VALENCIA. La consolidación de la torreta del Palau dels Valeriola no fue suficiente y, casi cuatro años después desde que se ejecutara la última intervención en el inmueble, el Síndic de Greuges pide al Ayuntamiento de Valencia que adopte todas las “medidas que sean necesarias” para llevar a cabo su rehabilitación integral.
La debilidad de su estructura obligó a los propietarios del palacete a llevar a cabo una serie de actuaciones que, según denuncia la asociación Círculo por la defensa y difusión del patrimonio histórico, quedan lejos de lo necesario para devolver el brillo a un edificio que lleva años cerrado a cal y canto.
Construido a finales del siglo XVII sobre una antigua sinagoga, el inmueble ha sido residencia de la alta burguesía valenciana y, más tarde, imprenta. Aunque la fachada principal, que recae en la calle del Mar y cubierta por una lona de color verde, ya deja intuir el estado de abandono del Palau dels Valeriola, es bajo la cáscara del mismo que se esconde un bien en peligro de extinción.
“A fecha de hoy presenta diversos grados de ruina y es altamente preocupante, destacando la ruina absoluta del cuerpo y la cúpula del oratorio así como la parte posterior del palacio recayente a la calle del Fossar, vía que lo separa del Cementerio del BIC de la iglesia de San Juan del Hospital”, reza el documento presentado por la asociación.
Esta, sin embargo, no es la primera vez que tratan de forzar una rehabilitación que no llega. En febrero de 2015 decidieron reabrir la causa “porque las obras efectuadas solo se trataban de una limpieza de cara”, explica César Guardeño, presidente de la asociación cultural. Por ello decidieron dar cuenta del estado de la cara B del Palau, una parte trasera en la que encontraron numerosas piezas desprendidas. El resultado de la iniciativa: una recomendación del Síndic que ahora está a la espera de ser o no aceptada por parte de la administración.
“Seguimos sin entender cómo, 19 meses después desde la última respuesta, se siguen sin ejecutar las obras de rehabilitación integral de los inmuebles, máxime cuando cuentan con la preceptiva autorización de la Dirección General de Cultura desde el 29 de septiembre de 2009”, añaden desde la asociación.
Más allá de la necesaria rehabilitación, el destino del Palau dels Valeriola es una incógnita. El proyecto de la firma High Tech de levantar en el lugar un hotel quedó en agua de borrajas con la llegada de la crisis económica. La inversión, que en su momento se cifró en aproximadamente cinco millones de euros, nunca se llegó a efectuar, dejando al palacete compuesto y sin novia.