conocido por sus retratos sociales, también capturó la transformación urbanística 

El archivo fotográfico de Ramón Sánchez: la 'pieza' que faltaba sobre el Castellón de los años 50 y 60

8/01/2024 - 

CASTELLÓ. "Pensamos que la pasión por la fotografía en la familia arranca en 1885", cuentan Ángel y Dorin Sánchez. Aunque en Castelló, el impacto de su trabajo no empieza a darse hasta 1942, cuando su padre Ramón Sánchez López abre su estudio de fotografía en la ciudad. Es entonces cuando este nieto, hijo y padre de retratistas empieza a crear una instantánea sobre la sociedad castellonense. Comuniones, bodas, bautizos y puestas de largo son su especialidad ... pero hay más. Sánchez también capturó la Castellón de los años 50 y 60. Fotografías relacionadas con la transformación urbanística y económica de la provincia, que tomó con cámaras de gran formato, y que hasta ahora- en su mayoría- se desconocían. 

"Sabíamos que existían fotografías de este tipo, pero no que había tanto volúmen. De repente en cajas que no estaban organizadas y que ya eran para destruir, aparecieron instantáneas del Grau, de comercios, de azulejeras, de la naranja, de patrimonio y de vivienda social", cuenta su familia, que asombrada por ello ha decidido mostrar una pequeña parte de este importante fondo en una exposición, ubicada en la sede del Colegio Territorial de Arquitectos de Castellón. Se trata, así, de una muestra sobre el momento económico, social y humano, que pretende también abordar el oficio del fotógrafo y la función de la fotografía como construcción de la identidad en el siglo XX, así como recuperar la memoria de este maestro de la imagen. 

Todo el mundo lo llamaba "Don Antonio". Aunque su nombre verdadero era Ramón, lo cambió por ser una persona represaliada. El fotógrafo, que militó en el bando republicano tuvo, en efecto, que esconderse después de la Guerra Civil Española y esto marcó de alguna manera u otra su vida y profesión. Sánchez nació en Sevilla, pero vivió un tiempo en La Mancha, ya que su familia paterna era de Tomelloso y Puertollano, aunque finalmente tuvo que huir. Es así que sobre los años cuarenta se instaló en Castelló, donde hoy en día todavía puede verse en su casa el escondite que usó. Un documental, impulsado por la misma familia, explica en mayor profundidad su vida. 

Las otras 'postales' de Castellón

En cuanto al Sánchez retratista. Pocas son las familias que se resistieron a pasar por su estudio. El mismo permaneció abierto en la ciudad más de ochenta años. Hasta 2021, cuando su hija Dorín lo tuvo que cerrar por jubilación. "Se convirtió pronto en un referente de la fotografía social, porque dio mucha luz a las imágenes y renovó la forma de hacer fotos en Castelló", cuenta Enri Escuder, quien fue su empleada en los años 50. 

Pero como decíamos, Ramón Sánchez también fue un gran fotógrafo industrial, cobrando especial importancia, por ejemplo, el trabajo que hizo sobre la Fertiberia del GrauAl profesional se le encargó capturar toda la construcción de la fábrica de fertilizantes, "desde el primer tornillo hasta el último". Una obra que, para quien no lo recuerde, se instaló en el Norte del Puerto, a pocos metros del casco urbano, sin licencia municipal y con el voto en contra de la mayoría de partidos políticos. Aun así la Fertiberia se inauguró en el año 1966 y siguió funcionando durante varias décadas. Cuenta Dorin que, en su caso, la familia tuvo que mudarse del Grau por los altos niveles de contaminación.

 

Además de esto, el fotógrafo capturó el desarrollo de la urbanización Las Fuentes de Alcossebre; la construcción de los primeros apartamentos en las playas de la Concha y el Faro de Oropesa, el estado del Castillo del Papa Luna de Peñíscola en los años 50; un grupo de viviendas sociales en Castelló entre la calle Maestro Arrieta y la calle San Juan; la construcción de la Pérgola del Parque Ribalta; los trabajos de Carrocerías Gozalbo en Vila-real; e incluso a niños dando clase en los años 60 o el interior de una peluquería de los 70.

¿Qué hacemos con este patrimonio visual?

Hasta el 31 de enero permanecerá abierta la exposición. Tras ello, la familia Sánchez se pregunta qué hacer con este poderoso archivo. "No podemos almacenarlo eternamente. Necesitamos un espacio con buenas condiciones", lamentan. Y es que hay fotografías que no han podido recuperar, porque se perdieron tras una inundación. Ante esto, piden que alguna institución pueda asumir el material y ponerlo a disposición de todo el mundo, ya que ayuda a atestiguar el cambio que ha vivido la sociedad. 

"Existe un problema con la fotografía y la memoria. No se tiene en consideración su valor. Y muchos fotógrafos no saben qué hacer con el material que tienen", advierte el castellonense Julián Barón.

En su caso, cuenta la familia Sánchez que "han quedado muchos temas pendientes de los que hablar". Todos vinculados a "diferentes luchas. "También tenemos grabaciones de cómo fue esa lucha contra el monopolio que la iglesia tenía respecto a las fotografías de casamientos. Fernando Ribero -extrabajador del estudio- y Ramón Sánchez pelearon mucho en la época para que todos los fotógrafos profesionales tuvieran acceso a las iglesias y para que así cada uno pudiera contratar a su propio fotógrafo. Lo pelearon muchísimo, se hizo hasta una vaga. Es algo que nos encantaría contar", concluyen. 

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