Un repaso a las nuevas y recientes aperturas 

Esto es lo que nos depara el 2025 gastronómico en Valencia 

2024 dijo adiós con, al menos, media docena de cierres de esos que quedan en la memoria y que deterioran la oferta gastronómica de la ciudad.  Pero 2025 viene pisando fuerte. Parece que hay luz al final del túnel.

| 03/01/2025 | 4 min, 48 seg

Pasado

Acabamos de cruzar la línea que divide lo antiguo de lo nuevo y no podemos mirar hacia delante sin volver la vista hacia atrás. El año que acaba de evaporarse nos deja un puñado de restaurantes que se han convertido en historia porque fueron parte de momentos que han sido importantes. El año comenzó con el cierre de Vertical, el restaurante regentado por la familia Andrés Salvador, que durante 18 años deslumbró a la ciudad desde las alturas. Unos meses más tarde, cuando arrancaba julio, cerraban bodega La Aldeana y su hermano Malarmat, dejando esa parte del Cabanyal todavía no copada por el turismo, un poco coja. La misma semana Omar Seid anunciaba que cerraba Bekaa, el mejor restaurante de comida libanesa que ha tenido la ciudad, por una buena causa: "quiero vivir", explicaba Omar en su carta de despedida. Dalima, el peruano que regeneró una Gran Vía Marqués del Turia cada vez con más franquicias, se fue de vacaciones el 30 de julio y nunca más volvió. No sabe Javier Calduch lo que echamos de menos sus piscos y sus ceviches. Cruzando esa Gran Vía estaba A Contracorriente, el restaurante que se hizo famoso por los gazpachos que preparaba la Mari, pero a final de septiembre, Pedro y Álex dieron por finalizado el trayecto. El último cierre del año nos ha dado una pena infinita. Hikari Yakitori bar, el hermano pequeño de Nozomi, la preciosa izakaya que nos enseñó que no solo de sushi vive Japón, anunciaba su cierre el 30 de diciembre.

Sabemos que es ley de vida y que los proyectos nacen, crecen, y después de darnos muchas alegrías, algunos mueren, y no por ello nos acostumbramos. A los que se han ido solo nos queda agradecerles por tantos buenos momentos.  

Presente 

Pero la vida sigue. Y en los últimos meses, o semanas, hemos asistido a aperturas que habrá que seguirles la pista de cerca.  Una de ellas es  Noble, el restaurante ubicado en lo que fue Señuelo, que cambia por completo de tercio y bajo la batuta de José Cifre y Ángel García (ex dacostianos), apuesta por recuperar recetas de antes con ciertas licencias.  Abrió Borgia Wine Bar en plena calle Caballeros, plantando cara a aquellos que creen –todos lo hemos dicho en algún momento–, que en El Carmen ya no se puede comer bien. Buena propuesta de vinos, espacio confortable y una carta diferente a cargo de los Two Many Chefs (pronto hablaremos con más tranquilidad de este bar). Solo unos metros más allá, en perpendicular, abrió, Casa D'Aragona robándonos el corazón. ¿Puede que la ciudad haya encontrado un sucesor legítimo a la Trattoria de Carlo?  Vayan, prueben sus pizzas, y opinen. Ultramarinos Huerta abrió sucursal en Mercader: a los platos que ya amamos de la casa madre se le suma una acogedora sala para que quienes viven cerca del mar lo tengan más fácil. Continuamos en El Cabanyal con dos aperturas que están dando mucho que hablar: una es Cocleque (al frente de los fogones, Adrián, ex cocinero de El Astrónomo); la otra, Xaruga, con una mujer (lagrimita) al mando: Amparo Nacher. Ambos han llegado pisando fuerte. Sin moverse de El Cabanyal, aunque algo escondido, está Clementina, un mexicano de los que tratan de mostrar otra cara de la cocina mexicana.  En Cánovas abrió a en octubre Informal, el segundo local de Xavi Climentproducto de primera, mucho pescado, marisco y vinazos en plena plaza de Cánovas.


Y dos aperturas recientes,  recientísimas, a las que ya llevábamos tiempo siguiéndoles la pista: una es Hiro, el restaurante japonés donde se fusiona la delicadeza y experiencia de Andrés Pereda con la cocina nipona con el producto y la calidad de José Tomás. Ayer, jueves 2 de enero, abrió sus puertas al público. El mismo día que Maestro bar, un local en Maestro Gozalbo, en esa esquina que es una de las mejores ubicaciones del Ensanche. Detrás de este local, encontramos algunos personas que en el pasado estuvieron vinculadas a Sastrería, y que saben de qué va esto. Vino, aperitivos, platillos para compartir con producto de calidad y horario ininterrumpido para comer a deshoras o alargar la sobremesa. Larga vida a los bares que nunca cierran.

Futuro

¿Y qué va a pasar en los próximos meses gastronómicamente hablando?  Tenemos una bomba que aún no podemos desvelar, pero que es un notición para un barrio que mira al mar y una ciudad que le da la espalda, sobre todo a la hora de comer.  Qué ganas de contarlo...  

Desde Jávea llegará a Cánovas a mediados de febrero, Escama, un bar de tapas mediterráneas con arroces y el mar muy presente. Además, sin desvelar demasiados detalles, el Grupo Gastroadictos ataca de nuevo y confirma a Guía Hedonista que en la primera mitad del año llegarán al corazón de la ciudad con una propuesta algo diferente al resto de sus locales… Y hasta ahí nos dejan leer.


Seguro que este año llega con más sorpresas, muchas alegrías, ojalá pocos cierres y siempre las copas llenas. ¡Feliz año, hedonistas!

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