el barrio, y cuando los vimos, la verdad es que era la primera vez que veíamos un concierto en directo (risas), y nos quedamos alucinados, y ahí fue donde nos entró el gusanillo de hacer una banda”, admite.

Una cosa llevó a la otra, ya estaban lo suficientemente motivados tras ese directo y en su camino se cruzó el destino. “Luego dio la casualidad que una tarde nos vimos con otros dos amigos del barrio y resulta que teníamos los cuatro la misma idea, y fue a partir de ahí cuando tomamos la decisión de juntarnos”. Me encanta el nombre del grupo, me equivoco penando que viene por la canción de Sinatra. “El nombre de Blue Moon surge de una canción muy antigua, una versión de Elvis, Blue Moon of Kentucky”, cabe recordar que la versión original de este tema es de Bill Monroe en 1947, aunque sin duda es la versión de Elvis la más conocida.

En aquellos primeros compases de la banda necesitaban algún lugar para ensayar, un espacio donde dar rienda suelta a sus musas e influencias. En aquella época en la ciudad había muchas casas abandonadas y una de ellas sirvió como refugio artístico de los chicos de Blue Moon. “Aquí mismo en el barrio, resulta que la madre del batería había vivido en una alquería, que estaba obsoleta en mitad del barrio, que ahora la están arreglando, porque resulta que esa alquería es del siglo XVII o por ahí. Y bueno, ya no vivían ahí, por supuesto, pero resulta que tenían las llaves de la casa esta y surgió. Y ahí fue donde la limpiamos, nos pegamos una paliza para limpiar, y ahí nos ubicamos, pero durante todo lo que duró el grupo hasta el 89, que fue cuando nos separamos. Ahí estuvimos ensayando siempre”, me señala. Y me pregunto, ¿podría haber algo más valenciano que ensayar en una alquería?

Del pop pasaron al rockabilly y a empaparse de su vestimenta y rasgos más característicos. “Empezamos haciendo pop, a los dos años o así, más o menos, conocimos a una gente de aquí, de València, que se juntaban en la plaza de la Virgen o por ahí, y ya llevaban esa indumentaria, iban con tupé, chupas de cuero, y un día que fuimos allí, los vimos, nos hicimos amigos de ellos y aquello nos marcó ya de por vida”, recuerda, Suco. El cambio fue realmente drástico. “Fue un cambio de llevar el flequillo a que nos hiciéramos tupé y fue a partir de ahí que empezamos a cambiar el estilo de música”.

Tras su participación en un concurso de bandas en Riba Roja, donde resultan ganadores, un mánager se fija en ellos y así dan el primer paso hacia la grabación de su primer larga duración. “Ganamos el concurso y fue la primera vez que se quedó con nosotros un mánager que estaba allí, y a partir de ahí ya fue cuando empezamos a conocer gente de, vamos, otras alturas en este rollo de la música, y nos abrió la puerta ya a poder grabar”.

En 1986 publicaron un Ep, El Paso, al año siguiente editan, El Tren, un elepé, su primer disco, producido por Carlos Goñi, que en aquellos años estaba en la mítica, y muy reivindicada banda Comité Cisne. “En aquella  época ya teníamos otro mánager y también llevaba a Comité Cisne, a Presuntos Implicados, nos hicimos muy amigos (de Carlos Goñi) y le apeteció un montón producir el segundo disco que sacábamos. La verdad es que fue fantástico porque era un músico increíble, imagínate ahora a la altura que está, fue una experiencia muy buena”, recuerda. Y El Tren no fue mal en ventas, “el disco tuvo buena repercusión, porque, bueno vendimos bastantes copias, nos dieron algunos premios como Grupo Revelación en Albacete”, apunta.

Los chicos de Blue Moon habían logrado el reto de grabar un álbum, algo que estaba al alcance de muy pocos. “En aquella época grabar un disco era como si te tocaras la lotería, no como ahora que cualquiera lo graba”, espeta. “Sonábamos en todas las radios y todos se vendían en todas las tiendas en El Corte Inglés, en todos los lados, y claro, la verdad es que funcionó bastante bien; aunque quizás no lo suficiente, a partir de ahí fue donde empezaron ya los problemas de la banda”. El grupo estaba en todas partes, el rockabilly de Blue Moon se extendía por la Comunitat a través del deporte. “Estuvimos en listas de 40 principales, salimos en Súper 1 de la Cadena SER en todas las etapas de la Vuelta Ciclista a la Comunidad, estábamos tocando en todas las etapas de la Vuelta Ciclista a la Comunidad”, dice.

El Tren fue presentado en Barraca, “porque el dueño de Intermitente (el sello con el que publicaron el disco) era Carlos Simón, él era el dueño de Barraca. Es un personaje clave en aquella época porque es la cabeza de todo lo que llamaron luego la ruta del bacalao y todo aquello, él era el artífice de todas las cosas, de los pioneros en ese tema y fuimos a caer, quizás, en las mejores manos que podíamos haber caído en aquella época, es que llevaba lo mejor que había aquí en Valencia”. Las sensaciones de aquel momento único de estrenar tu pequeño retoño en una sala tan importante y con una entrada bastante curiosa e inolvidable. “Fue fantástico Eso me parece que fue en el 87. Recuerdo que daban una entrada que era un bote, como si fuera un bote de colonia que era un elixir, ponían la etiqueta para que te creciera el tupé (risas). Algo diferente y gracioso de decir. Y nada, fue fantástico el concierto, los conciertos en Barraca eran fantásticos. Era una época que a la gente le gustaba ir a ver”, comenta.

Tan jóvenes y con un disco bajo el brazo, Blue Moon se querían comer el mundo a base de ritmos bailables y diversión.  Con temas como El Paso o El último Tren podían hacerse un hueco en miles de corazones. Aquella gira peninsular fue inolvidable. “Especialmente me gustó uno que hicimos en Almansa, porque tocábamos también con Crazy Cavan and The Rhythm Rockers y con Los Hurones, aquellos que cantaban: el verano se acabó, los mosquitos del calor (canturrea), y estuvo fantástico, vino gente de todos los sitios, también recuerdo otro concierto que hicimos, incluso antes de grabar el disco, en Distrito 10, en la discoteca  y sin disco ni nada, y llenamos todas las plantas, y lleno gente de Madrid, de Barcelona de Castellón, de Alicante, ¡una pasada!”, me señala con entusiasmo.

Por desgracia la banda se separó al poco, a veces los sueños se terminan pero ello no quita que Blue Moon no hicieran canciones que conectaron de un modo muy especial con la gente. “Nos separamos en el 89, diez años justos, desde que empezamos el grupo hasta que nos separamos y las razones, lo que te dije, todo parecía que iba bien, pero en realidad no llegábamos al nivel que había que llegar. También quizás porque, ya sabes que todo lo que se movía discográficamente a lo grande estaba en Barcelona o en Madrid, y aquí en Valencia las cosas funcionaban de otra velocidad. Llegamos a una edad que claro, o podías vivir de eso o tenías que trabajar”, comenta.

Tras veinte años en silencio, los tupés, el rock despreocupado y sincero regresaba.  “Volvimos en el 2009 pero sin disco. El primer disco lo sacamos en el 2010 que fue un disco en vinilo que se llama A veces Necesito, que constaba, me parece que con cuatro temas y ese disco en realidad no estuvo a la venta, bueno, estuvo a la venta pero el día del concierto”, comenta. Aquel elepé fue algo exclusivo, algo único que solo podrán tener los asistentes a un retorno esperado.

“No lo vendimos en otro sitio y era en formato vinilo e iba acompañado de un cedé también, como ya los tiempos habían cambiado prácticamente la gente no escuchaba entonces, iba acompañado de un cd de regalo que incorporaba otra canción más, que al final eran cinco. El sonido había cambiado bastante, ya no teníamos 20 añitos, las cosas eran de otra manera, las composiciones, yo soy el compositor del grupo, todas las canciones las hago yo, y ya con 20 años de intervalo pues te pasan muchas cosas en la vida y ya compones de otra manera”, dice.

Cuando el rockabilly estaba más en auge en la ciudad, los seguidores de estos sonidos se juntaban en el barrio del Carmen, “íbamos al 21, luego de eso emigramos a otro local que había y se llamaba Lilliput, me parece que era. Nos juntábamos en el barrio, aquella época siendo tan jóvenes y siendo parte de los 80, de la música, es una experiencia que yo personalmente no olvido nunca”. Aquellos años deben ser inolvidables e irrepetibles por la juventud. “Por mucho que hagas ahora tal y cual, pero eso no, esa época y esos años que teníamos, eso no puede volver, eso es inolvidable. Aunque no llegue a tener la misma calidad de lo que hagamos ahora, pero yo no lo cambiaría, si pudiera volver a aquella época, volvería”, reconoce entre risas.

La Antología repasa estos 45 años de historia de la banda. El disco trae tres actuaciones en directo, una en la sala 16 Toneladas el año pasado y dos más grabadas en 2013 en la sala Black Note y el Club RBS. “En realidad al principio iba a ser un concierto que preparamos para grabar en directo en el 16 Toneladas pero bueno, como suele pasar en los directos, pues al final cuando echas mano de las canciones que has grabado, no están todas a la altura para sacarlas en una grabación”. Suco tenía más directos grabados y se decidió a incluirlos en el álbum y que quedara una verdadera joya. El 14 de septiembre podremos volver a disfrutar de sus canciones en directo, será un momento especial.

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