Este es el selfiematón: 35 preguntas imposibles -y un selfie- para conocer a los agentes culturales de Valencia que ya deberías conocer.
-¿Cuál es tu canción del verano de todos los tiempos?
-'Born to be alive' (1979), de Patrick Hernández y 'Rumore' (1974), de Raffaella Carrá, dos canciones con títulos muy vigentes.
-¿Si se editara hoy, cómo se titularía tu autobiografía?
-¡3 x1! ¡Casto, negro y puro!
-¿Defínete en un emoji?-¿Brunch o esmorzaret?
-Una fusión: esbruntxaret.
-¿El sexo está sobrevalorado o infravalorado?
-Llevo desde los siete años haciéndome esa pregunta y alternando caprichosamente las dos respuestas.
-Dicho esto, ¿cuál es tu fruta favorita?
-La Manzana y el mango, para ser paritarios.
-¿Moño único?
-Una pregunta cruel, teniendo en cuenta mi angustiante alopecia tonsural (la maldita coronilla).
-¿Cuántas veces te has enamorado?
-Sólo responderé a esta pregunta en el programa nostálgico ‘Qué tiempo tan feliz’ (Tele 5) de María Teresa Campos.
-¿Con qué político te harías un selfie?
-El anciano Antonio Cañizares (Utiel, 1943), pero con mucho cuidadito de no pisarle su suntuosa capa magna de terciopelo rojo, porque Su Eminencia Reverendísima es pequeñito pero matón. Y muy reaccionario...
-¿Cuál es tu palabra favorita?
-Paranguaricutirimicuaro, aunque haya caído un poco en desuso.
-¿Cuál es tu Spice Girl favorita?
-Becks, el muñeco blanco de Posh, el que sabía desfilar y jugar al fútbola.
-¿Cuál es tu mito sexual ya fallecido?
-La modelo tejana Anna Nicole Smith (Houston, 1967- Fort Lauderdale, 2007), cuya horripilante muerte accidental ejemplifica la brutal colisión entre la América profunda y la hiperreal.
-¿Qué reality show marcó tu vida?
-Solo veo películas albanesas en blanco y negro y en versión original sin subtítulos, pero el espectáculo conyugal de Alaska y Mario Vaquerizo me parece muy ilustrativo de las venialidades de la vida moderna.
-¿Cuál es tu nombre de trama de corrupción predilecto?
-Rasputín, que se refiere a unos pagos con fondos públicos realizados en 2004 por Jaume Matas y otros miembros del Gobierno Balear en el Teatro Erótico Rasputín de Moscú, que en realidad era un club de alterne. Aunque el nombre más preciso podría haber sido Rasputín, el más putón, titulo español de la película sueca Ta' mej doktorn (1981) de Andrew White.
-¿Qué champú usas (si usas)?
-Voy a verlo a la ducha. Champú familiar o gel familiar, indistintamente, ambos de la marca Deliplús, que debe ser francesa.
-¿Qué tres cosas no te llevarías a una isla desierta?
-Una moto, un yate y una enciclopedia de mecánica y bricolaje.
-¿Planchas la ropa?
-Más bien la aspiro.
-¿Buenafuente o Bertín?
-Buenafuente tiene trato amable. Bertín me produce insomnio. ¿Y por qué no Berto y Arévalo?
-¿Cuál es tu animal favorito (con o sin DNI)?
-La Machaca (Fulgoria Laternaria), cuya picadura mortal tiene como antídoto hacer el amor en el plazo de 24 horas. Al menos eso es lo que contaban en la selva del Putumayo (Colombia).
-Si pudieras volver a nacer, ¿en qué año lo harías?
-En ninguno del pasado, qué horror, sin Internet ni papel higiénico. Tal vez en un futuro remoto, cuando puedas clonarte a ti mismo para delegar en tu clon ciertos engorrosos compromisos e ineludibles obligaciones.
-¿Arroz seco o meloso?
-Socarrat o empastrat, en mi caso.
-¿Qué es lo más ridículo que hiciste siendo un adolescente?
-Ponerme traje, corbata y zapatos de tacón de plataforma para asistir a varias fiestas de quinceañera (Bogotá, 1977), como si fuese un galán del culebrón mexicano Los ricos también lloran o un pimp de una película de Blaxploitation.
-¿Cuál es tu ópera o cómic favoritos?
-Internas (1983) y Las aventuras de Sarita (1985) de José Luis Galiano, Marta Guerrero y Alfredo Pons.
-¿Cuál es el capricho más raro que te has dado?
-Utilizar un Vega Sicilia único, que no era mío, para preparar calimocho. Es que no me fijé en la etiqueta. Aún lo recuerdo, fue hace veinte años.
-¿Cuál es tu cubierto (menaje) favorito?
-La totuma y el exprimidor de ajo.
-¿Patatas fritas o deluxe?
-Voy a verlo a la despensa. Patatas fritas Hacendado.
-¿Ibiza o Formentera?
-Mejor otros pueblos peninsulares sin tanta mitología turística cool-cul, pero con reclamo sexual más explícito: Parderrubias (Pontevedra), Guarromán (Jaén) y Villapene (Lugo).
-¿Benicàssim o Xàbia?
-¿No veranean allí la gente con posibles de Valencia? No tengo náuticas, tampoco camisa blanca, ni llevo pulseritas multicolores. ¿Me dejará el portero entrar con zapatillas?
-¿Madrid o Barcelona?
-¿Una pregunta de fútbol? Soy seguidor enfermizo del Barça, pero también del Museo del Prado.
-¿Por qué Valencia?
-Porque es una ciudad mediterránea de dimensiones humanas y perfil urbano no demasiado aguileño, aunque me cause espanto cierta estatuaria pública, como la palomita del Monumento a Antonio Ferrandis del lapidario Orellano, los montruitos del monumento al libro del repostero Ripollés y el homenaje funerario al banderillero Montoliu del funesto Manolo Rodríguez.
-¿Cuál es tu ciudad favorita de todas las que no has visitado?
-Ulan Bator (Mongolia), fundamentalmente por su Campus. También Tirana (Albania), como sede única de la Unión Europea. Y la berlanguianas Tombuctú y Villar del Río, ambas en el Imperio Austrohúngaro.
-Esta se la robamos al famoso cuestionario de Proust: ¿qué cualidad aprecias más de una mujer u hombre?
-El humor de color, la fraternidad universal y que sepa rellenar correctamente los formularios de hacienda.
-¿Más Europa o menos Europa?
-Más Europa para las personas humanas y menos para los animales políticos, que se van a indigestar de tanto nombrarla.
-¿Cuál es la cosa más extraña que te has metido en la boca?
-Recientemente, un supositorio Rovi, pero porque no llevaba las gafas de vista y lo confundí con el Omeprazol del desayuno.
-Venga: una novela, una película española y un disco reciente para sobrevivir a este verano.
-La forma de las ruinas (Alfaguara, 2016), de Juan Gabriel Vásquez; el documental El Bosco. El jardín de los sueños (2016) de José Luis López Linares, pero también El desencanto (1976), de Jaime Chávarri, que en septiembre celebra el cuarenta aniversario de su estreno. También cumplió cuarenta años en enero Station to Station de David Bowie.
El retratado, que podía declinar la respuesta de hasta cinco preguntas, no ha querido contestar a las siguientes:
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