VALÈNCIA (EP/VP). El artista valenciano Juan Fabuel se mete en el Mar Mediterráneo con su exposición '14, 24. The space between', una serie de 36 fotografías realizadas desde 2009 en la costa de las Islas Canarias, Italia y Grecia. En la exhibición se muestran enclaves geográficos "marcados por los flujos migratorios y las crisis humanitarias". Todas las instantáneas se han realizado por la noche con la única luz de la Luna, una técnica con la que el fotógrafo ha querido mostrar "desasosiego" e invitar a los espectadores a "seguir buscando".
La exhibición se ha inaugurado este jueves en el Centro Cultural Bancaja de Valencia y estará abierta al público hasta el próximo 21 de mayo. '14, 24' toma su nombre de la distancia más corta en kilómetros que separa África de Europa, con el Mediterráneo como "espacio y eje" protagonista de los movimientos migratorios.
A pesar de ello, Fabuel ha insistido en que "no quería buscar el drama" con este proyecto, sino plasmar en imágenes "algo más neutro" y "desconcertar" con el punto de vista escogido. La dificultad de ubicar los paisajes trata de "obligar" a los espectadores a "seguir buscando porque saben que hay algo" más allá, con el continente africano como "reflejo" y el cielo como "guía".
La muestra parte así del mar para ofrecer un "giro en 360 grados" de cada enclave natural, hacia "arriba y abajo", para "salir de la mirada sosegada" del gran azul. Algunas de las instantáneas también reflejan el "bloqueo" del paisaje con ramas y rocas para dejar constancia de que el autor "no podía salir corriendo".
Este punto de vista también "obliga al espectador a ser activo" y observar el escenario como "punto de partida para acceder a otros lugares y reflexionar", como ha ilustrado la comisaria, la profesora de Fotografía de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Valencia (EASD), Tana Capó. La "sinestesia" de la propuesta también refleja el "paralelismo entre el que sabe que intenta llegar a tierra mientras viaja de noche", algo plasmado en los tonos azulados de las horas previas al amanecer gracias a la luz de la Luna.
Cinco días al mes para fotografiar
Las 36 fotografías -de mediano y gran formato y sin título, solo clasificadas por número- han sido realizadas durante los últimos ocho años en varios viajes por la costa mediterránea de Juan Fabuel, cada uno "de diez o doce días" y con solo cinco jornadas al mes para disparar el obturador, ya que el autor aprovechaba el periodo de luna llena, gibosa creciente y gibosa menguante.
El artista ha destacado la importancia del proceso de documentación antes de escoger el enclave de cada imagen y ha rememorado que los primeros días de cada viaje eran "horrorosos" para él, sobre todo en invierno en las zonas más húmedas. Sin embargo, ha asegurado que se trata de una sensación que "no dura nada" y que "enseguida te habitúas a los cambios", algo que ha querido plasmar en la muestra.
A la hora de capturar los paisajes, Juan Fabuel ha empleado un tiempo de exposición muy prolongado, de hasta dos horas, para crear escenarios "casi irreales" y establecer "un discurso paralelo a la propia fotografía", el de las diferencias en la percepción del espacio y la relatividad del tiempo. Este componente de espera está muy presente en la exposición porque el fotógrafo recibió más información de cada lugar "solo en ese tiempo", y en ocasiones se enfrentó a dificultades como que la Luna se cubriera o aparecieran eclipses.
"El paisaje lo pedía"
Al ser la compilación de un trabajo de varios años, 'The space between' fluye entre unas imágenes más abstractas y otras con más nivel de detalle, si bien ésta "no era la intención" del autor. "El paisaje lo pedía", ha aseverado.
Algunas de las instantáneas que ha destacado Fabuel son una de las primeras, disparada en Tenerife, con el mar como absoluto protagonista y máxima abstracción, junto a otra "más significativa" en el Valle de la luna de la isla italiana de Cerdeña, o una que refleja una "caída" al ser capturada desde 60 metros de altura. "Eres consciente del riesgo, pero ¿cómo no asumirlo?", se ha preguntado al respecto el autor, que ve cada una de las 36 como "una anécdota en sí misma".
Esta voluntad de jugar con la percepción responde a "la propia lógica del proceso seguido", como ha explicado la comisaria: "Se detecta una brecha, se aproxima a ella y va investigando". Por ello, independientemente de su nivel de abstracción, las imágenes "nunca se definen del todo"; es decir, el paisaje no es escogido como punto de vista estético sino como "reflejo" de la dualidad de significados y como "alegoría del origen, el destino y el viaje".
"Cuando sale la Luna todo cobra una dimensión diferente. No te sientes seguro, no te acostumbras a ello", ha ilustrado el artista valenciano, que cree que "el paisaje nos modifica" y que el satélite acrecenta esta sensación porque "nuestro cerebro está acostumbrado a las sombras muy definidas". Todas las aristas del proyecto surgieron cuando el valenciano se planteo varias preguntas con "el espacio como categoría abstracta y el lugar anclado en quiénes podemos ser". "La playa es cercana para mí pero se transforma en algo distante bajo la luz de la luna", ha narrado.
Sonido del mar y fotos de la nasa
'14, 24. The space between' se completa con una videoinstalación en la que un mar nocturno se proyecta acompañado por el sonido que el agua produce cuando arrastra las piedras de la orilla de una playa del sur de España, algo que trata de plantear "una reflexión sobre la fragilidad de las fronteras y el miedo del ser humano cuando emprende un viaje". Como colofón, una quincena de fotografías de pequeño tamaño de la NASA acompañan este recorrido por el Mediterráneo.
Junto a la exposición se ha editado un catálogo con las imágenes y con textos de la comisaria, el crítico de arte David Barro, la responsable de la Colección de Fotografía del Museo Nacional de Arte del Siglo XXI de Roma, Francesca Fabiani, así como la reproducción de un extracto de una conversación de Fabuel y Barro con el fotógrafo alemán Axel Hütte sobre el espacio, el paisaje y la naturaleza como inspiración.
'The space between' se puede visitar hasta finales de mayo en el Centro Cultural Bancaja de lunes a sábado, de 10 a 14 horas y 17 a 21 horas, y los domingos de 10 a 14 horas, todos los días con entrada gratuita y sesiones guiadas a las 12 y 19 horas.