VALÈNCIA. Termina la temporada escénica pero la actividad sigue a pleno rendimiento en Espacio Inestable. El espacio abre sus puertas durante los meses estivales a las compañías que ha seleccionado para que lleven a cabo sus procesos de creación en condiciones óptimas y puedan presentarlas en el segundo semestre del año.
Las residencias suponen un pilar fundamental de la filosofía y la actividad de la sala ubicada en Ciutat Vella, que ya desde hace más de siete años destina gran parte de sus recursos a esta misión. En la actualidad el proyecto de residencias se vertebra a través de Graners de Creació, primera red público-privada para el apoyo a las residencias de creación en el sector de artes escénicas valencianas, que cuenta con el respaldo del programa Cultura Resident liderado por el Consorci de Museus de la Generalitat Valenciana.
En este periodo estival serán cuatro las compañías que residirán en Espacio Inestable, un mínimo de dos semanas cada una. En la primera quincena del mes de julio, la compañía de teatro La Negra continuará el proceso de creación de El arbol del Teneré, una pieza de teatro para la infancia y la juventud que se caracteriza por el juego de luces y sombras, así como la manipulación de elementos de la naturaleza como restos de ramaje, hojas secas y otras reliquias extraídas de árboles sin vida. Una creación que verá la luz en Inestable durante el periodo navideño.
Durante la última parte de julio le llegará el turno a las valencianas Fil d’Arena, con su nueva pieza de danza contemporánea de carácter intergeneracional. Nimbes, que se estrenará a finales de octubre, gira en torno al legado entre madres, hijas, hermanas, amigas. Se inspira en el mundo de las diosas para reivindicar la fuerza de la mujer e investiga en la idea de tribu femenina como forma de afrontar las dificultades desde lo colectivo.
Siguiendo con la danza contemporánea y ya entrado el mes de agosto, la valenciana Julia Irango disfrutará de la residencia que ganó tras la última edición del Ciclo Migrats Dansa con su pieza Ningú morirà després de mí. En el espectáculo, Irango trabaja sobre la relación del sexo y la violencia desde la cultura pop, investigando cómo funcionan las conexiones entre el imaginario colectivo y la vivencia individual. El trabajo completo podrá verse en noviembre, precisamente en la próxima edición del ciclo de danza en Espacio Inestable, tras una segunda residencia en la sala barcelonesa Tantarantana dentro de la línea Conexiones de Graners de Creació.
En último lugar, la compañía DelsAltres dirigida por Pablo Meneu dará forma a su última creación, Bürstner Club, en la que combina danza, circo y teatro. En la pieza podremos ver disciplinas del circo como malabares, mano a mano, straps o banquina alternados con números de magia, música en vivo y ópera. Una pieza que habla sobre cómo hacer de la crisis una oportunidad y que veremos estrenarse en el ciclo de circo con el que abre temporada la sala en el mes de septiembre.
Circo, teatro y danza que completan este verano residencial de Espacio Inestable, que aprovecha los meses de menor actividad para poner su espacio y medios técnicos y económicos al servicio de la creación de compañías valencianas. Desde la dirección de la sala, en este sentido, mantienen un posicionamiento claro de inversión de recursos y oportunidades para fortalecer la creación contemporánea.